La Consejería de Economía y Hacienda ha suscrito un convenio de colaboración con la Asociación de Empresarios de Fontanería, Saneamiento, Gas, Calefacción, Climatización, Mantenimiento, Electricidad y Afines de Madrid y las empresas fabricantes y comercializadoras del sector para realizar una campaña informativa destinada a impulsar la disminución del consumo energético en las viviendas de la región.
Esta iniciativa se enmarca dentro de las actuaciones que la Comunidad desarrolla dentro de la campaña “Madrid ahorra con Energía”. En virtud de este convenio, los fabricantes de válvulas y cabezales contribuyen a sufragar el coste de la campaña de difusión y la asociación ASEFOSAM presta información técnica sobre el alcance de las actuaciones previstas en dicho acuerdo a través de un número de teléfono puesto a disposición de los ciudadanos.
En la Comunidad hay más de un millón de viviendas que cuentan con un sistema de calefacción con una instalación formada por una caldera de gas con radiadores, pero más de 800.000 no cuentan con válvulas con cabezal termostático en los radiadores.
El sistema de calefacción representa de media el 40% del consumo de energía de los edificios, por lo que las actuaciones que tienen un mayor efecto sobre la reducción del consumo de energía son aquellas vinculadas a la reducción de la demanda de calefacción y la mejora de la eficiencia de estos sistemas.
El empleo de válvulas termostáticas incide directamente en la demanda de calefacción, puesto que la válvula cierra o abre el paso de agua caliente al radiador según se alcance o se pierda la temperatura deseada en la habitación. De este modo, no se calientan las estancias más allá de lo deseado, puesto que aunque el termostato de la calefacción, generalmente situado en el salón, haga que la caldera se encienda, si en la habitación se desea una temperatura inferior la propia válvula procede al cierre del paso de agua caliente, sin que el usuario tenga que girarla.
Si se opta por emplear cabezales electrónicos programables, lo que no incremente mucho el coste, se puede gestionar el funcionamiento de la calefacción de las viviendas sin apenas esfuerzo. Así, es posible programar horarios en cada radiador, de manera que una habitación se pueda calentar, por ejemplo, al caer la tarde sin tener que cerrar el radiador de manera manual y sin tener que prescindir de la calefacción en el resto de la vivienda. Además de esta mejora del confort, conlleva un importante ahorro energético puesto que sólo se calienta aquello que se quiere calentar.
Es importante recordar que el éxito de este tipo de actuación depende en gran medida de la calidad del producto que se instale y de la profesionalidad del agente que ejecute su instalación. Por ese motivo, en el convenio sólo se contempla la promoción de válvulas y cabezales cuya eficiencia se encuentre certificada por entidades de reconocido prestigio. Además, se remarca la exigencia reglamentaria de contar para este tipo de actuaciones con empresas instaladoras habilitadas.
Esta iniciativa se enmarca dentro de las actuaciones que la Comunidad desarrolla dentro de la campaña “Madrid ahorra con Energía”. En virtud de este convenio, los fabricantes de válvulas y cabezales contribuyen a sufragar el coste de la campaña de difusión y la asociación ASEFOSAM presta información técnica sobre el alcance de las actuaciones previstas en dicho acuerdo a través de un número de teléfono puesto a disposición de los ciudadanos.
En la Comunidad hay más de un millón de viviendas que cuentan con un sistema de calefacción con una instalación formada por una caldera de gas con radiadores, pero más de 800.000 no cuentan con válvulas con cabezal termostático en los radiadores.
El sistema de calefacción representa de media el 40% del consumo de energía de los edificios, por lo que las actuaciones que tienen un mayor efecto sobre la reducción del consumo de energía son aquellas vinculadas a la reducción de la demanda de calefacción y la mejora de la eficiencia de estos sistemas.
Ahorro de energía y mejora del confort
El empleo de válvulas termostáticas incide directamente en la demanda de calefacción, puesto que la válvula cierra o abre el paso de agua caliente al radiador según se alcance o se pierda la temperatura deseada en la habitación. De este modo, no se calientan las estancias más allá de lo deseado, puesto que aunque el termostato de la calefacción, generalmente situado en el salón, haga que la caldera se encienda, si en la habitación se desea una temperatura inferior la propia válvula procede al cierre del paso de agua caliente, sin que el usuario tenga que girarla.
Si se opta por emplear cabezales electrónicos programables, lo que no incremente mucho el coste, se puede gestionar el funcionamiento de la calefacción de las viviendas sin apenas esfuerzo. Así, es posible programar horarios en cada radiador, de manera que una habitación se pueda calentar, por ejemplo, al caer la tarde sin tener que cerrar el radiador de manera manual y sin tener que prescindir de la calefacción en el resto de la vivienda. Además de esta mejora del confort, conlleva un importante ahorro energético puesto que sólo se calienta aquello que se quiere calentar.
Es importante recordar que el éxito de este tipo de actuación depende en gran medida de la calidad del producto que se instale y de la profesionalidad del agente que ejecute su instalación. Por ese motivo, en el convenio sólo se contempla la promoción de válvulas y cabezales cuya eficiencia se encuentre certificada por entidades de reconocido prestigio. Además, se remarca la exigencia reglamentaria de contar para este tipo de actuaciones con empresas instaladoras habilitadas.
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