El Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado hoy el cambio de denominación del distrito de San Blas, que a partir de hoy pasa a llamarse San Blas-Canillejas. Han sido muchas y constantes desde hace años las peticiones de grupos políticos, asociaciones y vecinos a título particular para recuperar el nombre del que fuera -hasta el decreto de anexión del 24 de junio de 1949- un pueblo a 9 kilómetros de la Puerta del Sol, y no un distrito de la capital.
Tras la anexión a Madrid, el nombre y la historia de Canillejas se pierden como consecuencia del ensanche de la capital con nuevos barrios a su alrededor, y especialmente con la construcción del Hogar del Gran San Blas por parte de la Obra Sindical.
Cuando en 1987 se produjo la división administrativa de Madrid en distritos no se consiguió recuperar el nombre de Canillejas, como sí sucedió con otros pueblos anexionados que conservaron el nombre de los municipios que fueron en otro tiempo.
En 1995 el entonces concejal del distrito, Isaac Ramos, inició un expediente con la propuesta de cambiar la denominación de San Blas, que no llegó a aprobarse. Finalmente, el pasado 20 de junio el Pleno de la Junta Municipal aprobó la propuesta por unanimidad de todos los grupos políticos. Con la aprobación de hoy en el Pleno de la Corporación, San Blas-Canillejas acoge por fin la realidad histórica y sociocultural de este distrito madrileño.
La fundación del pueblo de Canillejas, cuya historia sobrevive a través de numerosas reseñas, se remonta al siglo XII. En 1274 el Rey Alfonso X le eximió de pagar tributos por ayudar al Reino de Castilla durante la reconquista. Esta dispensa fue renovada en 1330 por Alfonso XI en agradecimiento por su lucha contra los árabes. Canillejas perdió sus fueros y volvió a pagar tributos a la Corona por haberse levantado en contra del Rey Carlos I, junto a los comuneros Padilla, Bravo y Maldonado, y haber sido derrotados. Era el siglo XVI. El Papa Gregorio XIII concedió, también en el XVI, el jubileo a todos aquellos que celebraran la fiesta de Canillejas el 8 de septiembre, festividad de Santa María La Blanca.
Hacia 1929, Canillejas era un municipio con cierto aire aristocrático, gran número de arboledas antiguas y algunas propiedades privadas próximas al pueblo, y que, hoy se sabe, pertenecían a la Marquesa de Torre Arias y al Marqués de Canillejas.
Finalmente, l924 de junio de 1949 se promulgó el Decreto de anexión por el Ministerio de la Gobernación.
Tras la anexión a Madrid, el nombre y la historia de Canillejas se pierden como consecuencia del ensanche de la capital con nuevos barrios a su alrededor, y especialmente con la construcción del Hogar del Gran San Blas por parte de la Obra Sindical.
Cuando en 1987 se produjo la división administrativa de Madrid en distritos no se consiguió recuperar el nombre de Canillejas, como sí sucedió con otros pueblos anexionados que conservaron el nombre de los municipios que fueron en otro tiempo.
En 1995 el entonces concejal del distrito, Isaac Ramos, inició un expediente con la propuesta de cambiar la denominación de San Blas, que no llegó a aprobarse. Finalmente, el pasado 20 de junio el Pleno de la Junta Municipal aprobó la propuesta por unanimidad de todos los grupos políticos. Con la aprobación de hoy en el Pleno de la Corporación, San Blas-Canillejas acoge por fin la realidad histórica y sociocultural de este distrito madrileño.
Nueve siglos de historia
La fundación del pueblo de Canillejas, cuya historia sobrevive a través de numerosas reseñas, se remonta al siglo XII. En 1274 el Rey Alfonso X le eximió de pagar tributos por ayudar al Reino de Castilla durante la reconquista. Esta dispensa fue renovada en 1330 por Alfonso XI en agradecimiento por su lucha contra los árabes. Canillejas perdió sus fueros y volvió a pagar tributos a la Corona por haberse levantado en contra del Rey Carlos I, junto a los comuneros Padilla, Bravo y Maldonado, y haber sido derrotados. Era el siglo XVI. El Papa Gregorio XIII concedió, también en el XVI, el jubileo a todos aquellos que celebraran la fiesta de Canillejas el 8 de septiembre, festividad de Santa María La Blanca.
Hacia 1929, Canillejas era un municipio con cierto aire aristocrático, gran número de arboledas antiguas y algunas propiedades privadas próximas al pueblo, y que, hoy se sabe, pertenecían a la Marquesa de Torre Arias y al Marqués de Canillejas.
Finalmente, l924 de junio de 1949 se promulgó el Decreto de anexión por el Ministerio de la Gobernación.
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