La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha un nuevo protocolo para la detección en estadios iniciales de los casos de pacientes con enfermedad de Parkinson y su derivación a los recursos sanitarios más adecuados. El objetivo último de esta iniciativa es mejorar la asistencia y calidad de vida de los 11.000 pacientes de Parkinson que residen en la región y detectar con antelación la enfermedad en posibles afectados.
La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después de la enfermedad de Alzheimer. Su origen último no esta todavía determinado, pero se relaciona con la pérdida de neuronas transmisoras de dopamina, una hormona fundamental para el funcionamiento del cerebro. Según diferentes estudios, su prevalencia en España es de 1,7 casos por mil habitantes, lo que arrojaría una cifra global aproximada de 80.000 pacientes.
El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha presentado el nuevo protocolo en la víspera del Día Mundial del Parkinson, que se celebra el 11 de abril. En la elaboración del protocolo han participado más de 30 profesionales y responsables de hospitales, centros de salud, diferentes departamentos del Servicio Madrileño de Salud, de la Consejería de Asuntos Sociales y ocho sociedades científicas. El protocolo ha sido liderado por la Dirección General de Atención al Paciente.
La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después de la enfermedad de Alzheimer. Su origen último no esta todavía determinado, pero se relaciona con la pérdida de neuronas transmisoras de dopamina, una hormona fundamental para el funcionamiento del cerebro. Según diferentes estudios, su prevalencia en España es de 1,7 casos por mil habitantes, lo que arrojaría una cifra global aproximada de 80.000 pacientes.
El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha presentado el nuevo protocolo en la víspera del Día Mundial del Parkinson, que se celebra el 11 de abril. En la elaboración del protocolo han participado más de 30 profesionales y responsables de hospitales, centros de salud, diferentes departamentos del Servicio Madrileño de Salud, de la Consejería de Asuntos Sociales y ocho sociedades científicas. El protocolo ha sido liderado por la Dirección General de Atención al Paciente.