10, 11 y 12 de noviembre. Festival de Otoño
En 1983 una joven coreógrafa belga conmocionó el mundo de la danza contemporánea con una pieza extrema en potencia viveza y humanidad. La coreógrafa se llamaba Anne Teresa De Keersmaeker; la pieza -aún hoy en el repertorio de la compañía que nació a raíz de su éxito- Rosas danst Rosas.
Prefigurando las tensiones que caracterizan el trabajo posterior de De Keersmaeker, cuatro mujeres interpretan la danza del contraste, la dialéctica entre agresión y ternura, la contienda entre uniformidad e individualidad. Convertida en clásico, Rosas danst Rosas se ha representado incontables veces en teatros y festivales de todo el mundo.