La llama tiene que ser azul
Esta campaña consiste en la emisión de cuñas radiofónicas y la edición de trípticos y pósters en los que se recuerda a los usuarios una serie de consejos en materia de seguridad relacionados con las instalaciones receptoras de gas, con los aparatos conectados a ellas y con el almacenamiento y utilización de los envases de GLP -bombonas de butano y propano-.
Entre otras recomendaciones, la Comunidad recuerda que los usuarios de gas canalizado deben hacer una inspección periódica cada cinco años, pero que es la empresa suministradora la que tiene obligación de avisar al titular, con al menos cinco días de antelación y de mandar a un inspector. El personal del distribuidor no percibirá directamente el pago de su coste, sino que se incluirá en la facturación del consumo de gas.
Las instalaciones que se alimentan desde depósitos individuales o mediante envases de GLP deben pasar, cada cinco años, una revisión periódica que el titular o usuario habrá de contratar con una empresa instaladora de gas autorizada, siendo el precio y modo de pago de la prestación el que pacten ambas partes.
Una vez realizada la inspección o la revisión, el instalador entregará al titular o usuario un certificado de que la instalación cumple con la normativa. La campaña hace hincapié en los agentes autorizados para llevar a cabo cada tipo de inspección para evitar la actuación ilícita de empresas.
La llama debe ser azul
En caso de notar olor a gas, el protocolo de seguridad indica abrir las ventanas, evitar la producción de chispas, no accionar interruptores y llamar al servicio de urgencias de la empresa distribuidora. A partir del 1 de enero de 2010 quedará prohibida la instalación de calderas atmosféricas de potencia inferior a 70 kW, que se corresponden con las calderas murales individuales para dar servicio a una única vivienda.
La Comunidad ha lanzado el Plan Renove de Aparatos Domésticos de Gas para 2009, que consiste en la concesión de ayudas, a través de las entidades colaboradoras, para la sustitución de aparatos receptores de gas de uso doméstico. Al instalar calderas estancas de condensación, el incremento de seguridad viene acompañado de la mejora de la eficiencia energética y de la disminución de emisiones de CO2. El plan ha permitido la instalación de cerca de 13.000 nuevas calderas estancas, de las que más de más de 7.500 son calderas de condensación.
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