Ya es oficial. Después de dos años y nueve meses atendiendo exclusivamente a través de su web registrocivilmadrid.org el Registro Civil Central en Madrid, volverá, por fin, a atender de forma presencial a la población.
Y es que, aunque parezca mentira, esta oficina que cerró durante la pandemía de COVID, permanece a día de hoy tan cerrada como durante esos primeros y confusos meses que nos quedamos encerrados en casa. Esta prolongada ausencia de trabajo presencial fue causando cada vez más y más molestias, hasta que la directora general de Seguridad Jurídica y Fe Pública, Sofía Puente Santiago, se vio obligada a intervenir para obligar a la reapertura.
Todo parece indicar que se llevará a cabo en diciembre, una vez se comiencen a gestionar las citas previas, actualizando su aplicación.
Cada día decenas de personas intenteban ser atendidos y acudían a las puertas del Registro, situado en la Plaza Jacinto Benavente 3. De nada les servía madrugar e ir hasta la oficina, ya que la entrada estaba y continua vetada.
Las continuas quejas de los usuarios que durante este tiempo han ido para acabar discutiendo con los guardias de seguridad, que no podían permitir el acceso al edificio ni ayudar de forma alguna a los usuarios. Llamadas de teléfono que nadie contestaba y las excusas de la administración han causado incomodidad a los usuarios, algunos de los cuales han tenido incluso problemas para registrar a sus hijos nacidos fuera de España, dejándoles en una situación de vulnerabilidad por la que nadie debería pasar.
Aunque por causa de la pandemía el cierre del Registro Civil fue una decisión lógica, el hecho de que continuase cerrado tras la vuelta a la "normalidad" era de todo menos normal. Las administraciones fueron poco a poco recuperando su ritmo, quizás no el mismo que había antes del cierre, volcándose más que antes en la atención telefónica o electrónica, pero todas, salvo el Registro, recuperaron su presencialidad y volvieron a la tarea de atender de la forma más correcta posible a los usuarios.
Sin embargo, el Registro Civil de Madrid se resistía a volver a esta normalidad. Esto es especialmente grave dada la importancia de sus funciones, al fin y al cabo, es un organismo necesario para registrar nacimientos de hijos de españoles que se encuentran fuera del país o defunciones y matrimonios en el extranjero, entre otros.
Mantener cerrado el registro y dificultar o imposibilitar las operaciones electrónicas ha provocado que mucha gente afectada por el cierre no haya podido ejercer sus derechos en tiempo. Hay que tener en cuenta que, el cierre de este registro afecta principalmente a extranjeros, muchos de ellos en una situación de vulnerabilidad, con los consecuentes problemas para gestionar los procesos en un idioma que no es el materno.
Procesos que, en muchos casos, ya son complicados para los españoles o hispanoahablantes.
Afortunadamente parece que, en tan solo unas semanas todo volverá a la normalidad. Solo queda facilitar lo posible a los afectados para que consigan llevar a cabo los procesos que hace meses tenían que tener resueltos.
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