Facultativos del Laboratorio de Inmunobiología Molecular del Hospital Gregorio Marañón de la Comunidad, en colaboración con investigadores de la Universidad de Alcalá de Henares, han desarrollado un gel que tendría el potencial de prevenir la infección por el VIH durante el acto sexual, que ya ha superado los experimentos in vitro y la prueba de concepto con animales con una efectividad del 85%.
Se trata de un gel o microbicida de uso tópico para mujeres y hombres sanos de aplicación vaginal o rectal que ofrece un método de protección frente al contagio por el VIH durante el acto sexual. Tanto la jefa de sección del Gregorio Marañón y responsable del proyecto, María Ángeles Muñoz, como el profesor titular del departamento de Química Orgánica de la Universidad de Alcalá de Henares, Javier de la Mata, han asegurado que esta investigación, que se encuentra en fase preclínica, ha superado los ensayos en ratones humanizados, previa a la prueba en humanos.
El propio presidente de la Comunidad, Ignacio González, ha felicitado a los investigadores y ha acudido con ellos al laboratorio del hospital para ver cómo se realiza la preparación del gel, que supondrá un importante avance sanitario. Este gel está basado en el dendrímero 2G-S16, que es un tipo de partícula microscópica, que bloquea la infección de células epiteliales y del sistema inmune frente al VIH.
En los ensayos llevados a cabo se ha comprobado cómo esta partícula se une directamente al virus y receptores de los linfocitos T CD4 e impide que infecte a las células, consiguiendo una efectividad del 85%. Sin embargo, combinado con otros dendrímeros o antirretrovirales, tratamiento que se usa de forma habitual contra el VIH, esa efectividad es del 100%. Estos resultados están avalados por la Universidad de Harvard. Este gel o microbicida es el primero en el mundo frente al VIH que utiliza los dendrímeros carbosilanos para evitar el contagio. Además, los ensayos también han demostrado que inhibe la infección por virus del herpes tipo 2.
Propiedades antiinflamatorias
El gel no es tóxico y tras su aplicación podría tener una eficacia en la protección frente al VIH de entre 18 y 24 horas durante las cuales se podrían mantener relaciones sexuales sin contagio. Además de inhibir el virus y frenar su expansión en el cuerpo humano, tiene capacidad antiinflamatoria impidiendo la llegada de células susceptibles de ser infectadas. Además, no altera la flora comensal ni produce irritación vaginal, no varía su función frente a diferentes pH, ni tampoco altera la motilidad de los espermatozoides por lo que no afecta a la fertilidad masculina.
La estrategia que planteó la ONU en la lucha contra el sida en 2011 fue llegar a 2015 habiendo frenado la infección por VIH. Para ello se propuso trabajar en vacunas, profilaxis pre-exposición, microbicidas y otras estrategias. No existe un tratamiento eficaz que evite nuevas infecciones, ni se ha conseguido una vacuna, según precisaron los investigadores. Tampoco se cuenta con ningún microbicida, pero estudios realizados por diferentes organizaciones estiman que si el 30% de las mujeres usara un microbicida que previniera de la infección se evitarían hasta 3,7 millones de nuevas infecciones por VIH en el mundo.
Los resultados de esta investigación se van a presentar en el congreso “HIV Research Prevention”, que se va a celebrar en Sudáfrica en octubre y que es la primera reunión científica y única a nivel mundial dedicada exclusivamente a la investigación biómedica en la prevención de la infección por el VIH. La investigación en el desarrollo de este gel surge de la colaboración entre investigadores del Laboratorio de Inmunobiología del Hospital Gregorio Marañón y del departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Alcalá de Henares, iniciada en 2003. Esta colaboración ha sido reconocida y premiada por instituciones como la Fundación Genoma España, la Fundación Bancaja o la Universidad de Alcalá de Henares.
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