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lunes, 17 de diciembre de 2007

El Vidueño


El Vidueño es uno de esos restaurantes que son difíciles de encontrar, pero que cuando comes en ellos rozan la excelencia. Si bien es cierto que tiene un menú degustación por 30€, no es un local que podamos denominar barato, aunque si que vamos a salir satisfechos. El local está escondido en un centro comercial de San Sebastián de los Reyes, el Zoco las Pirámides, que a priori no parece el mejor sitio para un restaurante de estas carácteristicas.



Boni, el dueño del local, cuida los detalles al máximo. Por ello su bodega está extraordinariamente bien surtida con una ventaja añadida: suele traer nuevos caldos para experimentar, con lo cual consigue que bastante a menudo podamos disfrutar un gran vino sin tener que desembolsar cantidades obscenas.

No tiene una especialidad definida: prácticamente todo lo que se come en El Vidueño es de una calidad excelente, si bien os digo que yo prefiero sus carnes rojas, con finos entrantes tipo “yema ibérica”(especie de huevos revueltos con patatas y jamón), revueltos de todo tipo, o simplemente tablas de ibéricos.

En verano practican una terraza muy agradable en el exterior del local, que está al resguardo y que la mayoría de las veces suele ser bastante fresquita, perfecta para degustar unas raciones. La recomendación mía, al menos para esa época del año son las rabas (de calamar) y el bacalao macerado. Si no son los frutos de mar lo que os apetece, pues unos ibéricos o algo de parrilla.

Una curiosidad es que los domingos suelen hacer migas para amenizar la “hora del vermut”, extraordinario aperitivo a la par que abundante.
En definitiva, un excelente restaurante en el cual se puede disfrutar de su comida por un coste entre 30 y 40€ por barba.
Avda. de Andalucia, 2 - Local 20
Zoco Las Piramides
San Sebastian de los Reyes (28700)
Teléfono: 91 651 97 61

domingo, 9 de septiembre de 2007

El "bluf" gastronómico de Chueca

9 de septiembre de 2007
Por Aquiles

Humo. Así es como podría definir, por lo que he podido ver desde hace unos meses, la fama culinaria de Chueca.


En los últimos años (sobre todo los últimos 3 o 4) se ha producido en el barrio de Chueca una explosión del sector de la hostelería y la restauración (además de los locales de ocio nocturno) que han convertido a esta céntrica zona de Madrid, años ha inhóspita y peligrosa, en una floreciente zona comercial y de ocio. A los tradicionales restaurantes con solera en la zona se fueron sumando nuevos locales y no pasaba un mes sin que se produjera una nueva apertura. Parecía que esta revolución hostelera no tenía fin, y el precio del alquiler de los bajos en Chueca se disparó. Todavía se puede ver alguno nuevo que abre tímidamente sus puertas.

Pero como toda burbuja, la situación estaba condenada a estallar. La proliferación de locales donde la magnificiencia del diseño era inversamente proporcional a la calidad (y cantidad) de la comida que se proporcionaba, y directamente proporcional al precio, ha hecho fracasar a muchos de estos negocios. Y es que el glamour no llena estómagos. A los clientes los puedes engañar una vez, dos a lo sumo, pero no tres.

Por ello muchos de ellos han empezado a echar el cierre. Es triste comprobar cómo el barrio va perdiendo poco a poco la luz de la que disfrutaba hace tan solo un año. Pero es lo que ocurre cuando el diseño prevalece sobre la calidad gastronómica, cuando cualquiera se cree que puede ser un buen chef, o cuando se aplica inconscientemente un precio desorbitado a los platos para que el snobismo le dote de una supuesta calidad y sabor que no tienen.

Bazaar
Yo soy un asiduo de los restaurantes de la zona. Una cena en un restaurante acogedor, regada con un buen vino y rodeado de la mejor compañía, es algo de lo que me declaro un ferviente forofo. Pero en los últimos tiempos, la cosa está cambiando.

Echo de menos el Magdalá o La Coqueta, de la calle Libertad. Han sido sustituidos por otros que a mi juicio no les alcanzan. Además, la proliferación de restaurantes italianos (excesiva para mi gusto) está enterrando otras ofertas mucho más atractivas para el madrileño, como puede ser nuestra tan rica y nutritiva dieta mediterránea. Por ejemplo, el restaurante Madrilia (Clavel, 6) murió para mí cuando pasó de ser una muy buena arrocería, a un simple restaurante italiano en el que además últimamente la comida deja bastante que desear, y la relación calidad precio no es para nada acertada.

Y entre el nacimiento y la defunción acelerada de locales que creen que el cliente disfrutará simplemente por el hecho de degustar la comida en el barrio más glamouroso de Madrid (la calle san Marcos ha sido testigo de muchas de estas defunciones aceleradas), sobreviven los de la vieja escuela, que han aprendido que calidad, precio, y servicio no están reñidos con el buen gourmet. Es el caso del modesto pero entrañable El Armario (San Bartolomé, 7), del prestigioso Bazaar (Libertad, 21), o del elegante Divina la Cocina (Colmenares, 13).

Divina la Cocina
Y lo considero una lástima. Chueca tiene el nombre, y sólo necesita que jóvenes empresarios hábiles se aprovechen del mismo, con una oferta gastronómica de calidad y de precio razonable, con jefes de cocina que hagan las delicias de los clientes, y con un servicio que te haga volver. Sinceramente espero que el mensaje cale antes de que la fama se pierda.

Pero el cliente no es tonto, y es que no sólo de diseño se alimenta el hombre (y la mujer).


martes, 27 de marzo de 2007

El Rincón de la Vega de Levante


Normalmente, y a pesar de que algunos de los platos típicos de nuestro bendito País son los arroces, es bastante difícil encontrar un restaurante con suficientes argumentos a la hora de comer arroces.

Hoy os traigo uno de esos restaurantes en los que los arroces se convierten en un arte: El Rincón de la Vega de Levante en Alcobendas. El local es amplio, nuevo y agradable, con paredes decoradas a ladrillo visto. A la entrada se ve una cocina limpia y de toque curiosa, con sarmientos y leña, ya que los arroces los hacen a la leña. El local tiene parking, esto facilita bastante las cosas, a veces en la zona se aparca bastante mal.

Como detalle os ponen de aperitivo un pan tumaca con el tomate triturado aparte. Las entradas, muy curiosas. Tienen unos surtidos de sartenes variadas justas en cantidad y de más que apreciable calidad.

Y llegamos a lo más interesante de la noche: los arroces. Hay una generosa variedad de arroces, hechos a la leña, de un gusto extraordinario. Principalmente yo soy fan de tres de ellos: el arroz con bogavante, el arroz con magro y verduras y muy especialmente el arroz con faisán y boletus. Todos extraordinarios, pero este ultimo a mi particularmente me parece curioso.

Los postres, también buenos si después de los arroces os entran, especialmente los saquitos.

Por calidad el precio del restaurante a mi entender no es ni caro ni barato, comes por lo que pagas, que no es poco. Entre 30 y 40 euros por barba os costará meteros entre pecho y espalda la excelente comida de este local.
Dirección: Marques de Valdavía 107 (Frente a Estación Renfe de Valdefuentes)
Código postal: 28100
Municipio: Alcobendas
Teléfono para reservas: 91 490 11 68

miércoles, 14 de febrero de 2007

Restaurante Annapurna



Madrid tiene una gran ventaja sobre la mayoría de las ciudades. Como gran urbe, cosmopolita donde las haya, y cada día afortunadamente más moderna tenemos gran variedad de restaurantes internacionales. Los restaurantes de comida patria en un gran porcentaje son excelentes, posiblemente la mayoría en principio se decante por un vasco, o un asador castellano por ejemplo. Pero hay veces que nos pide el cuerpo probar algo diferente, que nos haga tomar perspectiva.

Madrid proliferan restaurantes de todas partes del globo (chinos, japoneses, árabes, vietnamitas…), pero hoy os traigo una recomendación diferente, curiosa y muy, muy sorprendente: comida hindú.

El Annapurna es el restaurante hindú mas veterano de Madrid, casí 20 años le contemplan; local tranquilo y elegante, con vistas a un frondoso patio interior, es perfecto para pasar una velada en pareja, o bien tener una comida de negocios. La comida que practican es del norte de la India, al parecer menos picante que la del sur. Aún así es una comida fuerte, lo suficiente para no ir con ningún problema de estomago.
La especialidad del local son los platos tandoree, o sea los hechos en el tandoor u horno de carbón vegetal típico del norte de la India y de Pakistán. Por probar algo os recomiendo los sheek kebab de cordero realizados en el horno.
Las verduras, excelentes, extraordinariamente especiadas, ni los enemigos más acérrimos del producto campesino se podrán resistir al encanto de sus sabores. Los arroces excelentes, y los currys, muy recomendables. A los amigos del pan, el hindú naan es un pan diferente pero no exento de calidad, para acompañar a la comida o para comer solo con las salsas que os van a poner.

Siempre tendemos a beber vino de nuestra tierra, pero no: probé una excelente cerveza hindú que me sorprendió gratamente.
Por cierto: tenéis un menú degustación sin bebida por 24 euros, por si no os atrevéis demasiado a la aventura.

En resumen, un restaurante que no os debéis de perder los que os gusta probar cosas diferentes a la par que sabrosas.
Dirección : Zurbano, 5
Teléfono : 91.319.87.16
Horario : De 13.45 a 16 y de 21 a 0 h. ( Cerrado : S mañana, D y Festivos)

sábado, 27 de enero de 2007

Restaurante El Cerrillo


Hace tiempo un elemento de cuyo nombre no quiero acordarme (casi acabamos a leches), me dijo que el mejor cabrito no se comía en Segovia, si no en Valdemanco, un pueblo de la zona norte Comunidad de Madrid, la zona que se conoce como la sierra pobre.

Tras pasar la mañana en Canencia disfrutando de la nieve hoy he podido constatar que tal aseveración no es cierta, aunque la verdad es que no se ha comido mal.

El restaurante en cuestión se llama El Cerrillo y es un salón grande, sin lujos y con un servicio bastante lento, demasiadas personas para tan poco personal.

No se come mal, aunque tan poco es para recomendarlo si no estáis por la zona y queréis ir a comer a propósito.

El vino de la casa no os lo recomiendo, de Toledo, demasiado peleón para comer asado, aparte del dolor de cabeza que te pone. Las raciones apreciables, destacando sobremanera las mollejas de cabrito al ajillo. El consomé y la sopa me parecían sospechosamente “avecreneizadas”, cosa que no suelo aceptar de buen grado.

Ahora llegamos a lo importante: el cabrito. Bueno, se dejaba comer bien, tierno y jugoso aunque para mi gusto le faltaba un poco más de horno para que el exterior estuviese más crujiente. Sigo diciendo que si vais a Pedraza el asado que hacen por allí (el cordero de Sotosalbos es de calidad máxima) no se puede ni comparar a lo que he comido hoy. Si me apuráis en San Sebastián de los Reyes el Asador Castilla también lo supera ampliamente.

El postre si me ha gustado bastante más: he degustado un flan de queso casero que estaba muy bueno, y muy abundante en cantidad.

El precio, unos 25 euros por barba, precio razonable para lo que se estila últimamente en los restaurantes de la comunidad.

Resumiendo, si estáis por la zona y no sabéis donde comer, es un sitio recomendable, se come razonablemente bien con un precio aceptable. Pero la verdad es que conozco sitios donde se puede ir a comer “aposta” por prácticamente el mismo precio y de los cuales vais a salir bastante más satisfechos.

miércoles, 24 de enero de 2007

Colby Urban Restaurant

24.01.07
por el Yemitas


Colby Urban Restaurant
Las tartas no me dijeron mucho, la verdad. Sin ser tampoco malas, me parecieron lo más flojo de un lugar muy curioso, acogedor y sobre todo muy urbano; es un café moderno, actual, sin que resulte empalagoso. La carta es variada y la relación calidad precio muy buena. Recuerdo sobre todo la ensalada templada de chipirones a la plancha, con espinacas frescas, varios tipos de lechuga y un aliño con frutos secos...

Lo mejor es que la cocina no cierra, te puedes dejar caer por allí a cualquier hora a la que te empiecen a sonar las tripas, siempre que sea antes de las dos de la madrugada.

El café de los mejores que he probado por ahí, y los camareros son muy amables.

Vamos, que si estás por la zona a las horas en que solemos manducar no hay muchas excusas para pasar de largo.

Colby Urban Restaurant
Fuencarral 52 (esquina con Hernán Cortés) metro Tribunal

sábado, 30 de diciembre de 2006

El Narizotas


Últimamente entre tanta obra comentaba con algo de sorna que tardaba menos en ir a Segovia que en llegar al centro de Madrid. Pues aunque parezca algo exagerado, a veces puede llegar a ser cierto. Dada la cercanía de Segovia muchos madrileños aprovechan fines de semana y días de fiesta para acercarse a contemplar tan hermosa ciudad, y, porqué no decirlo, disfrutar de su riquísima y afamada gastronomía.

Pues hoy vengo a recomendaros un restaurante singular que seguro que os gustará: El Narizotas. No os pienso contar porqué tiene tan curioso nombre, tenéis que comer allí para saberlo, la historia está impresa en la carta.

El local es muy acogedor, una taberna antigua remodelada con toques de modernidad decorada con un gusto exquisito, y eso es todo un merito. Esta ubicado en el centro de la capital, justo enfrente de la estatua de Juan Bravo.

La comida que se sirve en el local no solo es la ya clásica en la oferta de la ciudad castellana, si no que también tienen platos de una cocina muy imaginativa. Tienen un menú castellano que consta de Judiones de la Granja y cochinillo, excelentes en ambos casos, y con una cantidad suficiente para comer bien sin salir rodando por las escaleras.
Por 27,90€ incluso podéis degustar un menú ciego: esto quiere decir que os van a sacar platos sin que sepáis lo que vais a comer. Aunque parezca mentira es altamente recomendable.

Los postres, elaboradísimos con unos toques excelentes de cocina moderna, pero sin llegar al ridículo como pasa en otros locales.

Un sitio donde podréis comer por unos 30 euros por persona muy bien, en un local muy acogedor y con una filosofía bastante peculiar, estoy convencido de que no os va a dejar indiferentes.

Dirección:
Plaza de Medina del Campo, 1, Segovia, 40001
Teléfono: 921462679

jueves, 28 de diciembre de 2006

Una no-recomendación: La Manduca de Azagra


Normalmente suelo recomendaros sitios para comer en los que, por experiencia propia merece la pena ir a degustar sus platos, bien sea por relación calidad-precio o por calidad. Hoy voy a hacer todo lo contrario, voy a comentar sobre un restaurante que no me ha gustado nada: La manduca de Azagra.

Este restaurante se encuentra en la calle Sagasta, y se supone que su comida es una fusión entre platos típicos navarros y “nouvelle cousine”. El decorado, pues muy representativo del tipo de local que es: paredes revestidas de bloques de hormigón y los aseos de un enfoscado monocapa coloreado, muy minimalista.

No se si sería por el día que era o qué pero la primera pega que vi es que el salón de fumadores estaba cerrado. Yo fumo, aunque si tengo que no hacerlo lo hago y punto, pero no me parece de recibo en una cena de navidad entre amiguetes que lo que prima es el cachondeo y algo más de vicio de lo que suele ser normal.

A ninguno de la mesa(15 comensales) nos gustó la cena, ni el trato. Un revuelto de setas insulso y escasísimo (como todas las raciones que nos pusieron) arreció las criticas hacia la elección. Siguieron con unos boletus manifiestamente mejorables (y mira que a mi me gustan las setas) y un resto de raciones absolutamente impresentables en cantidad y calidad.

Los segundos, en pleno cachondeo, la verdad es que eran algo más abundantes que las raciones. Yo comí unas cocotxas de bacalao rebozadas que ni fu ni fa, como el resto de los segundos que comieron mis compañeros de mantel: ninguno alabó las bondades de lo que comió.

Lo peor vino a la hora de pagar: acoquinamos más de 50 euros por barba, que os aseguro que hubiese pagado gustoso en cualquier otro restaurante en el que hubiese comido medianamente bien.

No voy a cargar mas las tintas contra el local en cuestión, pero espero que esto sirva de referencia a quien quiera ir a comer por la zona.

miércoles, 1 de noviembre de 2006

El Escorial...Fonda Genara (1)

Así que siendo uno de Noviembre pasé con mis amigos del by pass de la M30 al by Felipe II, y en esas que hoy nos hemos plantado en El Escorial. Aunque por culpa de una fallida acometida al parque de la Warner, al pueblo de la sierra llegamos ya sobre las tres de la tarde, imaginaos qué hambre, y las consecuentes carreras por encontrar mesa. Hoy nada de tapas o bocata, había antojo de restaurante.


Parque Felipe II

Mala consejera la prisa, sobre todo en un lugar turístico de primer orden donde debes buscar dónde comer bien, pero barato, o al menos no muy caro. El marco ya lo tienes garantizado; Una monumental obra al lado y la mayoría de los edificios que conservan las estructuras originales o al menos las imitan. La Cueva no está mal, aunque al no disponer de reserva no dudamos en buscar otro donde nos ofrecieran pitanza antes de las cuatro, per Dieu. Os dejo dos o tres fotos de esta antigua "posada de las ánimas"...




En la misma plaza de las Ánimas, al lado de la calle Sobral donde está La Cueva, encontramos una fonda llamada Genara, a la que accedimos adentrándonos por una galería comercial.



17 euros, que era lo que buscábamos aproximadamente, con un menú bastante majo, mereció la pena. También se puede comer a la carta, por supuesto, sólo hay que incrementar la dolorosa. Y subiendo hacia la segunda planta ya nos llamaba la atención la de cuadros alusivos a espéctaculos; carteles de obras de teatro, caricaturas, la reina con un ramo de flores por allá, firmas. ¿Qué será?



Y como decía, buenos platos a buén precio. Hemos comido judías con matanza, bacalao, sopa castellana, revuelto de ajetes y bistecs. Todo buenísimo, y con mejor servicio, pese a las numerosas mesas que cubrían los camareros. La verdad que El Escorial, como tantos otros lugares de Castilla es un excelente sitio para encontrar buenos platos de cuchara. Pero ojo con esas judías, ¡bárbaras!



Resulta que todo el edificio era el complejo del Real Coliseo de Carlos III. Mandado construir por éste en 1773 a Jaime Marquet (de esto me enteré mientras leía la carta, donde te viene un pequeño folleto explicativo), que desde 1979 en que se volvió a inaugurar, "pasó a ser el primer teatro español cubierto con una tramoya barroca y el único que se conserva del siglo XVIII".

La manzana contenía en origen el teatro y las dependencias de los actores y cómicos que en él alegraban las aburridas tardes -hasta entonces- de los cortesanos y reyes que pasaban sus temporadas en El Escorial lejos de la Villa. Hoy, uno de esos salones es el restaurante del que os he hablado, la Fonda Genara, llamada así en honor a la abuela de los dueños y "como homenaje a su recuerdo como gran cocinera".

Tel.: 91 890 16 36
FAX : 91 890 33 90
www.restaurantegenara.com
info@restaurantegenara.com

domingo, 8 de octubre de 2006

El Bodegón de Manrique



Como ya he comentado alguna vez, a los madrileños nos encanta irnos de excursión a sitios cercanos, de esos que puedes coger el coche y volver en el día.

Hoy os propongo un destino culinario exquisito, a la par de un pueblo turísticamente hablando muy bonito y cuidado. Este lugar al que me refiero es Pedraza, en la provincia de Segovia, al cual se llega por la N-I y que tan solo está a 125 Km. del centro de Madrid. Dentro de la gran oferta culinaria que tiene este precioso pueblo os propongo un sitio por particular.

El restaurante en cuestión se llama El Bodegón de Máximo Manrique. Es un local singular de ambiente típicamente castellano, pero pequeño y de mesas corridas en las que pueden comer hasta 6 personas, y en las que te pueden poner a comer con el primero que pase por allí. Al fondo del salón podréis ver como se asan los corderos en el horno, y que le da un encanto especial. Es muy particular en varios aspectos, el primero es en la carta: solo tienen Cordero asado y ensalada, y en invierno puedes optar a tomarte una sopa castellana. Posiblemente (como la publicidad de cierta cerveza danesa) sea el mejor cordero del mundo. No se puede ir sin llamar ya que el cordero lo venden por cuartos y de encargo, el recalentar esta prohibido.

Los postres, poca cosa. Melocotón en almíbar, fruta variada, helado y poco más. El precio, barato si tenemos en cuenta que te cobran 27,5€ por un cuarto de cordero y es para dos personas. Siempre tener en cuenta que es un sitio para comer solamente cordero, cualquier cosa diferente es imposible.

jueves, 5 de octubre de 2006

Asador Castilla


Con el Asador Castilla tengo un dilema, egoístamente no debería de hacer una crónica sobre este restauraurante. La razón es porque no es un sitio grande, y relación calidad-precio es el mejor restaurante de Madrid y alrededores que conozco, y con bastante diferencia.

Paco y su hermano, los propietarios del local tienen clara una cosa: no van a dar más comidas de las debidas a costa de perder calidad, lo cual es de agradecer, los días de diario solo dan comidas, dejando cenas para viernes y sábado. El tipo de comida que se practica en tan fantástico sitio, como podéis imaginar por su nombre es la típica cocina castellana. Pero, a pesar de que los asados (casi siempre se puede elegir entre cordero y cabrito, y recién hecho, nada de recalentado) y carnes rojas son su punto fuerte también bordan los pescados, especialmente pescados de roca como lubinas, doradas y rodaballos, aunque si sois ictiófagos os podéis dejar llevar con toda confianza de la mano de Paco, que os recomendará lo más fresco. De primeros yo os recomiendo unos cuantos revueltos, tanto de setas como de morcilla que realmente bordan.

De postre no hay que complicarse la vida: un variado hará las delicias de todos los comensales. La bodega también es lo suficientemente buena para no andarse con tonterías.

Podéis comer de carta con primeros, asado, postre y hasta café y copa entre 40 y 50€ por persona, cantidad de dinero más que razonable por comer en un restaurante de primerisima calidad.

RESTAURANTE ASADOR CASTILLA
C/ Real Vieja, 26
San Sebastián de Los Reyes (Madrid)
Tel.: 91 651 60 11

domingo, 24 de septiembre de 2006

El Charro


En 1959, en una España en la que todavía faltaban materias primas para elaborar comida mexicana, abrieron sus puertas dos restaurantes hermanos en Madrid, El Charro y A Todo México. Mi recomendación (aunque a otros les guste más el otro restaurante) es El Charro, el restaurante que tiene el honor de ser el primero que abrió sus puertas en Madrid.

El Charro es un restaurante antiguo, pequeño y bastante maltratado por los años, de hecho yo siempre lo he conocido así con la salvedad de que el comedor de verano fue convertido en todo tiempo tras una humilde acristalación a principios de los 80.

La carta de El Charro no ha variado con los años, cuenta con los platillos típicos de la gastronomía mexicana (más bien tex-mex) como los tacos, chalupas, quesadillas, enchiladas, fajitas, etc… El elemento diferenciador con otros locales de este tipo de cocina es que aquí se usan ingredientes auténticos, y que incluso las tortillas y los nachos se hacen en el local.

Los platillos combinados que tienen son muy acertados, sobre todo los antojitos (perfecto para la iniciación en este tipo de comida) y el plato de luxe, para gente de buen comer. Los cócteles son un complemento perfecto para acompañar este tipo de comida, destacando Margaritas, Daiquiris y el genial Tequila Sunrise, posiblemente mi favorito.

Entre los postres destacan el dulce de leche quemada, que para mi es excelente, y otros típicos sabores de este País como es el helado de guayaba, y el terrorífico sombrero mexicano, solo apto para los muy golosos.

No es un restaurante caro, os rondará entre los 25 y 30 € por barba, y quedareis satisfechos si os gusta la comida mexicana, y queréis disfrutarla en un ambiente tranquilo, lejos de las payasadas que se realizan en otros locales de este corte.
El Charro
Dirección: San Leonardo, 3
Localidad: Madrid
Metro: Plaza de España
Teléfono: 915475439

jueves, 7 de septiembre de 2006

Janatomo

Desde hace ya unos años, en Madrid ha habido un auge de la comida oriental, especialmente de la japonesa. La recomendación de hoy es un restaurante de comida japonesa y china de curiosa historia:

En el año 1969 abrió sus puertas como restaurante japonés, pero ante el poco predicamento que por aquel entonces tenía el sushi, tuvieron que reconvertirlo a los dos meses en un restaurante de comida china (eso si, excelente); en aquel entonces se conocía como Honk Kong. A mediados de los 90 cambió de nombre por el de Janatomo y introdujo la comida japonesa en su carta.

Llevo yendo a comer desde que era pequeño allí, he llevado a amistades, familia política… y siempre han quedado sorprendidos por el buen hacer de Tomoyuki Ikenaga y su esposa. Tiene la gran ventaja de que si no te gusta la comida japonesa, puedes comer de la china, que no tiene en calidad nada que ver con la del típico restaurante oriental que todos tenemos en nuestros barrios.

Si os gusta, o bien queréis probar la comida japonesa os recomiendo el sushi y el sashimi variado, que son unos platos de degustación. Si bien sois remilgados y os gusta la tradicional comida china, hacen los mejores rollitos de primavera de Madrid sin duda alguna, y os los servirán con 3 salsas: una agridulce casera, una agripicante y la clásica de soja. Yo siempre pido sopa de la casa, que es una sabrosísima sopa de vegetales china que, francamente, es mi sopa favorita desde los 3 años de edad. La ternera con salsa de soja y la misma con bambú y setas es totalmente diferente a lo que hayáis probado anteriormente.

Los postres, pues normalitos, algo que se sale de lo común es el helado de té verde, aunque la verdad yo me quedo con el plátano frito. Pero es que los postres no es nada típico de la dieta oriental.

En resumen, un excelente restaurante oriental que os sorprenderá gratamente, con la ventaja de que no es caro, podéis comer de 30 a 40 euros por barba, incluso menús degustación.

JANATOMO
C/La Reina, 27.
Madrid.
Teléfono 915 21 55 66.
Cierra los lunes

miércoles, 6 de septiembre de 2006

Casa Bigote


A pesar de que este es un blog dedicado a mi Madrid, de vez en cuando postearé crónicas sobre algún restaurante de fuera de la comunidad. Esto es por una razón: los madrileños normalmente no nos limitamos a estar en nuestra provincia, solo tenéis que preguntar a la gente de otras provincias para daros cuenta de que lo invadimos todo. Para aquellos que viajan este espacio pretende serles útil.

Hoy os voy a hablar del restaurante que al día de hoy me ha sorprendido tanto que estoy deseando volver, un restaurante ya clásico, del cual me habían hablado tanto que no tenía ganas de ir a probarlo, siempre que me recomiendan alguna casa me decepciona.
No es este el caso, entre escéptico y salí alucinado.

El restaurante se encuentra situado en una zona de Sanlucar de Barrameda, provincia de Cadiz llamada Bajo de Guia, que no es otra cosa que la desembocadura del Río Guadalquivir. Al otro lado se divisa el Coto de Doñana, de hecho uno de los comedores tiene un mirador desde el cual si tienes suerte puedes comer mientras observas el coto.

Es mas que evidente que se va a allí a comer pescados y mariscos, y os puedo asegurar que en eso es la mejor casa que he probado. No solo la calidad de la materia prima es excepcional, la elaboración es majestuosa y el servicio…uffff, es ejemplar; de hecho puedo decir que nunca me encontré con mejor camarero, mas atento que Manolo, mas conocido como “el tigre”.

La fama gastronómica de Sanlucar de Barrameda tiene bases sólidas: los mejores langostinos del mundo, que se comen en Casa Bigote y la manzanilla, ese vino blanco y fino del cual bebo a diario(lo se, no debería decirlo, pero es una de mis debilidades).
Lomos de atunes, gambas de la bahía, cigalas, bogavantes y pescados recién capturados obran el milagro, si, el milagro de que alguien al que no le gusta demasiado ni el pescado ni el marisco opine que es el mejor restaurante en el que ha comido. Por recomendaros algo diferente, probaría el atún con salsa de naranja y crema de queso azul, sorprendente y maravilloso, o la urta a la roteña(la mejor que he probado).

Hasta los postres son buenos, os recomiendo un variado, un poquito de todo y un Pedro Ximenez, vino dulce de postre que no tiene parangón. A la hora de pagar, entre 30 y 40 euros por barba, que en Madrid lo pagas en cualquier sitio. No es barato pero…¿acaso no merece la pena pagarlo por una experiencia así?

P.D- Por cierto, si alguien se le ocurre ir a la aventura a comer a Casa Bigote, debe de saber que hay que pedir mesa con bastante antelación. Si no podéis tomar raciones en la taberna, no es lo mismo pero sigue siendo excepcional.


RESTAURANTE CASA BIGOTE
Bajo de Guía s/n
11540- Sanlúcar de Barrameda, CADIZ
Teléfono: 956362696
http://restaurantecasabigote.com/

martes, 13 de junio de 2006

Casa Lucio y El Landó


En 1974 Lucio Blázquez abrió en la Cava Baja, calle céntrica del viejo barrio de La Latina un restaurante de aires castellanos; 34 años después ese viejo restaurante es el mas clásico y representativo de Madrid, ¡quien se lo iba a decir 30 años después!.
Comer en Casa Lucio tiene, como cuando comes en Casa Ciriaco o Casa Botín un añadido más: estas comiendo en un sitio donde se reúnen políticos de todo signo, representantes de la farándula, etc… pero multiplicado por 100, lo normal es encontrarte con alguien.
A estas alturas la calidad de la comida podría parecer lo de menos. Pues no: en Casa Lucio se come una comida relativamente sencilla pero de calidad extrema, con los mejores ingredientes. Famosos son sus huevos estrellados, cuyo secreto Lucio dixit es la cocina de leña, pero tu y yo sabemos que eso no es cierto, ¿verdad bribón?. El resto de los platos no desmerecen en absoluto, tomando especial relevancia los callos. Yo os recomiendo si coméis allí que sopeséis seriamente la opción de la carne, el solomillo es exquisito, y es que cuida la materia prima como pocos. La carta de vinos es clásica pero buena, recordad que es cocina castellana. Y para rematar de postre otra especialidad de la casa, arroz con leche, para poder decir que lo habéis comido allí. El menú os saldrá por 50 euros, y de carta entre 35 y 50 euros comeréis muy bien, os lo aseguro.





El Landó es otro rollo. Es un restaurante pequeño, mas cómodo que la vieja Casa Lucio y infinitamente mas tranquilo. Podríamos decir que es el establecimiento de lujo de Lucio. Al El Landó traen a la mayoría de los famosos holliwoodienses y artistas del rock, las fotos de la pared lo acreditan: Tom Cruise, Val Kilmer, Jeff Goldblum, Woody Allen, Bruce Springsteen…además de ser uno de los restaurantes favoritos de S.A.R D.Juan Carlos. La comida es algo mas fina que en Lucio, aunque sin perder ni mucho menos el toque castellano, y además tiene los platos típicos de la vieja casa pero a mayor precio, eso si. Angel, cuñado de Lucio y viejo amigo os tratara exquisitamente, mas personal que en la Cava Baja. Mi modesta recomendación es que probéis el steak tartar, tiene fama de ser el mejor de la capital. Comeréis de carta mínimo por 50 euros por barba.
Y a pesar del precio, se llenan todos los días. Por algo será, ¿no?.

"No hay huevos en toda España/ y me los juego contigo,/ como los huevos de Lucio/ y no exagero en decirlo. Estos huevos que destaco/ están con patatas fritas,/ pero con raro misterio/ que excitan el apetito" -Francisco Rabal-

El Landó:

Dirección: Plaza de Gabriel Miró 8

Teléfono: 913667681
Cierra: Agosto, Semana Santa

Casa Lucio:

Dirección:Cava Baja nº35

teléfono: 913653252
Cierra: Agosto

domingo, 5 de febrero de 2006

LAS CUEVAS DEL MOLAR


De vez en cuando, al madrileño le da la vena y sale de la ciudad para ir a algún pueblo de los alrededores con la familia, sobre todo para ver el campo y respirar aire más o menos puro. Como somos unos cachondos a eso le llamamos excursión.
A las puertas de la Sierra Norte de Madrid, por la N-I dirección Burgos hay un pueblo por el cual no puedo disimular mi predilección: El Molar.
Pero como parece ser(y la verdad no me extraña) que lo que mas nos interesa a todos es el buen yantar, voy a ir al grano y os voy a recomendar un sitio genial y pintoresco para comer: las cuevas de El Molar.
En El Molar hay alrededor de 400 cuevas de origen Árabe que los vecinos utilizaban para guardar el vino. Algunas de ellas se han transformado en restaurantes con gran éxito. El sitio es ideal para ir con tus amigos, pareja o incluso con la familia a pasar un buen día.
No os voy a dar la ubicación exacta, así os obligo a dar una vueltecilla por el pueblo y preguntar a algún lugareño donde están las cuevas de marras que no encontráis por ningún lado(¡uy! Ya me ha salido mi vena canalla).
De todas las cuevas que hay yo os voy a recomendar dos: El bodegón de Olivares y La Bodega de Prada. La verdad es que desconozco si alguna de las cuevas mas recientes merece la pena, por costumbre siempre he ido a Olivares y por amistad a Prada; aunque ya sabéis: en los comments se aceptan sugerencias.
El bodegón de Olivares es la más grande de las cuevas, y con seguridad la mas bonita. Son cuevas pequeñas unidas entre sí, al punto de que si vais dos personas os pueden poner a comer en una cueva pequeña en la que solo va a entrar la pareja.¿Os imagináis una cenita intima con vuestra pareja en una cuevecilla iluminada por la luz tenue de unas velas?, pues eso es lo que os vais a encontrar, tenéis cuevas de dos a dieciséis comensales. En cuanto a lo gastronómico, carnes rojas y asados, y lo que recomienda la casa: el combinado de matanza. La carta es extensa y os aseguro que si lo que queréis son raciones vais a tener problemas a la hora de elegir entre tanta variedad. Por unos 20€ por persona se puede comer más que bien a la carta, ¡Ah! ¡Y a diario tenéis menú a buen precio!.
Detalle de una Cueva del bodegón de Olivares
La bodega de Prada es otro rollo. Como cueva no te va a dejar alucinado como Olivares, es bastante mas pequeña. En lo que te va a dejar alucinado es en lo gastronómico, sobre todo si pides carne. ¿Os gusta la carne roja?¿Eres de los que piensa que en los restaurantes ponen poca cantidad? Pues no lo dudes, este es tu sitio.
Si adoráis la carne y vais a comer a Prada por este hecho, ni se os ocurra pedir muchos entrantes: si dejáis el chuletón de ternera gallega ese que os va a poner y que se sale por los lados de la fuente, Prada se enfadará con vosotros, doy fe de ello.
Mi amigo Prada cocina bien, así que aparte de la carne se pueden comer otras cosas. El pote gallego es de los mejores que he comido fuera de Galicia, hecho con unto rancio auténtico y casi imposible de encontrar en Madrid. El precio si bien ya no es tan barato como era hace unos años, si es más que razonable.
Bueno, si el sopor de llenar el buche y el vinillo os dejan, recordad que estas excursiones son las que nos enseñan que los alrededores de Madrid también merecen la pena.

lunes, 30 de enero de 2006

CASA CIRIACO


Hoy os voy a hablar del que a mi entender es el restaurante más castizo de los que quedan en Madrid: Casa Ciriaco. Ves la fachada y ya te das cuenta de que es una taberna antigua de principios de siglo(se fundó en 1917 y antes fue Casa Valiña); tiene ese aroma a nostalgia que cada vez tienen menos sitios, y que a veces tanto necesitamos; incluso sus camareros parecen perdidos en el tiempo y se trata al cliente con un cariño que no es corriente en los tiempos que corren.
El edificio donde se ubica Casa Ciriaco es histórico donde los haya: en 1906 un anarquista llamado Mateo Morral atentó arrojando un ramo de flores con una bomba dentro contra El Rey Alfonso XII y Victoria Eugenia, muriendo parte del séquito de los Reyes. Unas postales dibujadas por Mingote con gran arte y acierto recuerdan a los comensales este hecho.
Una vez dentro os daréis cuenta de lo que realmente es: una taberna con todas las de la ley, la barra de bar zincada da fe de ello. Si entráis a comer, os sorprenderá; tiene dos comedores, y para pasar de uno al otro hay que pasar por la cocina, cuya limpieza garantiza el cumplimiento más riguroso de las normas higiénicas.
Las paredes están jalonadas de fotos firmadas de comensales ilustres: es relativamente fácil encontrarte con algún conocido comiendo allí, y bastante probable encontrarse con algún político.
En cuanto a la comida, también sorprende; puedes pensar al ver las fotos de las paredes(incluso se comenta que es uno de los restaurantes favoritos del S.M. El Rey) que es un restaurante inalcanzable: Pues no, se come muy bien y relativamente razonable en precio. El menú diario cuesta 17€(los martes hacen cocido) y de carta comes por 30-40€, aunque de menú os diría que se come tan bien como a la carta.
Los platos recomendados principalmente son la gallina en pepitoria, ternera a la riojana, judiones con perdiz…pero se coma lo que se coma, la casa es una garantía de calidad. Y para rematar la faena, de postre, el flan casero es obligado.
Se encuentra situado en pleno Madrid de los Austrias, en la Calle Mayor nº84, casi esquina con Bailén, enfrente del edificio de Capitanía General y muy cerquita de la Catedral de la Almudena y del Palacio Real.
Un sitio muy recomendable para los que vengáis a visitar Madrid, y os guste comer en un sitio típico, con mucho encanto y de calidad.