El Real Sitio del Buen Retiro, establecido en el año 1637, necesitó desde sus inicios de abundante agua tanto para el riego de sus jardines y arboledas como para el servicio de los estanques y rías. Este suministro se obtenía por medio de varias norias distribuidas por el recinto, levantadas en los primeros años de la construcción de los jardines o, incluso, reutilizando otras anteriores empleadas en las antiguas huertas. El Ayuntamiento de Madrid ha recuperado la noria más emblemática del parque y el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, la ha inaugurado con su puesta en marcha de manera ininterrumpida para que los visitantes puedan disfrutar del espectáculo que supone el rodaje de esta pieza única y original que forma parte de la historia de la ciudad.