viernes, 31 de julio de 2020

La antigua fábrica de Clesa contará con una pasarela de conexión con el Hospital Ramón y Cajal



El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado por unanimidad, la modificación del Plan General para el ámbito de Clesa, que dará una nueva vida al edificio de la antigua fábrica lechera, situada en el distrito de Fuencarral-El Pardo, y permitirá integrar todo ese ámbito en la ciudad, facilitando asimismo su comunicación con el Hospital Ramón y Cajal.

El Área de Desarrollo Urbano, que dirige Mariano Fuentes, ha cambiado el proyecto aprobado inicialmente en 2018 –tras tres años paralizado-, y presenta una nueva propuesta que reduce el impacto negativo que la anterior tenía sobre el paisaje, reduce el volumen, y define mejor toda la zona. Una acción que supondrá una importante revitalización del barrio de Valverde y una mejora para los vecinos.


La presente modificación tiene un doble objetivo: por un lado, incluir la fábrica Clesa, del arquitecto Alejandro de la Sota, en el Catálogo de Edificios Protegidos con un nivel 3 de protección, grado parcial; y, por otro, incrementar las dotaciones públicas. La actuación comprende una superficie de 37.926,70 m2.

El Ayuntamiento obtiene mediante cesión el edificio de la fábrica para equipamiento dotacional y con el nuevo proyecto se ganan 10.379 m2 de zonas verdes, más espacios públicos, se mejora la accesibilidad de la estación de Cercanías y se crea una pasarela peatonal que une con el Hospital Ramón y Cajal.

Además, mientras que en el plan aprobado inicialmente la fábrica quedaba encajonada, ahora eso se corrige al reducir el volumen (el número máximo de plantas se fija en 25 frente a las 32 del plan inicial) sin perder edificabilidad y se aumenta también el espacio libre de uso público.

«Es un proyecto nuevo adaptado a la sociedad actual. Un proyecto ilusionante y respetuoso con la ciudad», ha destacado Fuentes.

Un revulsivo para el Hospital Ramón y Cajal



Esta actuación conllevará una importante mejora del entorno inmediato del Hospital Ramón y Cajal y se suplirán las carencias actuales con acciones como:

  • La ampliación del apeadero de la estación de Cercanías
  • Dotación de nuevas plazas de aparcamiento
  • Facilitar la conexión peatonal entre el Hospital y la zona de Herrera Oria
  • Posibilidad de usar las oficinas y espacios que se creen para la actividad docente del hospital
  • Creación de alojamientos para estancias temporales de los familiares de los pacientes y de los propios sanitarios.

Entre los usos permitidos en el ámbito están el de hospedaje (con una limitación del 50% sobre la edificabilidad total); el comercial en categoría de pequeña y mediana superficie; el de oficinas; el terciario recreativo, y otros servicios terciarios. Por su parte, el edificio de Clesa se cataloga como dotacional de servicios colectivos.

Más accesible y mejor comunicado




Para mejorar la accesibilidad se incorpora una pasarela peatonal sobre las vías férreas que comunica el hospital con el espacio público del entorno de la fábrica. En los terrenos del hospital, la nueva pasarela dará continuidad a un itinerario peatonal que, cruzando la carretera de Colmenar (M-607), alcance el barrio de la Paz.

Esto se completa con la cesión de suelo para la mejora de la estación de Cercanías Ramón y Cajal, lo que permitirá disponer de un tramo recto de vías (actualmente está parcialmente en curva) y ampliar el apeadero existente para hacerlo más accesible.

Historia de la fábrica


La fábrica de Clesa, situada en la avenida del Cardenal Herrera Oria, 67, fue diseñada por el arquitecto Alejandro de la Sota y se construyó entre 1958 y 1961. Estuvo en actividad hasta finales de mayo de 2011 pero, desde entonces, la instalación se mantiene cerrada y sin uso, con un deterioro importante.

Se trata de una de las primeras obras de edificación realizadas en hormigón pretensado, que permitía una mayor flexibilidad en el uso de espacios al hacer posible las grandes luces libres de pilares y, por tanto, facilitar el desplazamiento de la maquinaria y la disposición de las cadenas de producción. Por éste y otros aspectos el edificio es un exponente de la arquitectura industrial española.

La parcela ofrece una inmejorable oportunidad para regenerar el entorno urbano, implantando usos dotacionales, infraestructuras y terciarios en una posición privilegiada. Este edificio es uno de los que el Ayuntamiento ha ofrecido para la segunda edición del concurso internacional Reinventing Cities, para el que ya se han presentado nueve proyectos. 

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