lunes, 20 de febrero de 2006

Madrid Calle 30, inaugurado el nuevo Nudo de La Paloma

58.000 maniobras peligrosas se van a evitar los 281.000 conductores que transitan diariamente por el Nudo de la Paloma tras las obras de remodelación emprendidas por el Ayuntamiento de la Ciudad de Madrid y que hoy han sido inauguradas por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.

La quinta actuación concluida dentro del Proyecto Calle 30 ha afectado a un punto especialmente sensible en cuanto a circulación se refiere: aquí se conectan Chamartín, Ciudad Lineal y Hortaleza a nivel local, pero su funcionamiento se hace sentir también en las conexiones con los municipios del norte de la región. Es también un enlace con el Oeste de la Comunidad a través del túnel de Príncipe Pío y del eje de Sinesio Delgado y es el punto del que parte también el futuro by-pass Norte. “Esto otorga a la obra una repercusión especial”, constató el alcalde.


El Nudo de la Paloma se suma hoy a las otras cuatro actuaciones del Proyecto Calle 30 ya inauguradas: nudos de la A-2; de O’donnell y de Costa Rica, y la construcción de las rampas de los túneles de conexión del by-pass Norte con la A-1. Se avanza así en la ejecución del Proyecto Este de la reforma, que culminará con las dos últimas obras pendientes: los enlaces con la A-3 y la armonización de todo el arco Este, entre los Nudos de Manoteras y Sur. El alcalde aseguró: “Habremos impulsado de este modo una reforma que mejora la movilidad, reduce los accidentes en un 50% y aproxima los barrios de uno y otro lado, al tiempo que se refuerza la competitividad de la economía madrileña y su capacidad de crear empleo”.

Son objetivos que se cumplen en menos tiempo del calculado y sin más coste del presupuestado. “Así lo demuestra el hecho de que todos los movimientos en superficie entren en servicio seis meses antes de lo previsto, tras una inversión de 49,6 millones de euros que rebaja en 305.000 euros el presupuesto inicial”.


Ventajas para todos
Las bondades de esta obra no las percibirán sólo los conductores. Vecinos y usuarios del autobús serán otros de los grandes beneficiarios. Los primeros, porque los subterráneos construidos reducen el tráfico en superficie en un 60%, 42.300 vehículos menos de los 72.500 que circulaban a diario por este punto. Y los 30.000 viajeros de las líneas municipales de autobús de la zona, porque verán cómo se acortan los tiempos de sus trayectos.


Iniciada en septiembre de 2004, la reforma buscaba eliminar el peligroso trenzado que se producía entre los vehículos procedentes de la M-30 Sur que accedían a la avenida de Burgos, Estación de Chamartín y Castellana, y los que, procedentes de Pío XII, se dirigían a la M-30 Norte y la avenida de San Luis.

Gallardón explicó al detalle los tres objetivos de esta obra: eliminar el trenzado entre el tráfico de Pío XII y de la M-30, mediante un paso inferior de 77 metros; mejorar la movilidad en Pío XII y sus intersecciones, restituyendo el doble sentido de la circulación y construyendo otro paso inferior de 50 metros y, finalmente, reducir la circulación en superficie entre las avenidas de Pío XII y de Burgos. “Hemos convertido así Pío XII –detalló el alcalde- en una vía de tráfico local mediante dos túneles de 405 y 209 metros que entrarán en servicio de manera sucesiva”.

Las obras mejorarán también la movilidad y la seguridad del nuevo tablero del paso elevado de la avenida de San Luis, de mayor galibo.


El doble de árboles
La que se ha convertido en seña de identidad del Proyecto Madrid Calle 30, la reforestación, se cumple también en esta actuación. Ahora el Nudo de la Paloma tiene el doble de árboles que antes de comenzar la obra. Para sustituir a los 472 ejemplares afectados, el Gobierno municipal ha plantado 945 árboles y 18.577 arbustos y ha ajardinado 17.152 metros cuadrados, 1.936 más de los que había. A todos ellos hay que añadir los 2.965 árboles previstos en el Plan de Reforestación Madrid Calle 30, como compensación a la ciudad y que contribuirán a la creación de nuevos parques forestales urbanos. Su destino serán los parques de Pinar de Barajas, Vicálvaro y Los Llanos.


“Una muestra -argumentó Ruiz-Gallardón- del compromiso medioambiental de esta reforma que también se manifiesta en el uso de caucho reciclado o de maceteros hechos con tuberías de hormigón recicladas”.

El caucho, de distintos colores, se ha empleado como material tapizante en cerca de 1.500 metros cuadrados de la superficie del puente que conecta la avenida de Pío XII con la M-30 Norte. La reforma se ha extendido además a la renovación del pavimento de 17.000 metros cuadrados de acera, la mejora de la pasarela peatonal que une los barrios situados en ambas márgenes de la M-30 y la reserva de espacios para la parada de transporte público.


Participación vecinal
Desde el inicio de las obras, el Ayuntamiento ha instalado un punto de información específico en la confluencia de las avenidas de Pío XII y de Burgos. Por allí han pasado 2.164 personas que además de información han podido realizar sugerencias.


De estas aportaciones vecinales, se han aceptado el 82%, entre ellas por ejemplo, la colocación de un pavimento antideslizante y totalmente accesible en la nueva pasarela, la construcción de dos rotondas en la calle de Serrano Galvache o la creación de una salida rápida y directa hacia el centro de Madrid de los vehículos de las instalaciones policiales de Pío XII.

No hay comentarios :

Publicar un comentario