La Fundación, cuya creación coincide con el décimo aniversario de su muerte en el año 2000, recogerá su memoria y trasladará el legado de su vida a la sociedad española. Entre sus objetivos inmediatos figura reclamar la creación en Madrid de un Centro de la Memoria del Holocausto y un programa para estudiantes y jóvenes de visita a los campos de exterminio como el de Auschwitz, donde murieron 11 millones de personas, en su mayoría judíos, gitanos, homosexuales, discapacitados y opositores políticos.
Violeta Friedman fue deportada en marzo de 1944, con 14 años, al campo de exterminio Auschwitz-Birkenau. En la misma noche de su llegada, toda su familia -su bisabuela, sus abuelos, sus padres- fue enviada a las cámaras de gas. Sólo ella y su hermana mayor lograron sobrevivir. Violeta estuvo en el campo hasta su liberación por la tropas rusas en enero de 1945.
Después de la Guerra Mundial vivió en Canadá y Venezuela. En 1965 se trasladó a España.