700 de ellas con paneles de mensajes variables. 100 con WiFi
Sara Medialdea para ABC.es
Las más de 4.000 marquesinas de autobuses de Madrid van a ser renovadas en los próximos meses. El concurso de este elemento de mobiliario urbano ha caducado, y se renueva con otro que está a punto de adjudicarse, y que será el que rija los próximos 13 años. El Ayuntamiento de Madrid no paga nada por ello; al contrario, cobrará en torno a 150 millones de euros, dado que quien instale las marquesinas se queda con la mayor parte del negocio publicitario que éstas conllevan.
El concurso convocado para adjudicar su gestión es uno de los más solicitados por las empresas del sector: el negocio publicitario que se mueve en torno a estas 4.250 marquesinas, con 7.680 caras destinadas a la publicidad, es muy importante. El canon de salida en el concurso rondaba los 2.468 euros por cada una de las marquesinas, además de una participación en los ingresos del adjudicatario por publicidad. El plazo de presentación de ofertas ha finalizado, y sólo una opta a llevarse esta «tarta».
Además de renovar las marquesinas, limpiarlas, reponerlas si es necesario, dotarlas de una serie de servicios para los usuarios y de las últimas tecnologías, también se incluye la renovación de 1.500 poste-bus en toda la ciudad. Es un contrato por 13 años y seis meses, prorrogable por dos veces a razón de 3 años en cada ocasión.
Entre otras prestaciones, se exige al concesionario que, además de instalar, mantener y conservar las marquesinas, y sustituirlas en caso de rotura, las dote de determinadas características. Por ejemplo, se quiere que 100 marquesinas dispongan de un servicio de wifi gratuito. Y, como novedad, habrá un panel de mensajes variables para suministrar en las paradas información sobre el tiempo estimado de llegada, hora y temperatura, previsión meteorológica o incidencias en el servicio. Se instalarán en 700. Diez de ellas contarán con tinta electrónica.
Además, el concurso incluye en su pliego de condiciones que se contemple la posibilidad de instalar tecnología digital en las marquesinas, aunque de manera experimental porque «hay que evaluar su impacto en el paisaje urbano y su repercusión social».
El contrato entra en vigor en abril de 2014, e incluye no sólo las marquesinas de la EMT situadas a lo largo de la ciudad, sino también las del Consorcio Regional de Transportes y las del servicio de autobús turístico, además de las 15 del modelo Siza del paseo de Recoletos. Tienen que informar sobre las condiciones y características del transporte, y estar diseñadas de manera que protejan de las inclemencias del tiempo, además de mantener el servicio de recogida de pilas usadas. Se buscan diseños discretos, «sin concesiones historicistas ni singularidades» y una simulación de instalación en arterias como Gran Vía o Cibeles. Del total de las marquesinas, 800 caras están reservadas para la administración.
Las más de 4.000 marquesinas de autobuses de Madrid van a ser renovadas en los próximos meses. El concurso de este elemento de mobiliario urbano ha caducado, y se renueva con otro que está a punto de adjudicarse, y que será el que rija los próximos 13 años. El Ayuntamiento de Madrid no paga nada por ello; al contrario, cobrará en torno a 150 millones de euros, dado que quien instale las marquesinas se queda con la mayor parte del negocio publicitario que éstas conllevan.
El concurso convocado para adjudicar su gestión es uno de los más solicitados por las empresas del sector: el negocio publicitario que se mueve en torno a estas 4.250 marquesinas, con 7.680 caras destinadas a la publicidad, es muy importante. El canon de salida en el concurso rondaba los 2.468 euros por cada una de las marquesinas, además de una participación en los ingresos del adjudicatario por publicidad. El plazo de presentación de ofertas ha finalizado, y sólo una opta a llevarse esta «tarta».
Además de renovar las marquesinas, limpiarlas, reponerlas si es necesario, dotarlas de una serie de servicios para los usuarios y de las últimas tecnologías, también se incluye la renovación de 1.500 poste-bus en toda la ciudad. Es un contrato por 13 años y seis meses, prorrogable por dos veces a razón de 3 años en cada ocasión.
Entre otras prestaciones, se exige al concesionario que, además de instalar, mantener y conservar las marquesinas, y sustituirlas en caso de rotura, las dote de determinadas características. Por ejemplo, se quiere que 100 marquesinas dispongan de un servicio de wifi gratuito. Y, como novedad, habrá un panel de mensajes variables para suministrar en las paradas información sobre el tiempo estimado de llegada, hora y temperatura, previsión meteorológica o incidencias en el servicio. Se instalarán en 700. Diez de ellas contarán con tinta electrónica.
Además, el concurso incluye en su pliego de condiciones que se contemple la posibilidad de instalar tecnología digital en las marquesinas, aunque de manera experimental porque «hay que evaluar su impacto en el paisaje urbano y su repercusión social».
El contrato entra en vigor en abril de 2014, e incluye no sólo las marquesinas de la EMT situadas a lo largo de la ciudad, sino también las del Consorcio Regional de Transportes y las del servicio de autobús turístico, además de las 15 del modelo Siza del paseo de Recoletos. Tienen que informar sobre las condiciones y características del transporte, y estar diseñadas de manera que protejan de las inclemencias del tiempo, además de mantener el servicio de recogida de pilas usadas. Se buscan diseños discretos, «sin concesiones historicistas ni singularidades» y una simulación de instalación en arterias como Gran Vía o Cibeles. Del total de las marquesinas, 800 caras están reservadas para la administración.
No hay comentarios :
Publicar un comentario