martes, 17 de septiembre de 2019

Cómo tratar la adicción a las drogas en los adolescentes

El consumo de drogas está considerado como un grave problema social que afecta a personas tanto jóvenes como adultas, y que tiene nefastas consecuencias a todos los niveles: para su economía, para su vida social, y sobre todo, para su salud. Por ello, es importante el trabajo de prevención en este campo, conocer información sobre causas y síntomas, y también el tratamiento profesional cuando buscamos que una persona abandone estos malos hábitos.



Uno de los colectivos que más sufre los problemas derivados del consumo de drogas son los adolescentes. En el mundo actual, es relativamente fácil que los más jóvenes sientan interés por el consumo de estupefacientes. La curiosidad, la dejadez e incluso la presión social pueden llevar a un adolescente a entrar en una dinámica de consumo de estupefacientes que puede tener consecuencias nefastas para su salud si no se prevé o si no se ataja a tiempo.


Precisamente, la tarea más importante es la de la prevención, y en ella deben intervenir todos los integrantes del núcleo social en el que se encuentre el adolescente. La concienciación tanto en el núcleo familiar como en el centro educativo es un elemento fundamental.

Pero también es cierto que cuando la prevención no funciona debemos buscar ayuda profesional, un tratamiento efectivo de desintoxicación con el que ayudar al adolescente a superar su adicción. En este sentido, en Madrid contamos con Impasse Adicciones, que ofrece un Tratamiento adicción drogas Madrid con el especialista Fernando Botana.

Síntomas de la adicción a las drogas en adolescentes


Lo primero que debemos hacer para tratar de detectar el problema es conocer los síntomas que pueden hacernos deducir que un adolescente se está viendo afectado por el consumo regular de algún tipo de droga. Mayoritariamente son síntomas que se reflejan en cambios de conducta e incluso de hábitos en el adolescente que está pasando por esta difícil situación.

Para empezar, la propensión hacia una conducta irritable o agresiva suele ser una de las primeras consecuencias de un consumo continuado. También lo es la combinación de hiperactividad con momentos de pereza o cansancio. Otros signos que se detectan de forma más evidente son la rojez en los ojos, pupilas dilatadas, o dificultades en el habla, siendo esta más lenta o deficiente.

Y si hablamos de un cambio de conducta puro, debemos poner especial atención en si se producen mentiras, engaños, o incluso estafas o robos de pertenencias. Sin duda, el consumo de drogas por parte de un adolescente puede provocar situaciones delicadas o desagradables en el núcleo familiar que deben afrontarse desde la comprensión, con calma y con voluntad de solución.

Tipos de drogas habituales en los adolescentes


Entre las drogas existentes a día de hoy, destacan fundamentalmente cuatro tipos en el consumo entre adolescente. La más común es el consumo de bebidas alcohólicas. El botellón o las copas en discotecas son el caldo de cultivo perfecto para que los más jóvenes desarrollen una adicción al alcohol. En este caso, el consumo continuado y excesivo se manifiesta por problemas de memoria o conductas impulsivas o depresivas.

Después del alcohol, el tabaco es otro de los estupefacientes populares entre los adolescentes. Entre los más jóvenes, fumar suele estar visto como símbolo de un estatus superior, una idea sin fundamento que, sin embargo, representa un grave problema, puesto que el tabaco puede provocar problemas cardíacos y respiratorios que pueden derivar en enfermedades crónicas.

Un paso más allá se encuentra el consumo de cannabis, que también puede generar pérdidas de memoria o dificultar el aprendizaje, algo que representa un problema grave para los adolescentes en edad escolar. Un consumo continuado de cannabis en los jóvenes también abre la posibilidad de trastornos psiquiátricos de difícil reversión.

Y por último, cabe destacar que el consumo de cocaína también es un grave conflicto que afecta a los adolescentes hoy día. Esta sustancia se puede esnifar a través de las fosas nasales, o incluso fumar. Las consecuencias de la adicción a la cocaína puede ser nefastas: ataque cardíaco, pérdida de sueño, alucinaciones o depresión, entre otras causas problemáticas.

¿Cómo afrontar este problema?


En un mundo en el que los adolescentes tienen un acceso relativamente fácil a las drogas, es fundamental afrontar el problema con calma cuando nos encontramos ante un caso problemático. La pregunta más fácil que podemos hacernos es la siguiente: ¿Qué hago si mi hijo es adicto a las drogas? El primer paso es hablar con él y tratar de poner la honestidad por delante de todo para ubicar el conflicto.

En estas conversaciones para tratar de encauzar la situación, es importante tener presente que la adicción viene causada por el comportamiento y no por la persona. Es decir, debemos hacer entender al adolescente que el consumo de drogas es lo que le ha llevado a ese punto problemático, pero que no quiere decir que sea una mala persona, sino que con calma y trabajo se puede encontrar una solución.

Una vez conseguido esto, es fundamental cerciorarnos que el consumo de drogas ya no se repite. Para ello, deberemos mantener un contacto continuado con el adolescente, con especial atención a qué hace o dónde va cuando no está en casa o en el centro educativo. Todo ello, combinado siempre con la atención profesional, un elemento clave para que todos los engranajes para superar la adicción funcionen.

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