sábado, 12 de diciembre de 2009

En invierno hay que realizar labores preventivas para evitar los incendios del verano

La Comunidad de Madrid hará labores de prevención en más de 1.500 hectáreas forestales


La Comunidad de Madrid llevará a cabo durante este invierno labores preventivas contra los incendios forestales de cara al próximo verano en más de 1.500 hectáreas de la región. El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, visitó hoy a una de las cuadrillas que se encargan de estas labores preventivas en el paraje de La Marañosa.


Granados destacó que las labores preventivas se desarrollan cada año entre el 1 de octubre y el 31 de mayo, y su objetivo es preparar la zona forestal de la Comunidad de Madrid para evitar fuegos en verano y, de producirse, facilitar las mejores condiciones posibles para hacerles frente. El trabajo tiene como objeto actuar en zonas concretas que servirán, posteriormente, como protección para todo el monte.

Los trabajos consisten en el desbroce de vegetación, eliminación de restos, podas, creación y mantenimiento de cortafuegos y fajas auxiliares y adecuación de los accesos a los distintos parajes. Especialmente importante es la realización de las llamadas profesionalmente “fajas auxiliares de seguridad”, que son zonas en las que, sin llegar a exterminar la vegetación, como ocurre con los cortafuegos, se adecuan para que la poca altura de ésta impida el paso del fuego o, cuando menos, ayude a que las llamas pierdan virulencia al encontrar poco combustible, con lo que se facilitan las labores de extinción cuando fuere necesario.


“Fajas de seguridad”


Las “fajas de seguridad” se establecen, principalmente, en el interfaz urbano forestal, es decir, zonas donde se une el medio forestal con terreno urbanizado. Su finalidad, en este caso, es proteger las zonas con construcciones para los casos de incendio. Lo mismo se hace en las inmediaciones de los cortafuegos y en las de las carreteras, pistas y vías pecuarias.


Las labores de “desrame” consisten en la poda de las ramas más crecidas de los árboles, especialmente las que están muy próximas al suelo. Su finalidad es evitar que un incendio de manto vegetal pueda prender en estas ramas bajas y transmitir las llamas hasta las copas de los árboles. En el mismo sentido se hacen labores de clareo para disminuir la excesiva densidad del arbolado que, además de prevenir la propagación del incendio, es un elemento para sanear el bosque. Los residuos que quedan de estas labores son, posteriormente, eliminados con máquinas especiales, con el fin de que, el amontonamiento de los mismos, no supongan un peligro añadido ante un posible incendio.

A lo largo del invierno, en los montes y zonas forestales de la Comunidad de Madrid trabajan dedicados en exclusividad a estas labores un total de 330 profesionales de distinto rango, entre los que se incluyen ingenieros y técnicos forestales, operarios y supervisores. El trabajo se planifica y reparte para que sea llevado a cabo durante los meses invernales por un total de 31 cuadrillas repartidas en las áreas previamente diseñadas para actuar.

El operativo cuenta con todo tipo de máquinas especializadas para estos trabajos, tales como desbrozadoras, astilladoras, motosierras, tractores o camiones de transporte, además de la herramienta de mano de los operarios. Las áreas de actuación son definidas por los técnicos en función del estado de la vegetación forestal y del tipo de zona de que se trate. La Comunidad de Madrid, a través de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior dedica a estas labores preventivas este año una inversión de 11,5 millones de euros.


Zona de más alto valor forestal en el Sur


Granados asistió a las labores que llevaban a cabo una de las cuadrillas, la que trabaja en la zona conocida como La Marañosa, la zona de más alto valor forestal en el Sur de Madrid. Esta cuadrilla en concreto, compuesta de siete operarios, cuenta con una motobomba, cuatro motosierras y tres motosierras de pértiga, además de la herramienta manual y de los vehículos para transporte y carga.


Un tractor con una máquina astilladora se ocupaba de eliminar los restos vegetales emanados del trabajo que se llevaba a cabo. Las labores que estaba realizando eran las de apeo y eliminación de árboles secos y muertos; poda en altura de los árboles que quedan en pie, y la eliminación de los restos generados por estas actividades.

Según destacó el consejero “su labor dificultará, cuando lleguen los calores veraniegos, no sólo el avance de los posibles incendios declarados en una zona de tan alto valor ecológico, sino que facilitará accesos y condiciones de trabajo para los efectivos que entonces hayan de enfrentarse con las llamas”.

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