
Quiero desear una feliz Navidad a todos los madrileños, a los españoles y a los que nos visitan en estos días.
Tenemos el privilegio de convivir en una ciudad plena de vitalidad, llena de entusiasmo y de compromiso, de solidaridad y ganas de seguir prosperando. Una ciudad donde se levantan proyectos de futuro. La capital de España, en su vocación de integrar orígenes, acentos y culturas diversas, es hoy más que nunca ciudad de encuentro.
Esta es una seña de identidad de Madrid y también de España. Y en estos momentos decisivos para nuestro país, quiero reiterar mi apoyo al Gobierno de la Nación en su defensa de los principios constitucionales, de la unidad de nuestra patria y de la igualdad entre españoles.
En estas fechas, quiero que mi primer recuerdo sea para los madrileños que no tienen empleo. A todos ellos, me gustaría trasladarles un compromiso personal: no vamos a dejar un minuto de trabajar para cambiar su situación y adoptar todas aquellas medidas que favorecer la creación de empleo. No nos vamos a distraer de este objetivo.
En esta larga travesía, quiero resaltar también la actitud generosa y abnegada de miles de familias y de organizaciones solidarias que multiplican la acción de nuestros servicios sociales. Trabajamos para que nadie quede excluido. En estos tiempos, se hacen muy necesarios esos grandes valores para abrigar entre todos a quienes más sufren, a los que lo están pasando mal.
El año 2013 que ahora termina ha sido duro, de grandes esfuerzos. Creemos que el sacrificio exigido no ha sido en vano. Tímidamente, empezamos a ver la luz al final del túnel.