Los alojamientos turísticos, sean del tipo que sean (apartamentos, hoteles, cámpings…), deben cumplir una serie de obligaciones ante los usuarios. Ofrecer una información clara sobre precios y características del establecimiento en un lugar visible o incluir en el precio final los suministros de agua y luz, así como ropa necesaria para usar en el alojamiento, son algunas de ellas. El Portal del Consumidor ofrece toda la información sobre el tema.
El usuario también tiene derecho a utilizar los servicios e instalaciones que forman parte del alojamiento (piscina, aparcamiento, etc.), así como a recibir factura de todo lo que ha pagado. En los apartamentos turísticos, en concreto, la empresa tiene la obligación de firmar un contrato con el consumidor, donde figuren las características del alojamiento y los datos identificativos de ambas partes. En estos casos, es recomendable adjuntar un inventario de los muebles y otros enseres, si los hay en su interior.
Cuando surge algún problema ajeno al usuario mientras está disfrutando de la estancia en uno de estos alojamientos turísticos, y eso le impide continuar en el lugar, la empresa está obligada a devolver al cliente la cantidad correspondiente al tiempo no disfrutado o a facilitarle un nuevo alojamiento con las mismas características. Si se ha contratado a través de una agencia de viajes, es esta empresa la que debe responder ante cualquier problema.