martes, 23 de enero de 2007

Todavía seguimos queriendo saber, aunque a muchos les pese


Pues ya tenemos fecha para el juicio sobre el mayor atentado terrorista ocurrido en España, en concreto en la ciudad de Madrid, será el próximo día 15 de febrero en la Audiencia Nacional. Pero como no podía ser de otra forma, tras las lagunas, casi agujeros negros que presentaba la pésima instrucción del juez del Olmo en colaboración con la fiscal Olga Sánchez (vale ya) el

Tribunal encargado de juzgar el caso se ha visto obligado, a petición de las defensas, a ordenar que se practiquen diligencias y pruebas fundamentales para aclarar lo que pasó aquel terrible día.



Porque no estamos hablando de meros defectos de forma o trámites sin importancia, lo extraordinario de este asunto es que han pasado más de tres años desde el atentado y aún desconocemos lo que realmente estalló en los trenes, es decir, que estamos sin arma homicida y con un sumario sembrado de pruebas falsas y numerosas contradicciones que ha aceptado sin vacilar una versión oficial cada día más tambaleante. Estamos hablando de que, tras 12 potentes explosiones que acabaron con la vida de 192 personas, los responsables policiales encargados de la investigación decidieron no enviar las muestras halladas al laboratorio competente sino que acordaron saltarse el protocolo de actuación para estos casos porque en aquel momento le convenía a alguien.



Además, la Audiencia cita a declarar al sanguinario etarra Henri Parot (compañero de celda de uno de los "suicidados" en Leganés) y a los componentes de la llamada "caravana de la muerte", detenidos en la localidad conquense de Cañaveras cuando transportaban hasta Madrid una gran cantidad de explosivos.



Numerosos testigos y expertos periciales



En total comparecerán ante el Tribunal de 570 a 680 testigos, entre ellos, casi toda la cúpula policial que ejercía sus cargos en el momento de la masacre. Por lo que se refiere a la prueba pericial, serán 98 los expertos llamados a declarar y esperamos que alguno de ellos sea capaz de determinar qué estalló en los trenes.



El juicio se prevé largo pero hoy mismo hemos conocido un informe en el que se dice que las víctimas desean, fundamentalmente, conocer la verdad de lo sucedido y que no se les olvide. Yo también sigo queriendo saber lo que pasó, no para ganar unas elecciones sino para se haga justicia y que los autores de tan horrible matanza paguen por su crimen. En cambio, algunos han olvidado demasiado pronto su ansia de conocimiento y se han dedicado a echar tierra encima de un sumario vergonzoso y a tratar de ganar tiempo por encima de todo. El tiempo dirá.

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