En el artículo anterior os contábamos
la historia del Puente de Toledo, un puente ahogado por el tráfico desde hace más de 30 años, que ahora se ha visto liberado de él gracias al soterramiento de la M-30.
El nuevo espacio ganado a los coches, nos permitirá recorrer el puente de Toledo bajo sus ojos, en la margen derecha con lo que ha dado en llamarse los
"Jardines del Puente de Toledo", y en la margen izquierda, con la extensión del Parque de la Arganzuela.
Los Jardines del Puente de Toledo
En la margen derecha del río se está trabajando en los Jardines del Puente de Toledo, constituyendo una unidad ambiental con carácter propio y en estrecha relación con la glorieta del Marqués de Vadillo y el Salón de Pinos.
En una primera fase se procedió a realizar los trabajos de protección de las infraestructuras subterráneas y la realización de la topografía definitiva de los nuevos jardines.
El proyecto, que afecta a una superficie de 39.276 metros cuadros, incluye dos zonas pavimentadas al sur y norte de los estribos del puente, unos jardines compuestos por setos esculpidos con siluetas florales con un carácter de jardinería monumental, y en una franja algo más alejada de dichos estribos, dos áreas arboladas que servirán de nexo de relación con las arboledas del Salón de Pinos.


Como puede apreciarse en las imágenes, en la zona norte se están realizando unas
gradas frente al río, y se ha bajado la altura del cajero, lo que permitirá acercarse un poco más a la superficie del agua.