Escrito por Juan Antonio Fonseca Serrano
Siempre que se habla del sector de los juegos de azar, de las casas de apuestas deportivas y de los casinos online, el enfoque suele dirigirse principalmente a las operadoras que trabajan siguiendo la normativa legal de España. Tenemos una enorme cantidad de casinos legales en España que, aunque están pasando por dificultades a causa de la pandemia, siguen rigéndose por una normativa que todo el sector debe cumplir para garantizar condiciones justas para empresas y para consumidores.
Sin embargo, fuera de ese rango al que siempre se mira, encontramos un extrarradio que cada vez está cogiendo más fuerza, y que resulta bastante peligroso. En el panorama digital nacional podemos encontar muchos casinos online que operan fuera de la legalidad, en efecto, estamos hablando de casinos ilegales. Abren sus puertas a través de webs y operan con total normalidad, pero no cumplen las normas que se han establecido en el panorama nacional.
El problema de los casinos online ilegales
Según dicta la ley, para que un casino pueda funcionar en España, necesita cumplir una serie de requisitos legales y una normativa bastante estricta. Son reglas establecidas con el único fin de garantizar a los usuarios/jugadores el acceso a un entorno seguro y saludable. Uno en el que se respeten sus condiciones y siempre se ofrezca una calidad notable.
Esta medida se implantó hace años para evitar incidencias en el sector. Casos como casinos que no pagan a los jugadores cuando quieren retirar sus fondos, que establecen promociones que luego no se activan o que, incluso, tienen cláusulas abusivas con elevadas comisiones o plazos demasiado dilatados. Todo ese tipo de problemas se zanja rápidamente con las normas españolas.
Por eso, todos los casinos legales que operan en el país cumplen los requisitos. Pueden demostrarlo fácilmente, ya que se les concede una licencia firmada por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que es precisamente la entidad responsable de establecer las regulaciones del juego y comprobar que los diferentes negocios del sector las cumplen. Sin su consentimiento, un casino no debería poder operar en el país.
Pero está pasando, y es que muchos operadores de juego en línea cuentan con la licencia de Curaçao (perteneciente a los Países Bajos), o de otros países, y consideran que eso les da potestad suficiente como para poder abrir sus puertas en el territorio español. Un error grave, ya que la normativa de cada país se establece según las condiciones económicas y sociales del mismo, teniendo en cuenta las particularidades de cada población. Uno que está muy extendido.
La perspectiva de los casinos ilegales
Por supuesto, muchos de estos casinos que actúan fuera de la legalidad se han pronunciado al respecto, aunque su postura es dolorosamente clara. Muchos de ellos consideran que tienen todo el derecho del mundo a funcionar aquí, dado que cuentan con licencias para ello. Sin embargo, como ya hemos avanzado, las que poseen proceden de otros países con unas condiciones muy distintas al nuestro. De hecho, la propia justicia española considera que estas licencias tienen validez nula en nuestro territorio.
Más allá de eso, lanzan el balón sobre el tejado del público. Todo el mundo les acepta, o eso alegan mientras siguen operando. Abren sus portales web, lanzan promociones tentadoras para los usuarios y estos entran a jugar, aunque luego puedan llevarse sorpresas desagradables. Muchos de estos casinos en línea ilegales no cumplen las medidas de seguridad clave para garantizar una buena experiencia de usuario y, en muchas ocasiones, protagonizan numerosas demandas de los consumidores.
Demandas a consumo por impagos, por un mal trato en la atención y por muchas razones más. Todo eso es lo que está causando la entrada de casinos ilegales y que operen impunemente y, en ocasiones, sin muestra alguna de ética o moralidad. Quieren seguir creciendo como negocio, aunque eso les lleve a incumplir leyes y salirse de una normativa que está ahí para garantizar un control y unos niveles de calidad adecuados para el sector.
Su localización es clave, ya que se pueden iniciar mecanismos legales para que cesen su actividad en España, sin embargo, crecen en número de forma exponencial a cada día que pasa. Son ese elefante en la habitación, solo que no deja de crecer y cada vez abarca más en un sector que ahora mismo no está pasando por su mejor momento debido a la pandemia y las nuevas restricciones establecidas en cuanto a publicidad y presencia.
¿Cómo detectar un casino ilegal en España?
Es muy fácil ver si un casino es legal o no, sobre todo si es online. Basta con entrar en su portal web y comprobar la licencia que tiene. En el mismo instante en el que no aparezca referencia alguna a la DGOJ, hay motivos más que de sobra para sospechar. También es muy habitual que estos casinos, aun con una web española, no permitan el pago en euros al no tener las licencias para operar al 100% en nuestro país.
Hay webs que se encargan de reseñar casinos, dejando claros sus puntos fuertes y flacos. Portales como guiacasinos.es se encargan de ofrecer este tipo de servicio, de hecho, siguiendo su propia ética y normas, se niegan a trabajar con portales de juego y apuestas deportivas online que no cumplan las leyes. Por lo tanto, si no ofrecen información sobre juegos, promociones o condiciones de ese casino que has encontrado, muy probablemente sea porque no está operando de forma legal en España.
Actualmente tenemos herramientas más que de sobra para detectar con facilidad cuándo un casino online abierto en España es legal o no, cuándo cumple con lo que dicta la DGOJ y cuándo tiene la licencia que debería tener. No es difícil, y eso ayuda mucho a que el jugador evite problemas. Estas plataformas no dan garantías, ya que no tienen por qué rendir cuentas ante la ley española al moverse fuera de sus márgenes.
El juego online tiene aquí una amenaza. Afortunadamente, el sector se está movilizando para aplacarla por el bien de los jugadores.
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