En funcionamiento antes del 15 de septiembre
Fiel a su costumbre, el equipo de Alberto Ruiz-Gallardón prefiere que este servicio de restauración lo gestione una empresa privada que gane la concesión mediante concurso, por lo que ya ha elaborado un pliego de condiciones para los que estén interesados en la gestión de estos espacios. El lugar, desde luego, es monumental, y la ubicación y su nueva finalidad cultural aseguran un buen número de visitantes.
El Ayuntamiento ofrecerá la concesión por un plazo de cinco años prorrogables y un canon mínimo anual de 347.000 euros. El restaurante tendrá capacidad para 92 personas, mientras que la cafetería podrá acoger a 50. Uno y otra están situados en distintos sitios. El lugar habilitado para cafetería se encuentra en la segunda planta, junto a los mostradores de atención al público, los ordenadores con información multimedia, la zona de descanso con sillones y conexión wifi y la tienda de recuerdos.
Más arriba está el restaurante, que el Consistorio quiere que responda a unos estándares de calidad: "Se busca una propuesta imaginativa, ejemplar y contemporánea, para poder convertirse en una referencia de la ciudad". También valorará "la creatividad y composición de los menús, platos y productos, valorándose su originalidad, así como su contribución gastronómica singular". Con estas exigencias ya se puede suponer que el que quiera comer allí va a tener que rascarse el bolsillo.
A cambio va a disfrutar de unas vistas excelentes de la ciudad. El restaurante se ubicará en la sexta planta y dispondrá de una terraza desde la que admirar Cibeles, Alcalá, la Gran Vía y el paseo de Recoletos. La intención es que en el restaurante se organicen actividades promocionales para difundir la gastronomía y presentaciones de libros, catas o degustaciones.
Tanto cafetería como restaurante tienen fecha de apertura: no más tarde del 15 de septiembre. Estarán abiertos todos los días del año. El Ayuntamiento quiere reservarse algunas fechas del calendario para realizar eventos institucionales. Con menús y platos de diseño, por supuesto.
Fuente: elpais.com
Excelente idea
ResponderEliminarNo me gustan los platos de diseño la verdad, espero que el resto de dias sea normal.
ResponderEliminarUn restaurante al servicio de los madrileños... de los madrileños que tengan bien provista la cartera, claro. Un palacio como el de Gallardón no puede dedicarse a la chusma que pueblas las calles. Por favor, un poco de clase!
ResponderEliminarEl Edificio de Cibeles se plantéa como un nuevo icono de Madrid y no como un mero contenedor de servicios públicos. Es por ello, que se le está orientando a ofrecer una imagen amable en donde congenien el pasado (simbolizado en el caserón de Antonio Palacios) con la modernidad (el patio cubierto, el restaurante, etcétera).
ResponderEliminarY creo que también, esa chusma lo va a aprovechar... aunque sea en la medida de sus posibilidades.
Un saludo.
Me pareceria logico que el precio de un cafe no sea el mismo que en el Mc donals, lo que seria justo es que los madrileños pudiesemos entrar en el edificio, siempre gratis. Que cobren a los turistas para mantener el edificio que a "nosotros" ya nos han pasado una buena factura.
ResponderEliminarSi uno se quiere tomar algo aqui, pues mira, en el zoo te sajan bien, por lo menos en este caso estas en el centro de Madrid y puedes elegir.