La nueva conexión ferroviaria se ha construido en poco más de 4 años, aunque el proyecto, la licitación y adjudicación de las obras se realizó siendo ministro Álvarez Cascos.
Las principales ventajas derivadas de la puesta en servicio del nuevo túnel son las siguientes:
Esto supondrá la descongestión inmediata de pasarelas y andenes en Atocha y la consecuente eliminación de las incomodidades que soportan los usuarios por las aglomeraciones en hora punta.
A estas ventajas habrá que añadir la mejora en la interconexión con la red de Metro cuando se ponga en servicio el intercambiador de Sol, al facilitar el transbordo directo con 6 líneas de Metro (3 ahora y otras 3 en 2009, cuando entre en servicio la estación de Sol).
Características de la conexión
La nueva conexión subterránea entre Atocha y Chamartín tiene una longitud de 8,5 km. Para su construcción se han empleado dos tuneladoras, que han realizado, simultáneamente, la excavación y el revestimiento del túnel.
El túnel está equipado con vía en placa de hormigón con carril embebido en material elástico, sistema que amortigua la transmisión de vibraciones y ruidos y, prácticamente, elimina las necesidades de mantenimiento.
Desde el punto de vista de la seguridad, este sistema de vía presenta dos claras ventajas:
La estación de Puerta del Sol, actualmente en sus fases últimas de obra, tiene dos partes: el intercambiador, o vestíbulo de acceso, y la caverna de andenes. Esta última se ha construido mediante un complejo sistema de galerías longitudinales y transversales, cuya forma final es la una quilla de barco invertida. Asimismo, se han realizado todas las obras necesarias para permitir el paso de los trenes. La programación establecida para los trabajos restantes (obras de arquitectura y de acceso y conexión con Metro) permite garantizar la normal explotación del túnel, aunque continúen los trabajos en la estación.
La estación de Nuevos Ministerios es un recinto construido con pantallas que conecta, en su parte central, con la estación de Cercanías ya existente y con las líneas 6, 8 y 10 de metro. Se ha ampliado el vestíbulo de la estación antigua, creando un nuevo acceso en el entorno al complejo AZCA mediante una pasarela peatonal.
Las dos estaciones contarán con avanzados sistemas de seguridad, comunicación y accesibilidad, entre los que cabe destacar: ascensores interiores, equipos de detección y extinción de incendios (incluyendo un sistema de agua nebulizada), circuito cerrado de TV, telefonía móvil…etc.
Se han adoptado medidas para facilitar la accesibilidad a las personas con movilidad y comunicación reducida como: franja guía de orientación, integrada en el pavimento y con señalización de advertencia en zonas acceso a rampas y escaleras, doble pasamanos en barandillas de escaleras fijas y rampas con información en sistema braille, ascensores con teclado en braille y voz, pavimento señalizador en borde de andén, de color y textura contrastados y cordón luminoso señalizador en zona de parada de tren.
En definitiva, la nueva conexión de Cercanías construida entre las estaciones de Atocha y Chamartín va a suponer, además de la solución para los problemas de congestión de la estación de Atocha y del túnel actual, una mejora en la red de Cercanías de Madrid, al incrementar las conexiones con otros medios de transporte, reducir los tiempos de viaje entre el Norte y el Sur de Madrid y permitir el incremento de las frecuencias.
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