Operan 50 líneas de autobuses con 2.000 destinos
Desde su inauguración en 1971, en la calle de Canarias, hasta ahora, la Estación Sur de Autobuses ha vivido una profunda transformación que la ha convertido en la estación con mayor tráfico de España, con 1.500 destinos finales en España, y 500 más en Europa y Marruecos, a través de 50 líneas de autobuses.
Los 7 millones de viajeros que la utilizaron el pasado año atestiguan el papel que desempeña para la conectividad y la movilidad de la ciudad. Ana Botella, alcaldesa de Madrid, ha presentado el proyecto de remodelación que, con una inversión de 5 millones de euros sin repercusión alguna sobre el precio de los billetes, que financiará la empresa concesionaria, servirá para atender a "las necesidades surgidas con el paso de los años, hacer más agradable la espera de los viajeros y adecuarla a la transformación experimentada por nuestra ciudad".
Las obras, cuya conclusión está prevista para finales del próximo año, incidirán en lo que son ejes prioritarios de la política de movilidad sostenible y transporte público del Ayuntamiento de Madrid: potencian una infraestructura que conecta los autobuses de largo recorrido con Cercanías y Metro; optimizan las instalaciones para favorecer la eficiencia energética; aumentan la seguridad y el confort del viajero y mejoran sus condiciones de accesibilidad, especialmente para personas con discapacidad.
"Sobre esta facilidad de acceso al transporte público quiero destacar -dijo la alcaldesa-que más del 75% de la población de Madrid tiene una parada de autobús o entrada de Metro a menos de 300 metros".
Con los trabajos se pretende conseguir un ahorro energético en climatización del 30%; otro de más de un tercio del consumo, mejorando la luminosidad y la calidad de la luz; mejorar la iluminación mediante tecnología LED, y disminuir la emisión de CO2.
En materia de accesibilidad se van a colocar pavimentos para la orientación del recorrido; crear zonas específicas de descanso con elementos adaptados; se construirá una nueva rampa doble; se mejorarán los aseos para las personas con discapacidad y se instalarán ascensores accesibles.
En lo referente al confort del viajero, se enmarcan los nuevos elementos de señalización dinámica; la reforma de la zona comercial y también la mejora de la señalización y atención al viajero desde el aparcamiento.
La alcaldesa hizo un breve repaso a la historia de esta estación, una de las mayores "puertas de acceso" a Madrid y cuyo impacto económico "es esencial para nuestra cuidad". Fue en 1966 cuando el Ayuntamiento acordó su construcción en la calle de Canarias. Cinco años más tarde, en 1971, se inauguró y desde entonces hasta 1997 cuando, tras la firma del convenio entre Ayuntamiento y Comunidad, comenzó a funcionar en su actual emplazamiento de Méndez Álvaro, ha jugado un papel clave para el transporte de viajeros y para la movilidad interna de Madrid, al no sobrecargar sus calles. "Por un lado -explicó la alcaldesa- porque agrupa un gran número de llegadas y salidas de líneas de largo recorrido que no acceden al centro de la ciudad, y, por otro, por sus conexiones con otros medios de transporte público".
Estas dos características hacen de ella una estación estratégica: situada en el interior del cinturón que define la Calle 30, muy próxima al núcleo central de actividad de la ciudad, y que cuenta con las mejores conexiones de transporte de alta capacidad, como son Cercanías y Metro. Su emplazamiento, junto a Calle 30 y la facilidad para conectar con la M-40 y la A-3, permite un fácil acceso para los más de 320.000 autobuses que la utilizan anualmente.
El tránsito de una ciudad tradicional a otra sostenible y moderna lo inició Madrid hace ya mucho tiempo. Por eso hoy, como subrayó Botella, "ofrece muchas más posibilidades para desplazarse de forma segura y limpia que hace tan solo 10 años". Ese recorrido en pro de la movilidad sostenible está jalonado de medidas, muchas de ellas pioneras en el país. Una de las de mayor calado es el Plan de Calidad del Aire 2011-2015 con un 70% de iniciativas enfocadas a la conciliación de esos dos conceptos: calidad atmosférica y movilidad.
Pero, como recordó la alcaldesa, en ese empeño se encuentran también la mejora y ampliación del transporte público y de sus infraestructuras; la compra de flota "limpia" no contaminante para renovar los autobuses de la EMT y el resto de vehículos municipales; la ejecución de más de 280 kilómetros de vías ciclistas que en 2014 aumentarán hasta 350; los incentivos para vehículos impulsados por combustibles limpios; el fomento del uso compartido del vehículo privado o las subvenciones para renovación de taxis.
La actuación más reciente, aún en ejecución, brindará a partir de noviembre a la ciudad un nuevo cinturón, la M-10, que, con sus 10,3 kilómetros, recorrerá las "rondas", los "bulevares" y los paseos del Prado y Recoletos. En este trayecto se reordenará la movilidad de tal forma que el carril de la derecha estará reservado para autobús y taxi; y el inmediatamente contiguo a éste se convertirá en un ciclo-carril en el que convivirán bicicletas y automóviles, éstos últimos a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. "Con todo ello hemos conseguido más y mejores alternativas para reducir la circulación de vehículos contaminantes por la ciudad".
Los 7 millones de viajeros que la utilizaron el pasado año atestiguan el papel que desempeña para la conectividad y la movilidad de la ciudad. Ana Botella, alcaldesa de Madrid, ha presentado el proyecto de remodelación que, con una inversión de 5 millones de euros sin repercusión alguna sobre el precio de los billetes, que financiará la empresa concesionaria, servirá para atender a "las necesidades surgidas con el paso de los años, hacer más agradable la espera de los viajeros y adecuarla a la transformación experimentada por nuestra ciudad".
Las obras, cuya conclusión está prevista para finales del próximo año, incidirán en lo que son ejes prioritarios de la política de movilidad sostenible y transporte público del Ayuntamiento de Madrid: potencian una infraestructura que conecta los autobuses de largo recorrido con Cercanías y Metro; optimizan las instalaciones para favorecer la eficiencia energética; aumentan la seguridad y el confort del viajero y mejoran sus condiciones de accesibilidad, especialmente para personas con discapacidad.
"Sobre esta facilidad de acceso al transporte público quiero destacar -dijo la alcaldesa-que más del 75% de la población de Madrid tiene una parada de autobús o entrada de Metro a menos de 300 metros".
Obras, algunos datos
Con los trabajos se pretende conseguir un ahorro energético en climatización del 30%; otro de más de un tercio del consumo, mejorando la luminosidad y la calidad de la luz; mejorar la iluminación mediante tecnología LED, y disminuir la emisión de CO2.
En materia de accesibilidad se van a colocar pavimentos para la orientación del recorrido; crear zonas específicas de descanso con elementos adaptados; se construirá una nueva rampa doble; se mejorarán los aseos para las personas con discapacidad y se instalarán ascensores accesibles.
En lo referente al confort del viajero, se enmarcan los nuevos elementos de señalización dinámica; la reforma de la zona comercial y también la mejora de la señalización y atención al viajero desde el aparcamiento.
Una de las mayores puertas de acceso a Madrid
La alcaldesa hizo un breve repaso a la historia de esta estación, una de las mayores "puertas de acceso" a Madrid y cuyo impacto económico "es esencial para nuestra cuidad". Fue en 1966 cuando el Ayuntamiento acordó su construcción en la calle de Canarias. Cinco años más tarde, en 1971, se inauguró y desde entonces hasta 1997 cuando, tras la firma del convenio entre Ayuntamiento y Comunidad, comenzó a funcionar en su actual emplazamiento de Méndez Álvaro, ha jugado un papel clave para el transporte de viajeros y para la movilidad interna de Madrid, al no sobrecargar sus calles. "Por un lado -explicó la alcaldesa- porque agrupa un gran número de llegadas y salidas de líneas de largo recorrido que no acceden al centro de la ciudad, y, por otro, por sus conexiones con otros medios de transporte público".
Estas dos características hacen de ella una estación estratégica: situada en el interior del cinturón que define la Calle 30, muy próxima al núcleo central de actividad de la ciudad, y que cuenta con las mejores conexiones de transporte de alta capacidad, como son Cercanías y Metro. Su emplazamiento, junto a Calle 30 y la facilidad para conectar con la M-40 y la A-3, permite un fácil acceso para los más de 320.000 autobuses que la utilizan anualmente.
Una estrategia de largo recorrido
El tránsito de una ciudad tradicional a otra sostenible y moderna lo inició Madrid hace ya mucho tiempo. Por eso hoy, como subrayó Botella, "ofrece muchas más posibilidades para desplazarse de forma segura y limpia que hace tan solo 10 años". Ese recorrido en pro de la movilidad sostenible está jalonado de medidas, muchas de ellas pioneras en el país. Una de las de mayor calado es el Plan de Calidad del Aire 2011-2015 con un 70% de iniciativas enfocadas a la conciliación de esos dos conceptos: calidad atmosférica y movilidad.
Pero, como recordó la alcaldesa, en ese empeño se encuentran también la mejora y ampliación del transporte público y de sus infraestructuras; la compra de flota "limpia" no contaminante para renovar los autobuses de la EMT y el resto de vehículos municipales; la ejecución de más de 280 kilómetros de vías ciclistas que en 2014 aumentarán hasta 350; los incentivos para vehículos impulsados por combustibles limpios; el fomento del uso compartido del vehículo privado o las subvenciones para renovación de taxis.
La actuación más reciente, aún en ejecución, brindará a partir de noviembre a la ciudad un nuevo cinturón, la M-10, que, con sus 10,3 kilómetros, recorrerá las "rondas", los "bulevares" y los paseos del Prado y Recoletos. En este trayecto se reordenará la movilidad de tal forma que el carril de la derecha estará reservado para autobús y taxi; y el inmediatamente contiguo a éste se convertirá en un ciclo-carril en el que convivirán bicicletas y automóviles, éstos últimos a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. "Con todo ello hemos conseguido más y mejores alternativas para reducir la circulación de vehículos contaminantes por la ciudad".
Y harán algo para mejorar la seguridad de los viajeros y evitar robos? Como por ejemplo limitar el acceso a las dársenas de solo los pasajeros que tengan billete?
ResponderEliminarYo no voy en bus por el alto número de robos que se producen en esa estación.
Correcto Federico, muchos robos en esa estación. A mí me intentaron robar y salí corriendo detrás de la persona que lo intentó, había 4 policías de paisano que lo pararon. Está muy vigilada la estación, pero necesita aún más seguridad.
ResponderEliminar