Ya se ha iniciado el inicio del curso universitario en las 14 universidades ubicadas en la Comunidad de Madrid. La Politécnica, la Autónoma y Comillas arrancaron el pasado lunes 7 de septiembre y cada lunes de septiembre lo harán más universidades.
Son más de 300.000 estudiantes y casi 26.000 profesores e investigadores los que acogen los campus de todas las universidades madrileñas. Las residencias universitarias Madrid están ya poco a poco incorporando inquilinos y lugares como la Ciudad Universitaria en el distrito Moncloa-Aravaca vuelven a presentar vida en sus calles.
El curso anterior estuvo marcado por el fin precipitado de las clases presenciales por la pandemia COVID-19 que trastocó muchas vidas de estudiantes residentes en la capital. De esta forma se produjeron cambios en Colegios mayores de Madrid, la mayoría de estudiantes no residentes en la capital y procedentes de otras provincias acabaron su estancia de forma precipitada para seguir las clases de forma online en, la mayoría de ocasiones, el hogar familiar.
Ahora que vuelve el curso de la “nueva normalidad” o realidad se esperan cambios evidentes en el día a día de facultades y escuelas. Medidas de encaminamientos en pasillos, presencia de gel de manos, cartelería de recordatorio de la mascarilla obligatoria o del aforo máximo de las aulas, más ventilación, toma de la temperatura a los alumnos antes de la entrada en las aulas, menos papeles y fotocopias…
El aforo en aulas y laboratorios quedará limitado a un máximo del 50% en función del espacio disponible. Los horarios de entrada serán escalonados para que no se produzcan aglomeraciones de personas en los pasillos y accesos.
Se ha decidido que, mediante aplicaciones informáticas, los contenidos exclusivamente teóricos se realicen de forma no presencial. Se han instalado sistemas de grabación para la retransmisión por streaming de las clases. Algunas clases contarán con cámaras denominadas “340 grados” por ejemplo y se fomentará la grabación de contenidos didácticos.
Se anuncia que los contenidos prácticos se podrían concentrar en el segundo cuatrimestre, es decir, a partir de enero de 2021. La experimentación y prueba no permite hacer estas clases a distancias, por tanto, se buscará que se realicen en grupos de máximo 10 alumnos y con distancias mínimas.
Tan importante es la vida dentro de las escuelas y facultades es el trayecto hasta y desde la universidad. Para ello el transporte favorito y más utilizado de los universitarios madrileños seguirá siendo el Metro primero y el Cercanías después. Estas operadoras han intensificado las labores de señalización de buenos comportamientos y anuncian que no se existe riesgo alto de contagios en sus vehículos por varios motivos: la mascarilla obligatoria, la ventilación, la no interacción entre usuarios y la desinfección diaria.
Alternativas individuales para ir a estudiar es la bicicleta, la cual ha presentado un aumento de uso significativo desde la desescalada. En versión clásica o con asistencia eléctrica la bici se presenta como buena elección por su bajo coste, mantenimiento y agilidad además de su aspecto saludable por el ejercicio físico moderado que supone.
También presentan más uso otros vehículos de dos ruedas como el patinete eléctrico. Una opción compacta, cómoda y ligera, que se guarda en cualquier lugar de casa, se puede llevar en el tren o en el bus plegado. La moto o el ciclomotor también permiten el trayecto puerta a puerta y supone una alternativa en la que pueden ir dos personas.
A medida que el curso avance los negocios alrededor de los campus, como son los bares, restaurantes, discos, etc del barrio de Argüelles y Moncloa irán ganando la presencia de más jóvenes que quieran disfrutar de su tiempo libre. En verdad existe muchas empresas de restauración y hostelería que “viven” de esta clientela, no solo en la vida nocturna y de ocio sino en el día a día por sus compras y visitas como supermercados, papelerías, librerías…
Son más de 300.000 estudiantes y casi 26.000 profesores e investigadores los que acogen los campus de todas las universidades madrileñas. Las residencias universitarias Madrid están ya poco a poco incorporando inquilinos y lugares como la Ciudad Universitaria en el distrito Moncloa-Aravaca vuelven a presentar vida en sus calles.
El curso anterior estuvo marcado por el fin precipitado de las clases presenciales por la pandemia COVID-19 que trastocó muchas vidas de estudiantes residentes en la capital. De esta forma se produjeron cambios en Colegios mayores de Madrid, la mayoría de estudiantes no residentes en la capital y procedentes de otras provincias acabaron su estancia de forma precipitada para seguir las clases de forma online en, la mayoría de ocasiones, el hogar familiar.
Ahora que vuelve el curso de la “nueva normalidad” o realidad se esperan cambios evidentes en el día a día de facultades y escuelas. Medidas de encaminamientos en pasillos, presencia de gel de manos, cartelería de recordatorio de la mascarilla obligatoria o del aforo máximo de las aulas, más ventilación, toma de la temperatura a los alumnos antes de la entrada en las aulas, menos papeles y fotocopias…
La teoría será online
El aforo en aulas y laboratorios quedará limitado a un máximo del 50% en función del espacio disponible. Los horarios de entrada serán escalonados para que no se produzcan aglomeraciones de personas en los pasillos y accesos.
Se ha decidido que, mediante aplicaciones informáticas, los contenidos exclusivamente teóricos se realicen de forma no presencial. Se han instalado sistemas de grabación para la retransmisión por streaming de las clases. Algunas clases contarán con cámaras denominadas “340 grados” por ejemplo y se fomentará la grabación de contenidos didácticos.
Las prácticas de laboratorio en grupos reducidos
Se anuncia que los contenidos prácticos se podrían concentrar en el segundo cuatrimestre, es decir, a partir de enero de 2021. La experimentación y prueba no permite hacer estas clases a distancias, por tanto, se buscará que se realicen en grupos de máximo 10 alumnos y con distancias mínimas.
A la facultad en transporte público, bici, patinete…
Tan importante es la vida dentro de las escuelas y facultades es el trayecto hasta y desde la universidad. Para ello el transporte favorito y más utilizado de los universitarios madrileños seguirá siendo el Metro primero y el Cercanías después. Estas operadoras han intensificado las labores de señalización de buenos comportamientos y anuncian que no se existe riesgo alto de contagios en sus vehículos por varios motivos: la mascarilla obligatoria, la ventilación, la no interacción entre usuarios y la desinfección diaria.
Alternativas individuales para ir a estudiar es la bicicleta, la cual ha presentado un aumento de uso significativo desde la desescalada. En versión clásica o con asistencia eléctrica la bici se presenta como buena elección por su bajo coste, mantenimiento y agilidad además de su aspecto saludable por el ejercicio físico moderado que supone.
También presentan más uso otros vehículos de dos ruedas como el patinete eléctrico. Una opción compacta, cómoda y ligera, que se guarda en cualquier lugar de casa, se puede llevar en el tren o en el bus plegado. La moto o el ciclomotor también permiten el trayecto puerta a puerta y supone una alternativa en la que pueden ir dos personas.
Negocios y locales que esperan a los universitarios
A medida que el curso avance los negocios alrededor de los campus, como son los bares, restaurantes, discos, etc del barrio de Argüelles y Moncloa irán ganando la presencia de más jóvenes que quieran disfrutar de su tiempo libre. En verdad existe muchas empresas de restauración y hostelería que “viven” de esta clientela, no solo en la vida nocturna y de ocio sino en el día a día por sus compras y visitas como supermercados, papelerías, librerías…
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