domingo, 11 de abril de 2010

Plan especial para el Poblado Dirigido de Fuencarral


Proteger y potenciar los elementos arquitectónicos del Poblado Dirigido de Fuencarral y mejorar la calidad de vida de sus vecinos son los objetivos del Plan Especial elaborado por el Gobierno municipal. Un documento que se inscribe dentro de las actuaciones que se están realizando para mejorar, potenciar y revitalizar los cascos históricos de los barrios periféricos de la ciudad.

Situado junto a la avenida del Cardenal Herrera Oria, el poblado fue construido entre 1959 y 1960, y está protegido con nivel 3 de catalogación ambiental. Lo integran edificios en altura y viviendas unifamiliares con espacios interbloques entre ellos. Con una superficie de 200.000 metros cuadrados, el ámbito cuenta con un colegio, un ambulatorio, una iglesia y tres pequeños centros comerciales.

El estado de deterioro de las edificaciones hace necesario favorecer su renovación y rehabilitación, y que se establezcan premisas comunes que regulen las intervenciones que se realicen en el futuro para reforzar la puesta en valor de los elementos que lo hicieron objeto de catalogación.



Situación actual


Al día de hoy los edificios presentan diversas patologías e incumplen los estándares en materia de habitabilidad, seguridad, accesibilidad y eficiencia energética. En general necesitan mejorar sus fachadas, aislamientos y cubiertas. Pero además, el Gobierno de la ciudad quiere que se mejore la imagen urbana del conjunto, recuperando la pureza formal planteada originalmente, y que se resuelva el problema de accesibilidad a las viviendas y la falta de seguridad en sus instalaciones.

Por ello, el Plan Especial posibilita y regula las normas que regirán las actuaciones de rehabilitación de elementos comunes que se realicen sobre las edificaciones en altura, para recuperar un conjunto estéticamente uniforme del ámbito. Y ello, aprovechando la circunstancia de que el Poblado se encuentra en una Zona de Rehabilitación Integrada con derecho a subvenciones para la rehabilitación.


Protección


Los criterios establecidos ofrecen soluciones de rápida ejecución, coste ajustado, elevada eficiencia, alta duración y bajo mantenimiento. Las medidas de protección suponen la conservación de la volumetría y composición de los edificios, el mantenimiento de las condiciones medioambientales del conjunto, y la potenciación de la identidad e imagen del ámbito.

En cuanto a las intervenciones posibles, éstas deberán estar encaminadas a mejorar las condiciones de habitabilidad y uso de las edificaciones, a mejorar el aspecto técnico, estético y funcional de los edificios, a ejecutar nuevas instalaciones y sistemas de seguridad y ahorro energético, y a instalar elementos que mejoren la accesibilidad.



Ascensores


El documento establece cómo resolver los problemas de accesibilidad, dada la carencia de posibilidades en los propios edificios, mediante la instalación en cada uno de los bloques en altura, de cuerpos de ascensores en fachada que se articularán con el cuerpo edificado.

También prescribe las normas por las que habrán de regirse los cambios realizados en cubiertas y fachadas de tal modo que se preserve el carácter del conjunto que es objeto de protección. Así, se dictan parámetros comunes para el tratamiento y diseño de los distintos elementos exteriores como carpinterías, cerramientos de huecos de fachada, chimeneas, instalaciones, ventilación, canalones, bajantes, sistemas de aislamiento térmico en fachadas.

En cuanto al tratamiento de fachadas y zócalos, éstos deberán tener determinados colores asignados por zonas, del mismo modo que todas las rejas y cierres. Cuando se sustituyan deberán hacerlo por el modelo igual a todos los bloques y deberán ser pintados con el color asignado a los elementos metálicos de cada bloque.

En cuanto a las fachadas de las cocinas, se dispondrán tendederos u ocultavistas en el color asignado, y los portales también recibirán un tratamiento homogéneo.



Poblados


Los movimientos migratorios ocurridos en los años 50 hicieron necesario la creación en 1955 del Instituto Nacional de la Vivienda, que sería el germen del futuro Ministerio de la Vivienda, creado en1957, y cuyo fruto es el "Plan Nacional de la Vivienda". Un plan que dio lugar a la creación de Poblados de Absorción, Poblados Dirigidos, Nuevos Núcleos Urbanos y Barrios Tipo.

La experiencia de estos poblados representa un momento estelar de la arquitectura española de los 50, en donde la periferia madrileña se convirtió en un inmenso laboratorio urbano, en el que se materializó el rechazo del pintoresquismo empleado anteriormente en las actuaciones de Regiones Desvastadas, dando lugar a un riguroso racionalismo, como el caso del Poblado de Fuencarral.

Son los arquitectos de la reconstrucción española posterior a la guerra civil: Sáenz de Oiza, Romany, Leoz, Iñiguez, Molezún, Corrales, Vázquez de Castro, etc., maestros de los Poblados Dirigidos de Madrid, los que tienen el mérito de haber empezado a experimentar el nuevo aire de los tiempos, dejando su huella con gran dignidad, como puede apreciarse 50 años después de sus intervenciones, en los barrios periféricos de la capital.

En Fuencarral, Sáenz del Oiza construyó las fases A y B del Poblado de Absorción y, posteriormente, J. L. Romany se encargó de realizar el Poblado Dirigido del mismo nombre.

1 comentario :

  1. el poblado de absorción Fuencarral B no lo realizó Sáenz de Oiza, sino Alejandro de la Sota

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