miércoles, 17 de enero de 2018

Todo sobre el cuidado de personas mayores

La vejez es una etapa vital en la que se pierden cualidades cognitivas y las personas que cuidan a los ancianos deben de ser asertivas y empáticas con ellos. Las familias de los ancianos son exigentes a la hora de buscar con quién dejar el cuidado de sus seres queridos.



Durante la primera mitad del siglo XX se instauró un modelo de familia que favorecía a los ancianos, que eran tomados bajo la tutela del hijo o la hija mayor y pasaban a convertirse en la voz de la experiencia del núcleo familiar y estar al cobijo de los más jóvenes, pero el modelo familiar ha evolucionado mucho y hoy en día las personas ancianas deben de aprender a vivir solas, incluso teniendo cerca el cariño de sus seres queridos.


El cuidado de personas mayores, cuando éstas ya no se sirven por sí mismas, se deja en manos de profesionales y en el caso de Cuidado de mayores en Madrid, se cuenta con una agencia de referencia, una de las más valoradas de todo el pais.

Los profesionales geriátricos especializados son cuidadores titulados que en muchos casos se convierten en amigos y confidentes de las personas a las que cuidan, porque la soledad es lo que más se sufre en la vejez, en un tiempo en que se pierde por completo la vida social y los recursos físicos no ayudan a poder seguir relacionándose.

La vejez es una etapa vital que conlleva una crisis de identidad


Los estudios demuestran como solo 1 de cada 5 ancianos tienen en su vida un amigo íntimo y sólo 1 de cada 10 realiza actividades lúdicas, lo que conlleva un aislamiento social cada vez mayor que aumenta según el estado de salud de cada cual.

La vejez, en tanto que una etapa vital, lleva consigo una crisis de identidad que va acompañada de la pérdida de habilidades, capacidades y hasta de oportunidades y en ella se produce constantemente una aceptación de la pérdida, de las cosas que ya fueron y del paso de los años.

La vejez no es un nido de rosas ni aquella imagen idealizada de un anciano o anciana dando consejos a los más pequeños. Hay que saber como encajar a las personas mayores en una sociedad cada vez más preparada para recibir y consumir que para aportar. La individualidad se impone y los actos solidarios son flor de un día; la continuidad de los gestos solidarios se entiende como una pérdida de tiempo personal en unas formas de vida cada vez más etnocéntricas.

Las agencias garantizan la profesionalidad de sus contratados


La vida profesional de los familiares impide que las personas del entorno de los ancianos se puedan hacer cargo del Cuidado de personas mayores fin de semana, y contratar al personal en función de las necesidades de cada cuál, es lo más idóneo. El problema que se dirime es otro: ¿Cómo encontrar a la persona ideal, ya sea para que atienda a la persona mayor durante parte del día o la noche o para que la acompañe hospitalariamente?

Contar con una agencia de contratación es la única forma de garantizarse que no se pone a cualquiera al cuidado de la persona mayor, ya que las agencias garantizan la profesionalidad de sus contratados.

Se da un caso frecuente, la de ancianos que niegan necesitar un cuidador y que se oponen a que entren en sus casas. A pesar de que no se puede generalizar, estas personas acostumbran a tener una percepción errónea de la realidad o son muy independientes y sienten que la sola presencia de otra persona en su casa mermará su libertad de movimientos.

Las agencias que cuentan con personal para la Asistencia enfermos Madrid, saben cómo hacer frente a estos comportamientos, enfrentándose a ellos desde la madurez, ya que muchas veces los cuidadores inexpertos tratan a los ancianos como si se tratara de niños.

Los déficits cognitivos de la infancia y de la vejez se parecen mucho


Unos los tienen porque están aprendiendo y aún no los conocen y los otros porque ya los están perdiendo.Y así otras cosas, tales como el juicio crítico,- que los niños van adquiriendo y los ancianos están perdiendo-, la arbitrariedad afectiva que les hace pasar del llanto a la risa en segundos y la vulnerabilidad y fragilidad, que también es común en ambos.

Pero pesar de estas similitudes, un anciano no es un niño si no una persona madura a la que hay que tratar como a tal, con más necesidades afectivas, si, pero madura al fin y al cabo.

No es preciso gesticular inadecuadamente al relacionarse con una persona mayor por problemas que tenga con el oído ni elevar mucho el tono de voz. Un buen cuidador o cuidadora se dirige a ellos hablándoles de usted, ya que el respeto es el elemento básico para establecer cualquier tipo de relación, otra cosa es el trato que quiera recibir el anciano.

Al perder equilibrio y habilidades es probable que los ancianos necesiten mucho tiempo para realizar cualquier acción cotidiana, de modo que los cuidadores deben de tener paciencia para que cada persona se tome su propio tiempo para hacer sus cosas. El cuidador es un mero acompañante, no un ejecutor de funciones, salvo en los casos en los que así se dispone de antemano.

Estas agencias nacen como respuesta a una necesidad social


Es preciso respetar su independencia, sus costumbres y hábitos y por tanto su dignidad.

Las agencias que cuentan con un amplio staff de cuidadores para ancianos y son un referente social, han surgido como respuesta a algo que importa mucho, y es el cuidado de las personas mayores.

El eje familiar que vertebró la sociedad hasta mitades del siglo XX y por la que los ancianos eran acogidos por las familias de los hijos mayores ha cambiado, pero no la necesidad de atender a aquellos que en su día atendieron a otros. La exigencia de los usuarios de estas agencias es mucha, pues quieren encontrar el mejor cuidado para sus personas queridas y cualquier precaución es poca.

Los comentarios de los usuarios de la agencia madrileña que pueden leerse en su portal web dejan bien clara la implicación de esta con cada caso particular. Las personas muestran su grado de satisfacción por el trabajo de los cuidadores de la agencia y también su recelo al principio. Dejar en manos de extraños al padre o a la madre no es fácil y menos si este o esta sufre alguna enfermedad que lo hace más vulnerable, como es el caso del Alzheimer.

Estas y otras enfermedades degenerativas son las causantes de muchos sufrimientos tanto por parte de familiares como de los propios ancianos durante la vejez de estos.

Lo más importante en esta vida es el amor


Los cuidadores que se precisan en estos momentos deben de tener mucha sensibilidad y empatía y actuar con resolución y asertividad ante los conflictos. Las depresiones involutivas, la demencia senil o la ansiedad generalizada también están presentes en la mayoría de vejeces, esta etapa final de la vida que se debe de encarar con mucha entereza, ya que supone el viaje de regreso, la finitud. Y esta situación, a pesar de lo que pueda parecer, no es fácil de sobrellevar.

Los valores que transmiten los ancianos humanizan a las personas que los reciben y de las enseñanzas de la vejez en general se concluye que lo más importante en esta vida es el amor, algo en lo que se ponen de acuerdo ancianos de todo nivel social y desde allende los tiempos y también algo que no se tiene presente, al menos en las etapas intermedias de la vida, porque la niñez también lo reconoce así.

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