jueves, 22 de octubre de 2009

La iglesia de Santa Ana en Moratalaz, de Miguel Fisac

Construida en 1966


Miguel Fisac dejú un legado formado por mediáticas joyas desaparecidas, como la Pagoda -derribada en 1999-, y tesoros desconocidos, como Santa Ana y la Esperanza, una pequeña parroquia popular en el barrio de Moratalaz.



La proyectó en 1965, en homenaje a su hija Anaick, que murió con seis años por una partida de vacunas de polio en mal estado. Junto al sagrario, la escultura de una niña sujeta una vela en su honor, pero en toda la iglesia se nota una atmósfera de cariño y una sobriedad como de cueva paleocristiana. "Fisac tenía una religiosidad rotunda y sencilla", explica Fernando Sánchez Mora, que colaboró con el maestro en sus últimos años. "Y a algunos, lo austero les parece pobre...", dice, señalando los actuales toques decorativos que rompen las poéticas líneas de la obra original: pósters de "Dios te ama" o "Pescador de hombres" pegados sobre el hormigón visto, una máquina de velitas eléctricas o un infantil dibujo del niño Jesús sobre el sobrio altar. A las ventanas les han salido unas feas rejas, un cartel de colores rompe la visión de la fachada, y lo peor: las vidrieras de Fisac, formadas por abstractas escamas azules, han sido sustituidas por otras más convencionales en las que un obispo saluda o una paloma baja del cielo. Según su hija Taciana, Fisac dejó de ir a esta iglesia, donde hicieron la comunión sus niños, porque le horrorizaban este tipo de pegotes.

Aun así, para una iglesia de barrio, Santa Ana sigue siendo un catálogo de vanguardia y personalidad arquitectónica. Un poema de aire y hormigón que no se parece a nada. La cubierta, patente del arquitecto, está hecha con huecas vigas-hueso; la planta tiene forma de pez manta o de murciélago. "No pienso una solución estética y luego me sale así", decía Fisac en una visita grabada a la iglesia que se conserva la Escuela de Arquitectura, "sino que veo lo que tengo que hacer, dónde y cómo hacerlo, y luego me sale así". "Él siempre decía que sus proyectos eran como una película de Hitchcock", apunta Sánchez Mora, "porque se sorprendía al final".

Santa Ana fue la primera iglesia que Fisac hizo de acuerdo con los principios del Concilio Vaticano II. Hasta entonces el cura daba misa en latín y de espaldas a los feligreses. Las iglesias preconciliares de Fisac estaban proyectadas como una procesión de fieles que seguía al sacerdote hacia la luz. Tras el Concilio, "el planteamiento espacial era completamente distinto, casi opuesto", según el arquitecto. Tuvo que imaginar que el cura se detenía y se daba la vuelta para hablar directamente y de forma clara a la comunidad. ¿Qué harían entonces los feligreses? Formar un corro. Y ese corro, la manera natural en la que la gente se congrega para escuchar, da el dibujo de la planta. Función y luego forma. Y luego, si eso, arte. "El resultado puede ser o no ser bello, pero es lo que ha salido; luego le pones sensibilidad como puedes, y si no, pues nada", decía el maestro, siempre campechano. "¡Olvidad que sois artistas, porque igual no lo sois!", recomendaba a los jóvenes arquitectos. "¡Por ahí puede salir arte, pero nunca entrar!", exclamaba señalando la puerta del aula. Para él, la sensibilidad era algo íntimo e inconsciente, que se podía educar -estudiando los arreglos florales japoneses o admirando los jardines de la Alhambra-, pero en ningún caso se podía forzar como un ejercicio de estilo.


"En su momento me gustó mucho, porque estaba fuera de todo lo que había", dice la esposa del arquitecto, Ana María Badell, sobre Santa Ana. "Pero ahora, la verdad es que ya no me gusta ninguna iglesia. Para rezar basta una encina en el campo. Seguro que él piensa lo mismo", admite.

Fuente: El País

2 comentarios :

  1. alguien me puede decir dos iglesias en las que alla arquitectado miguel fisac

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  2. A fecha de hoy julio 2012, con las actuaciones de restauración de la CAM se han solucionado algunos problemas de estructura y mantenimiento. El retorno del edificio al sentido original del proyecto, pues no,   la obra  de FISAC sigue sin tenerse en cuenta, patios repintados y encalados, falta de cuidado en la ornamentación de la iglesia, vidrieras, puertas...En definitiva ya hace mucho del Concilio Vaticano II y la Iglesia parece que tiene otras preocupaciones, intereses, relaciones con los fieles. Muy mejorable todo.

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