Por otras de condensación que utilizan Gas Natural

Más de 450 comunidades de propietarios se han beneficiado de las ayudas del
Plan de Sustitución de Calderas de Carbón de la Comunidad, cuyos objetivos son aumentar la seguridad de las instalaciones, incrementar la eficiencia energética de las mismas y reducir la contaminación atmosférica. Este Plan se puso en marcha en 2009 subvencionando la transformación de salas de calderas de carbón para el uso del gas natural como combustible.
La Comunidad cuenta con cerca de 2,5 millones de viviendas familiares que son responsables de alrededor del 25% del consumo de energía de la región. El 40% del consumo energético de las viviendas corresponde al uso de la climatización.
Con anterioridad a la puesta en marcha de este Plan, existían en la región alrededor de
1.300 calderas de carbón, que consumían unas 30.000 toneladas anuales. Se trata de instalaciones muy antiguas, con un deficiente estado de conservación, lo que hace que sean poco seguras y muy poco eficientes desde el punto de vista energético.
Con el desarrollo y ejecución de este Plan se ha conseguido un ahorro energético anual de unas 3.000 toneladas equivalentes de petróleo y
evitar la emisión a la atmósfera de cerca de 20.000 toneladas anuales de CO2. Esto equivale al consumo de energía anual de una población de unos 2.000 habitantes, como por ejemplo el municipio de Rascafría.
Además, las emisiones de las calderas de carbón son muy contaminantes, por lo que estas sustituciones contribuyen a la mejora de la calidad del aire, dejándose de emitir a la atmósfera unas 600 toneladas anuales de dióxido de azufre.