La historia y la tradición de Madrid no se entienden sin sus famosas verbenas, tres de las cuales se celebran consecutivamente y en barrios contiguos durante el mes de agosto. Comienzan con la de San Cayetano (2-8 agosto), en la zona del Rastro/Embajadores, continúan con la de San Lorenzo (9-11 de agosto), en Lavapiés, y terminan con la más importante y grande de todas, la de la Paloma (12-15 agosto), en la Latina.
Chulapos, chotis, limonada, calles adornadas con farolillos, vecinos bailando 'agarrado'... Todo ello forma parte característica de las fiestas populares madrileñas, que en verano, cuando los días son más largos, se viven con especial intensidad y gozo. Durante dos semanas, las calles más castizas de la ciudad disfrutan de sus sabores y sonidos más típicos, especialmente al caer la tarde, cuando baja el calor y apetece tomarse una bebida fresca y alguna tapa en las muchas barras que los bares de la zona instalan en estas fechas.
Chulapos, chotis, limonada, calles adornadas con farolillos, vecinos bailando 'agarrado'... Todo ello forma parte característica de las fiestas populares madrileñas, que en verano, cuando los días son más largos, se viven con especial intensidad y gozo. Durante dos semanas, las calles más castizas de la ciudad disfrutan de sus sabores y sonidos más típicos, especialmente al caer la tarde, cuando baja el calor y apetece tomarse una bebida fresca y alguna tapa en las muchas barras que los bares de la zona instalan en estas fechas.