La Comunidad de Madrid evaluará mañana los conocimientos de un total de 68.740 alumnos de 2º de Primaria (7 y 8 años) de 1.295 centros educativos públicos, concertados y privados de la región a través de la Prueba LEA (Lectura, Escritura y Aritmética). Esta prueba forma parte de un plan de evaluación que tiene como objetivo principal detectar, con rapidez y fiabilidad, posibles fallos o carencias en el aprendizaje de los niños.
Este plan abarca además las pruebas
CDI (Conocimientos y destrezas Indispensables) que viene aplicando la Comunidad de Madrid desde el curso 2004/05 a todos los alumnos de 6º de Primaria, además de la de 3º de la ESO.
La prueba LEA es orientativa y no condiciona el curso, y se llevará a cabo dentro del horario escolar de los centros a primera hora de la mañana. Constará de dos partes, una oral y otra escrita, cada una de ellas con contenidos de las áreas de Lengua y de Matemáticas.
La parte
escrita será censal, por lo que la realizarán la totalidad de los alumnos de 2º de Primaria, mientras que la parte
oral tendrá carácter muestral, y se aplicará aproximadamente a 4.000 alumnos en 120 centros, que suponen en torno al 10% del total. Sus resultados determinarán si los alumnos dominan correctamente los contenidos básicos que se establecen para ese tramo de la enseñanza en ambas áreas.
La prueba escrita incluye un dictado y la redacción de una historia a partir de unas viñetas. En la de Matemáticas, los alumnos tendrán que responder a distintas cuestiones y problemas. Ambas pruebas tendrán una duración total de una hora. La prueba oral de Lengua someterá individualmente a cada alumno a una lectura tras la cual se le formularán preguntas para constatar que comprende lo leído y conocer su expresión oral. La de Matemáticas incluirá un ejercicio de cálculo mental. Su duración será de 7 minutos por alumno.
El Informe PISA recomienda este tipo de pruebas externas y estandarizadas como una de las mejores fórmulas para mejorar el aprendizaje y los resultados de los alumnos. Además, las Pruebas LEA y CDI se han convertido en unas herramientas muy valiosas tanto para la Consejería de Educación, Juventud y Deporte como para los centros educativos de cara a disponer medidas de refuerzo dirigidas a los alumnos que lo requieran, así como, si procede, reorientar las actuaciones desarrolladas en esta etapa educativa.