La ampliación de este vertedero controlado supone garantizar la viabilidad de esta infraestructura y asegurar el destino final de las basuras domésticas, evitando que acaben en lugares inapropiados y puedan generar un daño al medio ambiente y problemas para la salud pública. Cada madrileño produce 459 kilos de residuos urbanos al año, lo que se ha reducido un 11% desde 2007 y se ha duplicado su tratamiento desde 2003. El reciclaje de residuos urbanos ha aumentado un 20% en la pasada legislatura, un 66% desde 2003.
Las instalaciones de Colmenar habían alcanzado el máximo de su capacidad, por lo que se hacía imprescindible la ampliación. El depósito controlado de residuos sólidos urbanos de Colmenar Viejo fue inaugurado en 1985 y desde entonces se ha ampliado en tres ocasiones. El nuevo vaso, de 7,7 hectáreas, se ubica junto al ya existente, a tres kilómetros de Colmenar, en el denominado Paraje de Las Becerras, y se ha dejado la zona preparada para futuras ampliaciones.
Además de la construcción del nuevo vaso de vertido, el proyecto ha incluido instalaciones complementarias de impermeabilización, drenaje, desgasificación, sellado y accesos. Las obras han contado con un presupuesto de 3.034.257 millones y los trabajos han consistido en la remodelación topográfica de la zona y la excavación del vaso; protección de las aguas subterráneas y superficiales para evitar focos insalubres y proliferación de plagas.
Una vida útil de dos años
Además, se ha llevado a cabo todo el sistema de drenaje, se han construido caminos de acceso y se ha minimizado el impacto medioambiental sobre el entorno mediante revegetación y plantación de 2.600 árboles y arbustos a modo de pantalla vegetal. La nueva instalación recogerá anualmente 320.000 toneladas de residuos sólidos urbanos, tendrá una vida útil de dos años y beneficiará a municipios como Alcobendas, Collado Villalba, Tres Cantos y San Sebastián de los Reyes, entre otros.
La puesta en marcha de esta cuarta fase del vertedero controlado de Colmenar tendrá su continuidad con la clausura y sellado de la tercera fase. A medida que se vaya llenando el nuevo vaso, se iniciarán las obras para aprovechar el espacio entre ambas fases, cuya unión permitirá ampliar la capacidad de vertido y, por tanto, se podrá prolongar la actividad del vertedero otros cinco años más, hasta 2016. Una vez que instalaciones como la de Colmenar se colmatan, la Comunidad procede a su sellado y transformación en zonas verdes.
De este modo, desde 2006 se han sellado 78 vertederos, lo que ha permitido eliminar estas instalaciones sin ninguna señal de contaminación ambiental y darles el mejor uso vecinal. La Comunidad ha destinado 43 millones para sellar estos 78 vertederos y convertirlos en zonas verdes. La Estrategia de Residuos cuenta con una inversión, hasta 2016, de 290 millones, para lograr que toda la basura que se genere en los municipios sea tratada antes de ir a vertedero de forma que se recicle, reutilice o valorice la mayor parte de los desechos urbanos.
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