Del 30 de abril al 8 de mayo, dentro de la programación de las Fiestas del 2 de mayo de la Comunidad de Madrid
Aclamada desde su estreno, en el Teatro de Apolo el 25 de noviembre de 1897, La Revoltosa, Mari Pepa, entronca con la larga lista de los mitos femeninos del momento, Carmen, Salomé, Lulú, etc., consideradas altamente peligrosas. Desde esa noche, La Revoltosa se coloca a la cabeza de las preferencias del público y, junto a La verbena de la Paloma y Agua, azucarillos y aguardiente, forma parte de la inolvidable trilogía que consolida el “género chico” entre público y crítica.
El poder turbador de una mujer hermosa, tema inagotable en la literatura a finales del siglo XIX, es el arranque de este sainete lírico, en el que la supuesta paz de una pequeña corrala madrileña se ve alterada. El vendaval que levanta a su paso la heroína madrileña, no tanto por su belleza, sino por ser consciente de ella y usarla en su favor, será en esta versión de Pérez de la Fuente el catalizador de todos los conflictos.
Joven reparto y una escenografía sorprendente
El reparto de La Revoltosa de Juan Carlos Pérez de la Fuente está encabezado por Marco Moncloa (en el papel de Felipe) y Sandra Ferrández (Mari Pepa), y cuenta con figuras de la lírica y la actuación como Marina Rodríguez-Cusí, Itxaro Mentxaka, Paco Lahoz, Emilio Gavira, Tony Cruz, Sandro Cordero, Mar Abascal, Oliver J. Bartek y Enrique Gómez Villalta. La escenografía está a cargo de Pérez de la Fuente, la coreografía y movimiento escénico es de Aída Gómez y el vestuario de Pedro Moreno.
En cuanto a la escenografía, la Sala Verde, totalmente configurable, se convierte en una corrala al uso dónde el público forma parte del espacio escénico. Toda la sala va en tres colores (rojo, blanco y negro) y por el suelo velas para resaltar la idea de ceremonia y rito. En los antepechos de las balconadas, en vez de mantones al uso, cuelgan cartas de la baraja española, y al fondo de la sala una imagen del cielo de Madrid, ya que, como señala su director “no se puede contar una historia madrileña sin el cielo de Madrid”.
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