lunes, 23 de junio de 2008

El Palacio de la Música echa el telón

23 de junio de 2008
Por Liberal_Madrid



El emblemático cine de Gran Vía 35, casi vacío, proyectó ayer su última sesión tras 82 años de actividad según la informa elpaís.com

Fue, "tal vez, el mejor cinematógrafo de Europa", según se dijo en el Abc del 14 de noviembre de 1926, día siguiente al de su inauguración: "El Palacio de la Música es un prodigio de lujo, buen gusto, comodidad, elegancia…". Tenía unas 2000 localidades y allí se estrenaron la primeras películas de Joselito o Marisol, y películas de Cukor, Bergman, David Lean, Orson Welles, Hitchcock, Almodóvar, Clint Eastwood…

El cine, construido por el arquitecto Secundino Zuazo, fue inaugurado con un concierto ya que el nuevo cinematógrafo era también lugar de conciertos, especialmente los viernes por la tarde con la Orquesta Nacional y albergaba en su sótano una sala de fiestas. En el exterior destaca la fachada, de concepción claramente clasicista, mientras que en el interior es interesante su decoración barroca. Cuando a principio de los años ochenta comenzó la primera crisis de las salas cinematográficas, el Palacio de la Música se transformó en tres salas aprovechando buena parte de los bajos en que se había situado aquella sala de fiestas. Se perdió entonces parte de su encanto pero esta adaptación tuvo que ser realizada por numerosos cines de su entorno para sobrevivir.

El caso es que la mítica Gran Vía, que se llamó "el Broadway madrileño", se está quedando sin cines. Desaparecieron el Azul, Pompeya, Rex, Imperial, Avenida… y siguen amenazados los pocos que quedan. Con el cierre del histórico cine, sólo quedan ya en la Gran Vía tres salas: el Palacio de la Prensa, el Capitol y el Callao. 18 cines han sido cerrados en el centro de Madrid en los últimos cuatro años. En el año 2000 había 13 cines en la Gran Vía. El cine Avenida fue el último en cerrar, el año pasado.

Después del verano, según fuentes de la empresa, es probable que empiecen las obras que convertirán sus casi 4.000 metros cuadrados en un auditorio, aunque los compradores, la Fundación Caja Madrid, y los propietarios, con el constructor valenciano Juan Bautista Soler a la cabeza, aún están pendientes de una última reunión, el próximo lunes, para cerrar definitivamente la compra. Cuánto pagará la Fundación Caja Madrid por los cines es una incógnita que nadie quiere desvelar. Los Soler aún son propietarios de los cines Acteón, de los Morasol y de los teatros Amaya.

En fin, dentro de lo malo, parece que el Palacio de la Música se convertirá en sala de conciertos, devolviéndole así al local su esencia primitiva. Pero entre sus paredes seguirán los ecos cinematográficos que le dieron vida y son ya historia, las imágenes que permanecen en la retina de los afortunados espectadores que disfrutaron de una sala que presumía, y con razón, de ser uno de los mejores cines de Europa.

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