¿Qué fue del teléfono con disco de marcar? ¿y del comediscos?, ¿de los cascos de las botellas? ¿De los juegos reunidos Geyper? Muchos de los objetos con los que hemos convivido en épocas recientes, en nuestra infancia o juventud, son hoy totalmente obsoletos y para los adolescentes actuales su funcionamiento es arcano o risible. Por eso hemos preparado el Museo de Antigüedades recientes, un repaso por aquellos objetos de nuestra infancia que hoy, son sólo ya piezas de museo.
El Centro Comercial Gran Vía de Hortaleza de Madrid presenta hasta el 9 de abril esta divertida y curiosa exposición de recuerdos, una colección de objetos de uso cotidiano de los años sesenta, setenta y ochenta. Ese tipo de trastos que, o bien han desaparecido, o bien han cambiado sustancialmente su forma de funcionamiento.
La exposición consta de más de 50 piezas, con textos explicativos y alusivos. En ella encontramos juegos como las chapas, el Exin Castillos o las pistolas de pinzas; tecnología obsoleta como la cámara de super-8, el transistor o el cassette; material de oficina como la máquina de escribir o la goma arábiga; envases para alimentación como el sifón o la botellería de refrescos; o aparatos para el hogar como la Turmix, la yogurtera o el cuchillo eléctrico.