La misión de los estanques de tormentas es la de retener las aguas pluviales después de recorrer las calles y espacios públicos de la ciudad, así como la procedente de la propia red de saneamiento en los momentos de fuertes precipitaciones, para facilitar su correcta depuración posterior. De esta forma se evitan posibles inundaciones en el caso de fuertes lluvias, cuando el volumen de agua que discurre por el alcantarillado supera la capacidad de éste, y se impide que se viertan directamente al río las primeras aguas de lluvia que son las más contaminadas.
El estanque de tormentas de La China
El nuevo estanque de tormentas de la estación regeneradora de aguas residuales de La China, construido en la margen izquierda del Manzanares, conseguirá reducir anualmente en un 35% los vertidos directos por lluvias al río e, incluso, retener las aguas de la primera hora de precipitación -la más contaminada- del 95% de los aguaceros. Antes de llegar al Manzanares las aguas serán redistribuidas y tratadas en diferentes estaciones depuradoras.
El estanque de tormentas de La China va a contribuir en buena medida a este propósito, ya que recoge el agua procedente de los colectores en caso de lluvia para facilitar su correcta depuración y regular su vertido al río.
Este estanque de tormentas forma parte del Plan de Infraestructuras para la Mejora de la Calidad de las Aguas del Río Manzanares, puesto en marcha en 2005.
Este Plan incluye la construcción de 34 nuevos kilómetros de colectores y 27 estanques de tormentas, que permitirán eliminar todo tipo de elementos contaminantes antes de que lleguen al cauce del río.
Este Plan, cuyo presupuesto se acerca a los 500 millones de euros (más de lo invertido en políticas de saneamiento durante los últimos 30 años), garantizará la suficiencia del caudal del río, gracias a que se le devolverán, previamente tratadas y con una calidad asegurada, todas las aguas.
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