miércoles, 30 de septiembre de 2009

16 canciones de Madrid

Citan calles, zonas y lugares emblemáticos


El País nos trae hoy una interesante selección de 16 canciones que citan a la capital. No entra en la lista, por ejemplo, Pongamos que hablo de Madrid, seguramente la pieza más representativa y que encabeza siempre este blog, porque no alude a ningún lugar de la ciudad. Son válidas, por ejemplo, dos clásicos como La Puerta de Alcalá o Chica de ayer. La primera, por su referencia obvia al monumento colindante con el Retiro, y la segunda, por detenerse en El Penta, obligado club de la noche malasañera. Esta selección arranca en 1978 y llega hasta 2009:


'Jim Dinamita’, de Burning (1978). El himno de exaltación al macarra. Los Burning se movían por Madrid como el personaje de su canción, Jim Dinamita: "En La Elipa nací, y Ventas es mi reino / y para tu papá, nena, soy un mal sueño". Por supuesto, los Burning son de La Elipa.

"Balada de Madrid", de Moris (1979). Tuvo que venir un argentino para contar lo que pasaba en las calles de Madrid. Su disco Fiebre de vivir es una atinada radiografía de la ciudad. Esta Balada de Madrid se detiene en el barrio de Hortaleza y en la calle Gran Vía.

"Vallecas 1996", de Topo (1979). Grupo fundamental del rock urbano de finales de los 70. Los Topo auguraban un Vallecas conflictivo con 20 años de antelación. Así decía la canción: "Vivir en Vallecas es todo un problema en 1996 / sobrevivimos a base de drogas que nos da el Ministerio del Bienestar".


"Este Madrid", de Leño (1979). La primera canción ecologista del rock madrileño. Rosendo poniendo las cosas claras: "En Atocha encontrarás aire limpio sin igual. / Es una mierda este Madrid, que ni las ratas pueden vivir". Aunque parezca lo contrario, Rosendo ama profundamente a su ciudad.

"Madrid 1983", de Miguel Ríos (1983). Pues sí, el rockero Miguel Ríos escribió una canción sobre la popera movida. Así dice: "Espídicos y acelerados, pelos de color / funden con su marcha el amplificador". Y no se olvida del local de conciertos por excelencia: "Madrid, en el centro de la ola. / Madrid, derritiendo el iceberg. / Madrid, en el templo del Rock-Ola".

"Caballo de cartón", de Joaquín Sabina (1984). Soberbia poesía urbana de un inspiradísimo Sabina, que recorre la línea1 del metro en busca de corazones solitarios: "El metro huele a podrido, / carne de cañón y soledad. / Tirso de Molina, Sol, Gran Vía, Tribunal, dónde queda tu oficina para irte a buscar".

"Velarde estrit bogui", de Los Enemigos (1986). El disco en el que se incluye este tema se ofrecía en los bares de la calle Velarde por un vino y una tapa de chorizo. En esa zona de Malasaña pasaba todas las noches el grupo. Este boogie suena acelerado y vacilón.

"Vente pa Madrid", de Ketama (1988). Escrita por Antonio Flores, es un canto a la hospitalidad de la ciudad. Y todo arranca en el sur de la región: "Yo tenía un primo en Getafe / que se tuvo que marchar, / se tuvo que ir a Alicante / sin poderlo remediar".


"Un año más", de Mecano (1988). La infantil voz de Ana Torroja va describiendo lo que sucede el 31 de diciembre en el kilómetro cero: "En la Puerta del Sol, como el año que fue / otra vez champagne y las uvas y el alquitrán, de alfombra están".

"Bruma en la Castellana", de Ariel Rot (1997). Otro argentino que vive Madrid, primero con Tequila, luego con Los Rodríguez y en solitario, como este tema que cita el paseo de la Castellana, el Bernabéu y La Vaguada. Ariel relata los vapores de la ciudad después de una noche al filo: "Por Madrid de madrugada / cuando la suerte se acaba".

"Calles de Madrid", de Quique González (2003). El rockero madrileño explica sus sensaciones del sábado por la noche: "Desde Las Ventas hasta Chamberí, / fumando a medias en las calles de Madrid, / cuando despiertas ya no están aquí".

"Vuelvo a Madrid", de Ismael Serrano (2005). Otro aficionado a pasear por las calles de la ciudad dedica su particular oda a lo te amo-te quiero, con referencia al barrio más multiétnico: "Lavapiés nos recibe... explosión de color / una mujer reza y llora desde un locutorio... Maldita ciudad, no es tu mejor momento y aún estás hermosa".

"Madrid", de El Canto del Loco (2008). Siempre reivindicando su madrileñismo, El Canto del Loco expone sus experiencias con su ciudad. Que no la escuche Gallardón, porque en una estrofa dicen: "Y no quiero Olimpiadas". A los locos les interesa más callejear: "Vas por las calles, / las historias sin pena ni gloria / para cuando llegue su destino / pararán para tomarse un vino en Antón Martín".

"Balmoral 2", de Loquillo (2008). Una de las coctelerías más genuinas de la ciudad dejó de existir hace unos años. Loquillo, asiduo del bar, le dedica esta pieza, acordándose de su barman: "Manolo, lo de siempre, no te vayas a engañar, / volverán nuestros pasos a Balmoral".

"Es sólo una canción", de Amaral (2008). "De tanto reír no puedo ni hablar / y hay tantas cosas que te quiero contar. / ¿Te hace un billar? / Nos vemos en La Vía Láctea". El dúo zaragozano apela a su condición de residente en Madrid y a uno de los símbolos de Malasaña, el club La Vía Láctea. Por cierto, es el único tema de Amaral que canta Juan Aguirre.

"Windsor", de Pereza (2009). De su reciente disco, Aviones. Leiva equipara el incendio del edificio Windsor a su ardiente historia de amor. "Mi corazón ardía como el Windsor", canta el dúo madrileño.

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