domingo, 12 de septiembre de 2010

Lo anecdótico y lo cotidiano. El ayuntamiento de Madrid y La Latina

Escrito el 12 de septiembre de 2010 por José Manuel

Madrid es la segunda capital del Mundo más ruidosa, indican estudios internacionales. Y su ayuntamiento, en un curioso ejercicio de sonambulismo, sigue programando conciertos en las plazas de Madrid. Éste ha sido el caso (uno más) del concierto del 11-12 de septiembre en la llamada "isla en la ciudad" en la Plaza de la Cebada. ¿Es necesario que explicitemos una vez más las consecuencias para los vecinos que deben o desean descansar?

La 'nueva' piscina de La Latina en La noche en blanco 2010
Una "isla en la ciudad" evoca la excepcionalidad, la singularidad; y estoy seguro de que otras actividades son fiel reflejo de estas cualidades; la participación comunitaria en su desarrollo y la recuperación simbólica de la piscina (y del único polideportivo de esta zona) son sugerentes y me parecen dignas de apoyo y elogio. Pero me gustaría compartir con ustedes una idea probablemente absurda: hay pocas imágenes más alejadas de la "isla en la ciudad" que un concierto en espacio abierto hasta las 2:30 de la mañana en el propio centro de Madrid y para todo el centro de Madrid (lo digo porque podía oírse desde muy lejos de su foco); pocas actividades son más reiterativas, más obvias, más cotidianas, menos isleñas.

Y todo ello después de que, en un gesto honorable, el mismo ayuntamiento suspendiera (por protestas vecinales) los conciertos de este verano en la misma localización.

La noche en blanco 2010
Estoy seguro que ya han descubierto que mi crítica no se debe sólo, ni principalmente, a la "noche en blanco" Los límites las acciones humanas dependen en primer lugar de la existencia de los otros y de la posible compatibilización de sus intereses. También debe haber límite a la irresponsabilidad del ayuntamiento. En esta zona de Madrid, La Latina, algunos de sus habitantes sufrimos "acoso institucional", una suerte de mobbing que incluye suciedad en las calles (perfumadas con el olor a la putrefacción de los orines que se vierten en ellas), ruidos casi perpetuos y vandalismo; y lo que es peor inacción de la autoridad e incumplimiento de sus propias ordenanzas. Hace 8 años vine a vivir con mi familia a la Latina con la estúpida ilusión de que, como en otras ciudades europeas, podría compatibilizar el ocio lúdico-cultural con el derecho a la privacidad de mi hogar; llegué con la ensoñación de que leyes y ordenanzas pueden y deben ser cumplidas, sobre todo por quienes las han promulgado. Ahora esta ingenuidad sólo me provoca una patética carcajada.

3 comentarios :

  1. José Manuel, cuando vives en una ciudad como Madrid, tienes que "soportar" ruidos, conciertos, fiestas, y aglomeraciones de público que no tendrías que soportar si vivieses en el campo. Si una vez al año cerca de tu casa hacen un concierto en la vía pública que se prolonga hasta las 2:30 de la madrugada, será porque muchos ciudadanos quieren divertirse esa noche. Son cosas propias de vivir en una gran ciudad.

    Es cierto que "La noche en blanco" causa muchas molestias en la ciudad, desde  atascos y aglomeraciones, a ruidos que no dejan dormir a los que están ya en la cama. Son molestias que se producen en una gran ciudad y que no gustan a todos. Para que muchos madrileños disfrutemos de la fiesta, algunos tienen que "soportar" las molestias.

    Vivir en La Latina es una opción que tú has elegido, pomo podría haberlo sido vivir en Parla, en Torrelodones o en Cercedilla. A mí me gusta el barrio, pero si a tí no te gusta, nadie te obliga a permanecer aquí.

    Un saludo,  y disfruta del barrio.

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  2. <span>¿En qué estás pensando...?</span>
    Uno de La Latina
    La voluntad de la mayoría es ley, pero si pasarse. Hay unos mínimos que deben respetarse. Hay derechos individuales que no pueden vulnerarse por simple deseo mayoritario.

    El silencio de noche es un derecho tanto para los que viven en el campo, como para los que viven en La Latina. Montar un concierto hasta las 2.30 de la madrugada, excediéndose los decibelios marcados por la ley es denunciable. Otra cosa es que valga la pena meterse con abogados cuando vas a tener en frente al ayuntamiento.

    No hay que resignarse por el hecho de vivir en una gran ciudad.

    Y digo más. La Noche en Blanco es un desatino. Ya vivimos en un país y una ciudad demasiado noctámbula y ruidosa por propia costumbre y hábito de sus habitante como para que venga el ayuntamiento a fomentar más de lo mismo. Las actividades lúdicas nocturnas causan molestias y ensucian.

    Luego nos quejamos del botellón.

    La queja de José Manuel tiene base. Ya lo creo que sí.

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  3. Hola "Uno de Latina". Parece que caes en el mismo error que las autoridades y que muchos ciudadanos, a saber, que por vivir en el centro de Madrid tenemos que aguantarlo todo. No es así; existen los límites expresados en las ordenanzas municipales, que los ciudadanos deberíamos conocer y cumplir.
    Puedo aceptar una noche en blanco una vez al año, pero es inaceptable pasar todos los fines de semana del año "en blanco" por el ruido, la suciedad, el vandalismo, etc.

    Vecino de Chueca.

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