sábado, 30 de julio de 2011

'El Descendimiento de Caravaggio', obra maestra procedente de los Museos Vaticanos en el Prado

Del 21 de julio al 18 de septiembre de 2011


A través del programa expositivo “La obra invitada”, el Museo del Prado brindará a sus visitantes, durante casi dos meses (21 de julio – 18 de septiembre de 2011), la excepcional oportunidad de contemplar por primera vez en España El Descendimiento (1602-1604) de Caravaggio, una de las obras más importantes del revolucionario maestro italiano, procedente de los Museos Vaticanos y cuyo préstamo al Prado constituye una especialísima aportación de Benedicto XVI a la ciudad que acoge la JMJ este año.

'El Descendimiento de Caravaggio', obra maestra procedente de los Museos Vaticanos en el Prado
Gracias a este préstamo, el Museo español contará con el privilegio de ofrecer al público esta extraordinaria creación recibida con una unánime admiración por todos los críticos contemporáneos del artista, sin que sorprendentemente en esta ocasión se diera ningún juicio crítico negativo, algo muy habitual en relación con la presentación de otras obras públicas del genial y controvertido Michelangelo Merisi, conocido artísticamente como Caravaggio.

Por otra parte, y en conexión también con la Jornada Mundial de la Juventud y la visita del Papa a Madrid, El Descendimiento de Caravaggio formará parte del itinerario temático “La Palabra hecha imagen. Pinturas de Cristo en el Museo del Prado”, organizado por el Museo -con la colaboración de la JMJ 2011- en torno a una selección de catorce obras maestras protagonizadas por distintas escenas de la vida de Jesucristo.

El Descendimiento


'El Descendimiento de Caravaggio', obra maestra procedente de los Museos Vaticanos en el Prado 1604 fue un año de especial importancia en la vida de Michelangelo Merisi (Milán, septiembre de 1571 – Porto Ercole, julio de 1610), conocido como Caravaggio. Además de una larga serie de problemas legales como consecuencia de su carácter irascible y pendenciero, su biografía recoge que el 1 de septiembre de aquel año se mostró públicamente El Descendimiento, obra comisionada casi con toda seguridad por Girolamo Vittrice y destinada al altar mayor de la capilla que dicha familia poseía en la romana iglesia de la Vallicella, también conocida como Chiesa Nuova, perteneciente a la Congregación de los Oratorianos de san Felipe Neri. La presentación pública de la obra fue saludada con rendida admiración por parte de los biógrafos contemporáneos, no dándose las opiniones críticas negativas con las que se acogían tan a menudo las creaciones del artista.

En El Descendimiento, Caravaggio dispuso las figuras conforme a un esquema compositivo compacto, integrado por un grupo recortado sobre un fondo oscuro y construido conforme a una línea diagonal que, desde el ángulo inferior izquierdo, alcanza el lado opuesto de la tela. Allí destaca, en el primer plano, Nicodemo, que vuelve su cara al espectador, y san Juan Evangelista, ambos portando el cuerpo de Cristo. Su mano roza apenas la losa donde debía ser lavado, ungido y perfumado, lo cual probablemente constituye una alusión al propio Cristo como piedra angular y fundamento de la Iglesia. Detrás se localiza la Madre de Cristo, con serena actitud; María Magdalena, que seca sus lágrimas con un paño blanco y María de Cleofás, que, desolada, alza sus brazos al cielo. Todas ellas muestran formas diversas y complementarias de manifestar su dolor. Caravaggio crea un cuadro de altar de fuerte impacto monumental y dramático, acentuado por el violento claroscuro en el que el artista envuelve la acción.

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