lunes, 13 de noviembre de 2017

Los motivos de las sanciones a Ferrovial y al grupo ACS por la M-30

A casi un millón de euros asciende la suma de tres sanciones que esta misma semana ha abonado el socio privado de Madrid Calle 30, EMESA, al Ayuntamiento de la capital por incumplimientos de compromisos contractuales. Esta cantidad se corresponde con las sanciones derivadas de los tres expedientes incoados y resueltos por el Consejo de Administración de Madrid Calle 30 el pasado mes de junio.



En concreto, las infracciones obedecen a la falta de instalación del telecontrol de alumbrado a cielo abierto (375.000 euros), incluida en el contrato inicial, la ausencia de la red wifi en todo el anillo de Calle 30 (320.000 euros) y al no establecimiento de una red de transmisión de datos que mejoraría el sistema de gestión de las comunicaciones entre el centro de control y las instalaciones de la infraestructura (300.000).


EMESA está integrada por Ferrovial y el grupo ACS y es la sociedad adjudicataria del millonario contrato de conservación de la vía de circunvalación. El socio privado de la empresa mixta Madrid Calle 30 demandó los acuerdos del Consejo de Administración sin entrar, en ningún caso, en el fondo de cada cuestión sancionada. Y esta semana, finalmente, ha pagado un total de 995.000 euros por las infracciones cometidas.

Falta de instalación del telecontrol de alumbrado


Una de las sanciones se debe a la falta de instalación del telecontrol de alumbrado a cielo abierto al que se comprometió EMESA y por el que ha ido cobrando desde el año 2007 con unos intereses del 5,5%.

Red wifi


Una segunda multa obedece a la falta de instalación de una red wifi en la totalidad del anillo de la vía, que mejoraría las comunicaciones internas al dotar de soporte de comunicación para todos los trabajadores y haría factible la mejora de las comunicaciones de usuarios.

Red de transmisión de datos críticos


La tercera multa corresponde a la falta de instalación de una red de transmisión de datos críticos entre los elementos de control del tráfico y el centro de control.

Tanto este compromiso como el de la red wifi derivan de prestaciones adicionales que EMESA ofertó y que fueron valorados para que la UTE resultara adjudicataria del contrato millonario que actualmente mantiene. El incumplimiento de los compromisos contractuales ha sido reiterado desde 2007.

Procedimiento de sanción


El proceso seguido para sancionar a las empresas ha sido el siguiente:

1. Solicitud de información respecto a cada uno de los conceptos

2. Petición de informe técnico del cumplimiento de los compromisos

3. Inicio del expediente sancionador aprobado por el Consejo de Administración de calle 30

4. Envío del pliego de cargos a EMESA para garantizar su defensa

5. Recepción de sus alegaciones y análisis de las mismas

6. Propuesta de resolución al Consejo con sanciones entre 300.000 y 375.000 euros

7. Pago de las sanciones por parte de EMESA.

Los informes técnicos elaborados ya dejaban de manifiesto el incumplimiento ante la falta de instalación de las mejoras descritas. Madrid Calle 30 ha abonado desde el comienzo de la explotación la totalidad de la factura que le corresponde a EMESA, sin que se haya producido una reducción por las inversiones no ejecutadas hasta ahora.

Madrid Calle 30


Madrid Calle 30 está participada por el Ayuntamiento, que tiene el 80% del capital, y por un socio privado, EMESA, que cuenta con el 20% restante. Se creó en 2004 y, a finales de ese año, el Pleno del Ayuntamiento acordó modificar la forma de gestión del servicio, que pasaba de directa a indirecta a través de una sociedad de economía mixta. En agosto de 2005 se adjudicó el concurso a favor de EMESA. Tras la concesión quedó establecido el modelo económico-financiero que había que cumplir durante la vida del proyecto, hasta el año 2040. 

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