Modificación del tráfico en la M-300 por las obras del nuevo acceso a Alcalá de Henares

El Gobierno regional está remodelando del acceso a Alcalá de Henares desde la M-300 para mejorar la fluidez de la circulación y la seguridad en este punto para la movilidad del municipio, un nudo por el que cada día circulan 45.000 vehículos, un 10 por ciento de ellos pesados. El desarrollo de los trabajos ha entrado en la fase en la que afectan a la circulación y a partir del 13 de noviembre se cortará al tráfico la vía de servicio.


La Consejería de Transportes e Infraestructuras ha editado un díptico informativo en el que ofrece a los conductores alternativas para evitar el tramo afectado. El proyecto consiste en la construcción de un paso inferior que desviará la actual carretera M-300 hacia el sur, evitando el paso por la glorieta de Arganda. Para ello será necesario construir o remodelar más de 2 kilómetros, incluido un nuevo desvío que discurrirá por la actual calle Iplacea.

Esta calle se transformará en una carretera autonómica de doble calzada, con dos carriles por sentido y con vías de servicio para permitir el acceso a las naves industriales, puesto que el acceso se ubica en una de las zonas de mayor concentración industrial y empresarial de la región.

Esta nueva infraestructura permitirá separar el tráfico urbano, que se dirige al centro de Alcalá de Henares, del interurbano procedente o con destino a otros municipios cercanos, lo que mejorará el tráfico. La actual M-300 a su paso por Alcalá quedará convertida en vía urbana, con aceras de dos metros a ambos lados, mientras que el tráfico interurbano se desviará por el tramo de nueva construcción.


Las obras cuentan con un presupuesto de 16,1 millones de euros. Además de a los vecinos de Alcalá de Henares, este proyecto beneficiará a los conductores de localidades como Cantoraz, Anchuelo, Villalbilla o Nuevo Baztán, que utilizan habitualmente esta vía para acceder a la carretera de Barcelona y que suman una población de 220.000 ciudadanos.