María Hervás para elpais.com
Desde que en 1831 fuera adquirida por la reina María Cristina, la propiedad siempre ha tenido un uso exclusivo. La quinta se estructuraba en diferentes palacetes, praderas, huertas y jardines, separados por longitudinales caminos que invitaban al paseo cortesano. Tras cedérselo a la infanta Luisa Fernanda, esta vendió el parque de recreo al marqués de Salamanca, que lo embelleció con la construcción de nuevos edificios, como el Palacio Nuevo, y la restauración de los jardines.
Alberga 47 edificios públicos
La quinta de Vista Alegre, situada en Carabanchel, seguirá siendo una joya paisajística ignorada por la mayoría de sus propios vecinos. Por el momento, el acceso a esta finca, perteneciente al Gobierno regional, tendrá que seguir estando limitado a la entrada y salida de todo aquel que visite los 47 edificios públicos que hay dentro de este jardín de principios del siglo XIX. Los paseos por sus amplias arboledas seguirán siendo cosa del pasado pese a la batalla que algunos habitantes del distrito vienen librando para que este espacio sea de disfrute público. Tampoco ha cuajado el proyecto de la Comunidad de Madrid para que una universidad de EEUU instalase allí un campus europeo.Desde que en 1831 fuera adquirida por la reina María Cristina, la propiedad siempre ha tenido un uso exclusivo. La quinta se estructuraba en diferentes palacetes, praderas, huertas y jardines, separados por longitudinales caminos que invitaban al paseo cortesano. Tras cedérselo a la infanta Luisa Fernanda, esta vendió el parque de recreo al marqués de Salamanca, que lo embelleció con la construcción de nuevos edificios, como el Palacio Nuevo, y la restauración de los jardines.