La noche madrileña da para mucho, y ¡viva Asturias! o al menos vivan esos serendipitys que de repente te hacen conocer a personas excepcionales. Es lo que en El Padrino denominaban los sicilianos como "rayo", lo que Nos conocemos as flechazo. Pero mirad las movidas de Huertas:
Je. ¡Flechazos? Éste no es el blog pantojero. Sabéis los que por desgracia me conocéis antes relataba el día a día de Juana Chaos que el de Paquirrín, pero aún así recorría alegre y dicharachero San Bernardo de vuelta a casa. Eran las cinco y un rato antes había conocido a una mujer de la que espero más, de la que en un breve cruce de palabras, roces y miradas tanto nos hemos dicho. Y que del café vendrá mañana el triunfo o derrota.
Cinco o seis "lecheras", esos furgones de antidisturbios que de vez en cuando vemos en la capi me guiaban la ruta hasta la glorieta del mismo nombre, y según me confirmó el oficial estaban pendientes de si les pedían acudieran a Malasaña. Pero disturbios no empañaban esta gran noche según me contó.
Así que sacando mi mp3 y fumando el último pitillo mientras escuchaba banda sonora de Mad max y Midnight express he vuelto para sacaros de tanta infraestructura y, a dormir....
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