Los vehículos de limpieza del centro de Madrid se suman a la campaña de sensibilización que el Ayuntamiento de Madrid está realizando desde el pasado otoño. Un total de 33 barredoras y 63 camiones de peinado incorporan a sus laterales carteles de vinilo que recuerdan a la ciudadanía la importancia de mantener las calles en buenas condiciones de limpieza. Dentro de esta misma campaña, esta semana se han instalado en diferentes puntos de la ciudad ceniceros para evitar que las colillas sigan tirándose en las calles.
“Al cielo sí, al suelo no” es una de las consignas que se leen en los vehículos que ya están en la calle: 33 barredoras, de las que dos son de acera, y que se utilizan en los distritos del centro, donde se ha detectado mayor incidencia de comportamientos inadecuados a la hora de deshacerse de los residuos. La próxima semana estarán también en la calle los 63 camiones de peinado que hacen el servicio en esas zonas. “¡Un camión de gracias!” será uno de los mensajes lanzados desde estos camiones, en un vinilo que ofrecerá recogida gratuita de muebles, enseres (incluidos grandes y pequeños electrodomésticos) y ropa en el domicilio, a través del teléfono 010 y de la web municipal www.madrid.es
Los vinilos de los vehículos de limpieza se han colocado en los cantones municipales situados en la almendra central, que corresponden a los lotes 1 y 2 dentro del contrato integral de gestión del servicio público de limpieza y conservación de los espacios públicos y zonas verdes.
La campaña de sensibilización de limpieza del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid comenzó el 30 de octubre del pasado año, con la aparición de autobuses de la Empresa Municipal de Transporte y señales en las calles de todos los distritos madrileños, advirtiendo a los madrileños de la necesidad de usar las papeleras para contribuir a que sus barrios se mantuvieran limpios. En total 4.200 señales en los 129 barrios de la ciudad, con mensajes sobre la recogida de excrementos de mascotas en parques y zonas ajardinadas, sobre chicles en espacios de ocio infantil y juvenil y sobre colillas y el uso de las papeleras.
Los lemas de la campaña también aparecieron en contenedores de recogida de papel y cartón y de recogida de vidrio, así como en vehículos de la EMT, en marquesinas y en espacios de Metro de Madrid.
Para evitar que el suelo se llene de colillas, en el mes de febrero se repartieron entre los madrileños más de 38.000 ceniceros de bolsillo, pequeños receptáculos fáciles de usar en la calle, que complementan la oferta de los 64.000 ceniceros fijos, instalados en las papeleras públicas de la ciudad.
Para subsanar el problema que generan el medio millón de colillas que a diario se tiran en Madrid, el Ayuntamiento ha iniciado una nueva experiencia habilitando unos ceniceros transparentes en los que, además de apagar el cigarrillo y depositarlo en su interior, los usuarios participan en diversos tipos de encuestas. Esta idea ya se ha puesto en marcha en ciudades de Gran Bretaña, Corea del Sur, Canadá, Bélgica, EE. UU., Francia, Japón, Suiza, Dinamarca, Indonesia, Alemania e Italia.
Los nuevos ceniceros se ajustan a una política de refuerzo positivo e incentivos para lograr cambios de hábitos de una manera eficaz, evitando multas y prohibiciones. Se trata de que los ciudadanos pierdan la costumbre de tirar “automáticamente” sus colillas en la calle y, a la par, consideren esa costumbre tan inadecuada como arrojar papeles, latas o cualquier otro residuo.
La campaña también tiene un componente educacional importante. Los comerciantes han recibido la visita de inspectores de la Dirección General de Limpieza y Residuos, quienes han repartido hasta 50.000 dípticos con el lema "¿Y cómo afecta la limpieza de Madrid a tu comercio?" e información sobre las normas que deben ser respetadas en la gestión de residuos de los locales.
Por otra parte, en la campaña han participado los alumnos de los 93 colegios adscritos al programa "Educar Hoy por un Madrid más sostenible", que organiza el Departamento de Educación Ambiental del Área de Medio Ambiente, con talleres y actividades en los que también intervienen padres y profesores. El programa tendrá continuidad el próximo curso.
Con el lema “Cuidemos Madrid”, se han celebrado sesiones informativas con colectivos vecinales y de comerciantes; se han lanzado mensajes a través de las redes sociales. Y se han firmado convenios con entidades implicadas en el cuidado del medio ambiente: con Ecoembes se ha realizado la campaña “Separa, Recicla, Quiere a Madrid”; con Ecovidrio se puso en marcha “El reciclaje de vidrio llama a tu puerta”, y, por último, se han firmado convenios relativos a la recogida de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAAES), con las entidades autorizadas para la gestión de estos residuos.
La idea general sobre la que descansa la campaña de sensibilización y concienciación es que provocar un cambio de hábito es una tarea muy compleja, que requiere poner el foco en la notoriedad y la carga en el refuerzo positivo.
El Ayuntamiento de Madrid, a través de las distintas acciones que está llevando a cabo, pretende convencer a la ciudadanía para cambiar comportamientos, desde un enfoque comprometido con la responsabilidad y la libertad de elección, de forma que se establezcan cambios a mejor, más profundos y duraderos para la ciudad y las personas que viven y conviven en ella.
“Al cielo sí, al suelo no” es una de las consignas que se leen en los vehículos que ya están en la calle: 33 barredoras, de las que dos son de acera, y que se utilizan en los distritos del centro, donde se ha detectado mayor incidencia de comportamientos inadecuados a la hora de deshacerse de los residuos. La próxima semana estarán también en la calle los 63 camiones de peinado que hacen el servicio en esas zonas. “¡Un camión de gracias!” será uno de los mensajes lanzados desde estos camiones, en un vinilo que ofrecerá recogida gratuita de muebles, enseres (incluidos grandes y pequeños electrodomésticos) y ropa en el domicilio, a través del teléfono 010 y de la web municipal www.madrid.es
Los vinilos de los vehículos de limpieza se han colocado en los cantones municipales situados en la almendra central, que corresponden a los lotes 1 y 2 dentro del contrato integral de gestión del servicio público de limpieza y conservación de los espacios públicos y zonas verdes.
La campaña de sensibilización de limpieza del Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid comenzó el 30 de octubre del pasado año, con la aparición de autobuses de la Empresa Municipal de Transporte y señales en las calles de todos los distritos madrileños, advirtiendo a los madrileños de la necesidad de usar las papeleras para contribuir a que sus barrios se mantuvieran limpios. En total 4.200 señales en los 129 barrios de la ciudad, con mensajes sobre la recogida de excrementos de mascotas en parques y zonas ajardinadas, sobre chicles en espacios de ocio infantil y juvenil y sobre colillas y el uso de las papeleras.
Los lemas de la campaña también aparecieron en contenedores de recogida de papel y cartón y de recogida de vidrio, así como en vehículos de la EMT, en marquesinas y en espacios de Metro de Madrid.
Ceniceros
Para evitar que el suelo se llene de colillas, en el mes de febrero se repartieron entre los madrileños más de 38.000 ceniceros de bolsillo, pequeños receptáculos fáciles de usar en la calle, que complementan la oferta de los 64.000 ceniceros fijos, instalados en las papeleras públicas de la ciudad.
Para subsanar el problema que generan el medio millón de colillas que a diario se tiran en Madrid, el Ayuntamiento ha iniciado una nueva experiencia habilitando unos ceniceros transparentes en los que, además de apagar el cigarrillo y depositarlo en su interior, los usuarios participan en diversos tipos de encuestas. Esta idea ya se ha puesto en marcha en ciudades de Gran Bretaña, Corea del Sur, Canadá, Bélgica, EE. UU., Francia, Japón, Suiza, Dinamarca, Indonesia, Alemania e Italia.
Los nuevos ceniceros se ajustan a una política de refuerzo positivo e incentivos para lograr cambios de hábitos de una manera eficaz, evitando multas y prohibiciones. Se trata de que los ciudadanos pierdan la costumbre de tirar “automáticamente” sus colillas en la calle y, a la par, consideren esa costumbre tan inadecuada como arrojar papeles, latas o cualquier otro residuo.
Acciones educativas
La campaña también tiene un componente educacional importante. Los comerciantes han recibido la visita de inspectores de la Dirección General de Limpieza y Residuos, quienes han repartido hasta 50.000 dípticos con el lema "¿Y cómo afecta la limpieza de Madrid a tu comercio?" e información sobre las normas que deben ser respetadas en la gestión de residuos de los locales.
Por otra parte, en la campaña han participado los alumnos de los 93 colegios adscritos al programa "Educar Hoy por un Madrid más sostenible", que organiza el Departamento de Educación Ambiental del Área de Medio Ambiente, con talleres y actividades en los que también intervienen padres y profesores. El programa tendrá continuidad el próximo curso.
Con el lema “Cuidemos Madrid”, se han celebrado sesiones informativas con colectivos vecinales y de comerciantes; se han lanzado mensajes a través de las redes sociales. Y se han firmado convenios con entidades implicadas en el cuidado del medio ambiente: con Ecoembes se ha realizado la campaña “Separa, Recicla, Quiere a Madrid”; con Ecovidrio se puso en marcha “El reciclaje de vidrio llama a tu puerta”, y, por último, se han firmado convenios relativos a la recogida de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAAES), con las entidades autorizadas para la gestión de estos residuos.
La idea general sobre la que descansa la campaña de sensibilización y concienciación es que provocar un cambio de hábito es una tarea muy compleja, que requiere poner el foco en la notoriedad y la carga en el refuerzo positivo.
El Ayuntamiento de Madrid, a través de las distintas acciones que está llevando a cabo, pretende convencer a la ciudadanía para cambiar comportamientos, desde un enfoque comprometido con la responsabilidad y la libertad de elección, de forma que se establezcan cambios a mejor, más profundos y duraderos para la ciudad y las personas que viven y conviven en ella.
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