La plaza situada sobre el aparcamiento de residentes de la calle Antonio Machado, en el distrito de Moncloa-Aravaca, cuenta desde finales de octubre con accesos más cómodos al parque, zonas de sombra, una red de riego adaptada a la vegetación y nuevo mobiliario urbano, debido a la reordenación ejecutada por el Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad. La inversión ha ascendido a 326.000 euros, IVA incluido, y se ha realizado con cargo a las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) de 2018.
Al tratarse de un parque consolidado, las obras, que han durado tres meses, se han realizado con criterios de accesibilidad universal en los espacios de nueva implantación y con una mejora de los elementos rehabilitados donde no ha sido posible implementar medidas de accesibilidad universal. Así, los bancos y juegos infantiles de integración permiten el descanso y la utilización de todos los usuarios.
También se ha habilitado un paseo perimetral con accesos más cómodos. Los caminos y áreas estanciales se han reformado con arena de río, pavimento terrizo y baldosa hidráulica, de forma que con la repavimentación de todos los caminos se ha mejorado la movilidad.
La red de riego se ha remodelado para adecuarse a las nuevas plantaciones y responder a los requisitos de la normativa municipal, que pasan por aumentar la eficiencia de los sistemas de riego, promover la reducción del consumo de agua y favorecer los automatismos para disminuir las operaciones manuales en la gestión del riego.
Este parque de Antonio Machado tiene unas limitaciones en el terreno debido a que la mayor parte de la plaza se ubica sobre la cubierta de un aparcamiento para residentes. De hecho, la vegetación existente se encontraba en condiciones deficientes, por lo que se han seleccionado especies que necesitan poca agua y que son resistentes a la sequía siguiendo las recomendaciones de la Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua en la Ciudad de Madrid. Para el perímetro de los parterres de césped se han seleccionado especies decorativas de arbustos que protegen y evitan el acceso a su interior.
La imagen que ofrece el parque tras las obras es la de una zona verde consolidada, ya que se han seleccionado árboles de tamaño grande, entre los que destacan seis almeces, una especie autóctona. Además, se han instalado tres pérgolas de madera con jardineras en las bases que dan sombra a la parte central de la plaza y a la zona de juegos infantiles, unificados en una única área con un acabado de suelo de caucho y con seis nuevos elementos, entre los que destacan toboganes, columpios y balancines.
El mobiliario urbano que se ha instalado, tanto en caminos como en áreas estanciales, está diseñado para facilitar la funcionalidad del parque. En concreto, se han colocado 16 nuevos bancos, ocho papeleras basculantes metálicas, dos mesas rusticas de picnic y soportes de acero inoxidable para bicicletas en la zona de acceso al colegio Lepanto. Por otra parte, los bancos-jardineras existentes se han sustituido por parterres ajardinados.
Al tratarse de un parque consolidado, las obras, que han durado tres meses, se han realizado con criterios de accesibilidad universal en los espacios de nueva implantación y con una mejora de los elementos rehabilitados donde no ha sido posible implementar medidas de accesibilidad universal. Así, los bancos y juegos infantiles de integración permiten el descanso y la utilización de todos los usuarios.
También se ha habilitado un paseo perimetral con accesos más cómodos. Los caminos y áreas estanciales se han reformado con arena de río, pavimento terrizo y baldosa hidráulica, de forma que con la repavimentación de todos los caminos se ha mejorado la movilidad.
La red de riego se ha remodelado para adecuarse a las nuevas plantaciones y responder a los requisitos de la normativa municipal, que pasan por aumentar la eficiencia de los sistemas de riego, promover la reducción del consumo de agua y favorecer los automatismos para disminuir las operaciones manuales en la gestión del riego.
Plantaciones adecuadas a la zona
Este parque de Antonio Machado tiene unas limitaciones en el terreno debido a que la mayor parte de la plaza se ubica sobre la cubierta de un aparcamiento para residentes. De hecho, la vegetación existente se encontraba en condiciones deficientes, por lo que se han seleccionado especies que necesitan poca agua y que son resistentes a la sequía siguiendo las recomendaciones de la Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua en la Ciudad de Madrid. Para el perímetro de los parterres de césped se han seleccionado especies decorativas de arbustos que protegen y evitan el acceso a su interior.
La imagen que ofrece el parque tras las obras es la de una zona verde consolidada, ya que se han seleccionado árboles de tamaño grande, entre los que destacan seis almeces, una especie autóctona. Además, se han instalado tres pérgolas de madera con jardineras en las bases que dan sombra a la parte central de la plaza y a la zona de juegos infantiles, unificados en una única área con un acabado de suelo de caucho y con seis nuevos elementos, entre los que destacan toboganes, columpios y balancines.
El mobiliario urbano que se ha instalado, tanto en caminos como en áreas estanciales, está diseñado para facilitar la funcionalidad del parque. En concreto, se han colocado 16 nuevos bancos, ocho papeleras basculantes metálicas, dos mesas rusticas de picnic y soportes de acero inoxidable para bicicletas en la zona de acceso al colegio Lepanto. Por otra parte, los bancos-jardineras existentes se han sustituido por parterres ajardinados.
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