El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha protagonizado un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, donde ha anunciado que el Ayuntamiento va a instalar “una nueva línea de transporte público rápido, semejante a la de un tranvía, que conectará los desarrollos del norte de la ciudad con el Ramón y Cajal”. A través de vehículos eléctricos, y gracias a un nuevo carril reservado para este servicio, con prioridad semafórica en las intersecciones, los barrios de Sanchinarro y Valdebebas tendrán así acceso, desde finales de abril de 2023, a su hospital de referencia.
Las obras, que se iniciarán a finales de diciembre, cuentan con un plazo de ejecución de 4 meses y una inversión de 11 millones de euros, de los cuales, seis se destinarán a la compra de los autobuses, que tendrán capacidad para 100 personas. Los billetes se pagarán en los dispensadores que se instalarán en las marquesinas, que funcionará con paneles solares, minimizando así el tiempo que el autobús estará en la parada, ya que el conductor no interactuará con los pasajeros. La distancia de esta línea será de 30´9 kilómetros.
Según ha explicado el alcalde, este proyecto, que está enmarcado dentro de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, “supone el incremento de la oferta del transporte público a los madrileños de una forma rápida, eficiente y limpia, además de compatible con la protección del medio ambiente”. De hecho, se prevé que el menor uso del vehículo privado en estos desplazamientos puede redundar en una reducción acumulada de más de 700.000 km anuales en coche, y la disminución de 125 tn de CO2 y 200.000 kg de NOx.
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