martes, 25 de marzo de 2008

Esperanza Aguirre sigue a su guerra, y los madrileños nos quedamos sin Prado-Recoletos

Prado-Recoletos se retrasará nueve meses más... de momento.

Sí, ya sé que es una noticia de ayer, y que debía haber comentado algo al respecto, pero estaba demasiado cabreado como para hacerlo en caliente.


El "Proyecto estrella" de Gallardón para esta legislatura, la remodelación del eje Prado-Recoletos, como era de esperar (yo no tenía ninguna duda), ha sido frenado en seco por el Gobierno autonómico de Esperanza Aguirre.

El Proyecto contaba con el apoyo unánime de los tres grupos municipales (PP, PSOE, IU), desde su inicio en tiempos de Álvarez del Manzano, y hace unas semanas volvió a someterse al apoyo de los grupos municipales, que una vez más volvió a ser unánime. Todos los representantes, democráticamente elegidos por los ciudadanos de Madrid, apoyaron el Proyecto. Pero eso al parecer no es importante para Esperanza Aguirre.

La Comunidad de Madrid está en su derecho de pedir que se realice un estudio de impacto ambiental, pero quizás habría que preguntarse por qué no se pidió para obras de mucho más "impacto ambiental" como la M-30 o la duplicación de la M-501. También deberíamos preguntarnos por que se ha optado por el "procedimiento ordinario", y no por el "procedimiento abreviado", que habría rebajado a cinco meses ese retraso.


Aunque la resolución de la Consejería de Medio Ambiente es muy extensa, al parecer, los problemas escollos serían para ellos:

  • La obra afectará gravemente a la movilidad global de la ciudad. Según sus cálculos, descenderá el tráfico en el Paseo del Prado (un 37%), pero se desplazará a otras zonas como Alfonso XII, Docctor Esquerdo, Menendez Pelayo o la calle Toledo.

  • Se producirán dos millones de toneladas de escombro sin indicar su destino final, su gestión o el método de transporte. Puestos a pedir, se llega a solicitar hasta un estudio detallado de contaminación de los suelos en la zona de la gasolinera de Atocha, antes de proceder a un cambio de uso.

  • Se actuará en una zona con 113 ejemplares del catálogo de árboles singulares de Madrid de los que seis están en el catálogo de especies amenazadas de flora y fauna silvestre. El Retiro se verá afectado por el posible aumento de la circulación en sus proximidades.

  • Se ponen pegas y se piden informes sobre el desplazamiento de obras de Patrimonio Histórico como la estatua de Colón.



    Es cierto que la obra disminuirá el tráfico del Paseo del Prado, no hay duda, pero hay que recordar que el ayuntamiento de Madrid busca una disminución del tráfico en toda la ciudad (y lo está consiguiendo), con medidas como la regulación de aparcamiento, la peatonalización o las "Áreas residenciales". Se busca potenciar el uso del transporte público, la bicicleta y el peatón, y para ello debe restringir en parte el uso del transporte privado. A muchos les gustaría seguir pasando en coche por Sol, por la calle Arenal, por la Dehesa de la Villa, por la Casa de Campo, o incluso por la mismísima Plaza Mayor, pero esos espacios han sido ganados para el peatón, y no es posible circular por ellos.

    Sería bueno recordar que el Partido Popular se presentó con esa idea en su programa, y fue apoyado por más del 55% de los madrileños.


    Lo de los dos millones de toneladas de escombro parece una cifra algo exagerada.
    ¿De dónde se van a sacar tantos escombros? ¿Es que el túnel que propone Lamela no produciría escombros? ¿Cuántos escombros se produjeron con los túneles de la M-30? La verdad es que puestos a poner pegas podrían haberse estrujado un poco más la cabeza.


    En cuanto a la protección de los árboles, Aguirre y sus técnicos patinan una vez más. ¿A qué árbol se encadenará Esperanza Aguirre? Esta es la enésima reforma del Proyecto original de Siza, y además de proteger TODOS los árboles de la zona, tiene previsto plantar un total de 2.273 nuevos árboles en los espacios que se recuperan al vehículo privado.


    ¿Que no le gusta a Aguirre la estatua de Colón en el centro del Paseo de la Castellana como estaba en su posición original? Bueno, pues que se presente a alcaldesa de la capital, y decida dónde quiere ponerla, pero mientras tanto debería dejar trabajar a los técnicos del ayuntamiento, y a Gallardón, que para eso lo hemos elegido los madrileños.


    Por último, y quizás lo más importante, habría que recordar que este retraso prácticamente impedirá que la obra esté acabada antes de las próximas elecciones, lo que supondrá un gran "problema" para Gallardón y para el Partido Popular... pero eso tampoco parece importarle a la Presidenta. Alguno podría incuso llegar a pensar que Aguirre retrasa la obra buscando presionar al alcalde con fines bastante "oscuros", soñando quizás con el congreso del PP de junio y los posibles cambios que se produzcan en el entorno de Rajoy.

    Sean cual sean las causas, un político está en su puesto para trabajar, y no para impedir que los demás trabajen, sea cual sea su afinidad política o personal.

    Los madrileños no nos merecemos un desprecio como el que lleva meses (más bien, años) realizando sobre nuestra ciudad Esperanza Aguirre.

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