miércoles, 3 de abril de 2019

¿Quieres saber cómo elegir la mejor cerradura electrónica?

Las cerraduras electrónicas son de los mejores productos que se pueden adquirir para brindar la máxima seguridad a un lugar. Ellas son fáciles de manejar y si son instaladas por un profesional, no existirá ningún tipo de problemas.



Las cerraduras tradicionales han marcado la pauta en materia de seguridad desde hace muchos años. Sin embargo, se ha constatado que tienen un alto grado de vulnerabilidad y es por ello, y con la ayuda de los avances tecnológicos, que hoy es posible tener en nuestros hogares, oficinas y todo tipo de sitios, las cerraduras electrónicas.

Otro hecho que pone en alza las cerraduras electrónicas frente a las tradicionales es que muchos modelos te permiten llevar un completo registro de las personas que ingresan en las instalaciones, asunto que se hace mucho más relevante para administrar accesos y tener las informaciones apropiadas.


Lo principal siempre, para asegurar que tu inversión tenga sentido y que no tires el dinero por la borda, es que contrates cerrajeros Madrid 24 horas. Precisamente ellos son quienes tienen el conocimiento necesario para hacer una correcta instalación y programación de la misma.

Lo bueno es que también están atentos para solventar cualquier inconveniente que se genere con este tipo de cerraduras o cualquier otra que tengas en casa. De esta forma, será posible abrir puertas sin romperlas, reparar cierres metálicos y de persianas, etcétera.

Hay que saber que contar con un profesional en estos casos es indispensable, pues ellos tienen a disposición, técnicas y herramientas con las que posiblemente no contemos en casa y, por eso, no podemos ejecutar nosotros el trabajo, tal y como se debería.

Los tipos de cerraduras electrónicas


Aunque ésta es una categoría específica dentro del mundo de las cerraduras, existen aún otras clasificaciones en ella y que van en dependencia al tipo de estructura con que se cuente.

La primera es la de tipo electromagnético. Esta cerradura está formada por imanes y bobinas cuyo trabajo es mecánico y bastante sencillo, sin tener que por eso disminuir efectividad en cuanto a la protección.

También es destacable el hecho de que son más fáciles de abrir de forma manual cuando haya la necesidad. Sin embargo, el proceso de instalación sí exigirá realizar algunos ajustes al marco de la puerta para que pueda funcionar correctamente.

El primero será instalar el electroimán, pues él es quien recibirá la electricidad que accionará el mecanismo para que la puerta se abra. En un segundo lugar, habrá que disponer de una lámina metálica en contraposición que será la que ejecute el trabajo de movilización para abrir y cerrar.

Otra buena noticia con respecto a este tipo de cerraduras es que son adaptables a interiores y exteriores, permitiendo su uso no sólo en la puerta de entrada a la casa, sino también a otros lugares de características muy opuestas como los portones.

Un segundo tipo de cerradura es la de perno eléctrico con pasante. En este caso, se trata de un modelo que tiene un muy buen funcionamiento en puertas que están hechas de madera o metal. De éstas hay que destacar que el consumidor puede realizar la automatización que le sea más conveniente para autorizar el acceso.

Éstas pueden contener distintos elementos que hacen que el trabajo se ejecute mucho mejor. Por ejemplo, un pitido estilo alarma, para informar que la cerradura no se ha cerrado bien.

También están las cerraduras con pestillo eléctrico. Éstas, como su nombre indica, deben estar conectadas a una fuente de energía que es posible que sea continua o alterna. Tienen un sistema de apertura bastante sencillo y el propio desbloqueo se realiza de forma manual con la palanca.

Los beneficios de una cerradura electrónica


A la hora de comprar cualquier producto, una de las cosas que debemos tener más presentes para asegurar que estamos en el camino correcto son los beneficios que se obtendrán y, en el caso de las cerraduras electrónicas, podemos contar las siguientes:

  • Los niveles de seguridad manejados por estas versiones son mucho más elevados que los de las cerraduras tradicionales.
  • Muchos modelos admiten llevar un control de acceso a través de huellas dactilares.
  • Información sobre la entrada y salida de una persona, en caso de que el modelo lo permita.
  • Aunque no están dentro de las más baratas, mantienen una excelente relación coste-beneficio.
  • Se pueden configurar claves personalizadas u horarios para abrir las puertas.
  • Adiós al uso de llaves y las constantes pérdidas.
  • Reducción del tiempo que se pasa para acceder a un lugar.


Otros datos de interés


Al elegir una cerradura electrónica hay que fijarse mucho en el tipo de funcionamiento que éstas presentan para evitar inconvenientes. Las que utilizan teclado electrónico tienen la ventaja de que se pueden configurar a través de una clave de acceso que sólo manejarán las personas que tú así decidas.

En los centros de trabajo, este mecanismo es muy útil cuando existen áreas de acceso restringido. Sin embargo, en las casas también puede tener mucho provecho porque así las personas que tendrán la clave, sólo serán los miembros de tu familia, por lo que se reducirán en buena cantidad las posibilidades de robos.

Pero esto no es todo, pues muchas también admiten que esos códigos sean asignados de forma individual, ayudando así a llevar un control más estricto sobre los que entran y salen de la casa u oficina y los horarios en que lo hacen, sirviendo esta información en los casos que ocurra algún evento sospechoso.

Otro tipo de cerraduras se pueden trabajar con mandos a distancia. Este proceso se realizará de forma automática al presionar el botón de acceso y así no tengas que esperar hasta el propio momento en que llegues frente a la puerta. Durante algún tiempo, éstos han sido los sistemas utilizados en portones de garajes de aparcamiento.

Y como olvidar las que hoy admiten ser controladas por aplicaciones móviles, lo cual hace muchísimo más personalizado el sistema de acceso. Lo importante en todo caso, es verificar nuestras necesidades y, en base a eso, poner las alternativas sobre la mesa para tomar una buena decisión.

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