M. J. Álvarez para ABC.es
Abierto. En ese estado se encuentra el futuro del que fuera uno de los cuatro hospitales del Ejército en la Comunidad de Madrid: el Hospital de Aire, cerrado desde hace una década, desde 2002, en concreto, y cuyo deterioro y abandono va en aumento a medida que pasa el tiempo.
Está enclavado en una zona residencial privilegiada situada en el norte de la la ciudad, en el número 82 de la calle de Arturo Soria (Ciudad Lineal). Ahora se barajan varias posibilidades para su uso si bien, hasta el momento, el dueño del terreno no ha concretado ninguna.
Este, el Ministerio de Defensa, ha solicitado al Ayuntamiento de Madrid en el nuevo planeamiento urbanístico que realiza, que cambie el uso del suelo —una enorme parcela de 28.394 m2—. Está calificado ahora como uso dotacional de equipamiento singular —con una edificabilidad de 20.738 m2 repartidos en cuatro plantas—. Solicitan que cambie por uso residencial, terciario (viviendas, empresas de servicios, oficinas, comercios, grandes superficies, etc.), o, incluso ambos a la vez, según ha podido saber ABC.
No obstante, la iniciativa que promueve un cambio de uso, no se ha planteado oficialmente por escrito a la alcaldesa, Ana Botella, sino de manera informal, precisaron fuentes municipales.
Por ello, lo que ha hecho el Ayuntamiento de Madrid en el Avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) —en periodo de alegaciones, a la espera de ser aprobado este año— ha sido establecer la recalificación del suelo para darle un uso residencial o terciario (sin definir en el avance).
Este cambio conlleva dos tipos de cesiones al Consistorio: 30 m2 de terreno para dotaciones por cada 100 m2 de edificabilidad residencial y 15 m2 por cada 100 m2 de actividad terciaria. A todo ello se une una cesión del 10% de edificabilidad, según establece la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid. En principio se ha calculado una edificabilidad de 1,2 metros por m2 construido, lo que equivaldría a unos 34.000 m2, si bien esta cifra corresponde a un cálculo promediado de la zona, necesario para realizar los estudios de impacto ambiental, aclararon.
«Lo ideal sería que encontrásemos a algún comprador. Esa es la idea motriz y la más satisfactoria para nosotros, pero la crisis ha hecho mella en el mercado y ha afectado nuestros planes». En este sentido cabe recordar que lo mismo ocurrió con la frustrada Operación Campamento que pretendía levantar 10.700 viviendas en los antiguos cuarteles enclavados en la vieja carretera de Extremadura.
De ahí que la solución que baraje Defensa pase por recalificar el terreno, tal y como realizaron en Santander con el antiguo Cuartel de la Remonta cuando fue trasladado desde la capital cántabra a la localidad de Ibio, indican desde el departamento de Morenés. El lugar que ocupaba el antiguo cuartel dio paso a una gran superficie comercial, a un parque público y a viviendas sociales.
Los proyectos para el Hospital han sido variados. Primero se habló de que él, como los otros cuatro hospitales militares —Generalísimo, Los Molinos, Policlínica de la Marina y Gómez Ulla, el único que sigue abierto— atendería también a civiles, algo que hace este último desde 2011; después, el Gobierno regional descartó integrar dichos centros en la sanidad pública; y,luego, se barajó que albergara el Hospital General de la Defensa. Incluso se llegó a destinar un presupuesto de 84,5 millones de euros a este fin.
Los problemas presupuestarios impidieron este último plan y se optó por conservar el Gómez Ulla. Entonces se optó por vender el suelo a la Fundación del Instituto Empresa (IE) en donde ésta quería levantar su campus educativo a cambio de los 35 millones del valor del suelo.
En octubre de 2008 se cerró el Centro de Diagnóstico y Especialidades, que se trasladó al Ulla. En el inmenso descampado sumido en el abandono y la desolación solo sigue en pie la deteriorada Escuela de Enfermería y el Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA), en desuso desde hace escasos días, a la espera de la puesta en marcha en febrero del que se construyó en Torrejón de Ardoz.
Algunos vecinos han mostrado su malestar por la situación del entorno, repleto de ruinas, escombros, matojos y carente de vigilancia. «Solo nos faltan los okupas», concluyeron.
Abierto. En ese estado se encuentra el futuro del que fuera uno de los cuatro hospitales del Ejército en la Comunidad de Madrid: el Hospital de Aire, cerrado desde hace una década, desde 2002, en concreto, y cuyo deterioro y abandono va en aumento a medida que pasa el tiempo.
Está enclavado en una zona residencial privilegiada situada en el norte de la la ciudad, en el número 82 de la calle de Arturo Soria (Ciudad Lineal). Ahora se barajan varias posibilidades para su uso si bien, hasta el momento, el dueño del terreno no ha concretado ninguna.
Este, el Ministerio de Defensa, ha solicitado al Ayuntamiento de Madrid en el nuevo planeamiento urbanístico que realiza, que cambie el uso del suelo —una enorme parcela de 28.394 m2—. Está calificado ahora como uso dotacional de equipamiento singular —con una edificabilidad de 20.738 m2 repartidos en cuatro plantas—. Solicitan que cambie por uso residencial, terciario (viviendas, empresas de servicios, oficinas, comercios, grandes superficies, etc.), o, incluso ambos a la vez, según ha podido saber ABC.
Usos acotados
En su situación actual, la calificación de uso dotacional significa que ahí solo se pueden levantar colegios, institutos, centros de salud, de mayores, hospitales, etc. Sin embargo, tras algún intento en esa línea, que no prosperó y que ha dejado que el enorme solar sea pasto del abandono y de las ruinas, ha surgido la nueva propuesta del departamento que dirige el ministro Pedro Morenés.No obstante, la iniciativa que promueve un cambio de uso, no se ha planteado oficialmente por escrito a la alcaldesa, Ana Botella, sino de manera informal, precisaron fuentes municipales.
Por ello, lo que ha hecho el Ayuntamiento de Madrid en el Avance del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) —en periodo de alegaciones, a la espera de ser aprobado este año— ha sido establecer la recalificación del suelo para darle un uso residencial o terciario (sin definir en el avance).
Este cambio conlleva dos tipos de cesiones al Consistorio: 30 m2 de terreno para dotaciones por cada 100 m2 de edificabilidad residencial y 15 m2 por cada 100 m2 de actividad terciaria. A todo ello se une una cesión del 10% de edificabilidad, según establece la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid. En principio se ha calculado una edificabilidad de 1,2 metros por m2 construido, lo que equivaldría a unos 34.000 m2, si bien esta cifra corresponde a un cálculo promediado de la zona, necesario para realizar los estudios de impacto ambiental, aclararon.
Morenés no quiere la parcela
Lo cierto es que el futuro del que fuera uno de los cinco hospitales militares de Madrid, construido en los años 70, sigue estando abierto. «Lo único que está claro es que Defensa no tiene intención de ocupar el espacio del Hospital del Aire ni de realizar en él proyecto alguno», precisó un portavoz de este departamento. «La mejor solución sería enajenarlo; es decir, venderlo», pero tras las tentativas frustradas que realizó en los últimos cuatro años, en las que que sacó a subasta la parcela por la que pedía 35 millones de euros, aún no ha tomado una decisión definitiva, aseveró.«Lo ideal sería que encontrásemos a algún comprador. Esa es la idea motriz y la más satisfactoria para nosotros, pero la crisis ha hecho mella en el mercado y ha afectado nuestros planes». En este sentido cabe recordar que lo mismo ocurrió con la frustrada Operación Campamento que pretendía levantar 10.700 viviendas en los antiguos cuarteles enclavados en la vieja carretera de Extremadura.
De ahí que la solución que baraje Defensa pase por recalificar el terreno, tal y como realizaron en Santander con el antiguo Cuartel de la Remonta cuando fue trasladado desde la capital cántabra a la localidad de Ibio, indican desde el departamento de Morenés. El lugar que ocupaba el antiguo cuartel dio paso a una gran superficie comercial, a un parque público y a viviendas sociales.
Los proyectos para el Hospital han sido variados. Primero se habló de que él, como los otros cuatro hospitales militares —Generalísimo, Los Molinos, Policlínica de la Marina y Gómez Ulla, el único que sigue abierto— atendería también a civiles, algo que hace este último desde 2011; después, el Gobierno regional descartó integrar dichos centros en la sanidad pública; y,luego, se barajó que albergara el Hospital General de la Defensa. Incluso se llegó a destinar un presupuesto de 84,5 millones de euros a este fin.
Los problemas presupuestarios impidieron este último plan y se optó por conservar el Gómez Ulla. Entonces se optó por vender el suelo a la Fundación del Instituto Empresa (IE) en donde ésta quería levantar su campus educativo a cambio de los 35 millones del valor del suelo.
Operaciones frustradas
Sin embargó, la operación se frustró y el IE dejó caducar su opción de compra. Corría noviembre de 2011. Después, Defensa decidió subastar el suelo, tras la demolición del hospital en 2004. Una vez más, el plan no prosperó: y el concurso quedó desierto en febrero de 2012.En octubre de 2008 se cerró el Centro de Diagnóstico y Especialidades, que se trasladó al Ulla. En el inmenso descampado sumido en el abandono y la desolación solo sigue en pie la deteriorada Escuela de Enfermería y el Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA), en desuso desde hace escasos días, a la espera de la puesta en marcha en febrero del que se construyó en Torrejón de Ardoz.
Algunos vecinos han mostrado su malestar por la situación del entorno, repleto de ruinas, escombros, matojos y carente de vigilancia. «Solo nos faltan los okupas», concluyeron.
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