El sistema consigue minimizar el riesgo de deterioro de los pulmones durante el transporte desde el hospital de origen donde se encuentra el donante hasta el hospital receptor donde serán implantados. Esta reducción en el riesgo se consigue a través de un sistema denominado PEPP -Perfusión Exvivo Pulmonar Portátil-. Se trata de una máquina en la que se introducen los pulmones nada más ser extraídos del cuerpo del donante.
Los pulmones funcionan a temperatura corporal, mediante un respirador y una bomba que impulsa una solución de preservación mezclada con sangre consiguiendo trasladar los pulmones 'respirando' -en una situación casi idéntica a la que tendrían si estuvieran ya implantados en el organismo del receptor-.
Los cirujanos torácicos del Puerta de Hierro, con este sistema el tiempo de isquemia (preservación en frío del órgano) desaparece, y con él, los riesgos de que el órgano sufra daños durante su traslado. Con el empleo del PEPP, se espera ampliar el radio de donación y traslado de pulmones para su trasplante en el Hospital. Se ha comprobado que los pulmones pueden permanecer hasta 24 horas sin sufrir daño alguno antes de ser implantados.
Resultados positivos
Este equipo de trasplante pulmonar está integrado por los servicios de Cirugía Torácica, Neumología, Anestesiología y Reanimación, y Rehabilitación. Hasta la fecha se ha empleado esta técnica en dos pacientes con unos resultados positivos. El primer paciente fue dado de alta a los 20 días del trasplante y el segundo, se encontraba respirando por sí mismo a las 24 horas del implante, y continúa con su recuperación satisfactoria en planta.
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