Su estructura es de muros de carga de ladrillo aligerados por grandes arcos y su fachada principal es la que da a la calle Embajadores, por donde se abren los accesos al edificio, estando dos de sus cuatro fachadas ocultas a la vía pública por el muro que delimita la parcela. La superficie construida total del conjunto es de aproximadamente 28.540 m2. Por su estructura y representatividad, se trata de un edificio muy idóneo para alojar equipamientos culturales.
Cronología de un lío
El Consejo de Ministros del día 30 de noviembre de 2007 aprobó un Acuerdo por el que se creó el Centro Nacional de Artes Visuales (CNAV). De titularidad y gestión estatal, el Centro dependerá funcionalmente de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura. El 29 de julio de 2008 siete equipos de arquitectos son invitados por correo electrónico a presentar una propuesta. El 13 de noviembre el anterior ministro de Cultura, César Antonio Molina, presenta a los medios el proyecto elegido, junto a sus autores: Nieto y Sobejano. El 26 de noviembre el Consejo Superior de Arquitectos impugna el procedimiento de adjudicación. El 25 de febrero de 2009 se anuncia nuevo concurso y finalmente el 2 de junio de 2009 Nieto y Sobejano vuelven a ser agraciados con la concesión del proyecto, esta vez con Ángeles González-Sinde como ministra.
El objetivo: Centro Nacional de Artes Visuales
El CNAV se plantea como un espacio de referencia para la creación artística, la investigación, la divulgación e interpretación crítica de las artes visuales. Como espacio de divulgación, el Centro propone atraer un nuevo espectador activo, conocedor de los nuevos códigos del arte actual, a través de cursos, congresos, ciclos de proyección, conferencias, talleres, encuentros con artistas y exposiciones que constituirán su actividad principal.
Contará con tres unidades independientes: el Museo del Cine (a cargo del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales-ICAA), el Centro de la Fotografía y la Imagen y el Instituto de Creación (ambos adscritos a la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales).
El Centro contará con una colección permanente de artes visuales (fotografía, cine, vídeo, televisión y nuevas tecnologías), formada, en gran parte, por piezas producidas en España, de relevancia internacional. Así mismo dispondrá de toda una serie de espacios públicos, como aproximadamente 7.000 m2 de salas de exposiciones temporales y permanentes, auditorio de 500 m2, biblioteca de 700 m2, salas de proyecciones y de conferencias, almacenes visitables de bienes culturales y espacios en general de acogida del visitante como cafetería, tienda, librería, etc.
Además del CNAV, se pretende ubicar en el edificio el Centro de Exposiciones Temporales del Ministerio de Cultura (CET-MCU), de superficie más reducida (2.150 m2 aproximados más los espacios comunes compartidos con el CNAV), que se concibe como un centro para la política de exposiciones del Ministerio que de esta forma, podrá articular una política de apoyo a la divulgación del arte y la cultura mediante muestras temporales.
El proyecto de rehabilitación
El proyecto se centra en cuatro puntos esenciales:
- Reordenación urbana de los espacios exteriores. La presencia de un gran edificio público e institucional como será el CNAV, requiere un espacio abierto de acogida, por lo que se plantea la creación de una nueva gran plaza hacia la glorieta de Embajadores como lugar de encuentro y acceso público al centro.
- Rehabilitación del edificio original. La Planta 0, que incluye la entrada de visitantes desde la nueva plaza, albergará las salas de exposiciones temporales del Ministerio de Cultura y Centros del Cine y de Fotografía, así como una mediateca, auditorio y salas de proyección, junto a otros espacios de uso común. La Planta 1 estará destinada a archivos, áreas de conservación y espacios complementarios de servicio, así como a almacenes visitables. También albergará las exposiciones permanentes. La Planta 2 estará ocupada por el área de Creación de las Artes Visuales y por un nuevo volumen de ampliación para administración y dirección.
- Ampliación de la Planta 2 para nuevos usos. Se sustituirán los cuerpos añadidos en el siglo XX que carecen de cualidades arquitectónicas reseñables; se conservarán, no obstante, los volúmenes de mayor altura y mayor dimensión estructural en los que se instalarán estudios para artistas. El nuevo cuerpo administrativo y de dirección se concibe como un ático ligero y transparente que se asoma sobre los tejados de la ciudad.
- Construcción de un nuevo edificio/pantalla. Será un espacio de conexión con escaleras mecánicas, ascensores, y áreas de circulación para visitantes; por otra parte, incorporará espacios singulares como la tienda o el café-restaurante. Además, en virtud de su concepción y material, actuará como gran pantalla traslúcida de imagen-movimiento.
Esta última operación resume en cierto modo la idea clave del proyecto. El edificio renovado admitirá que su fachada de vidrio incorpore proyecciones de video y fotografía en la que podrán participar artistas audiovisuales contemporáneos a partir de instalaciones expresamente concebidas para cada ocasión. De este modo la histórica Fábrica, junto a su ampliación y las nuevas plazas formará parte de una inusual intervención en el espacio público: una apuesta por la acción común entre las artes visuales y la arquitectura.
Historia del edificio
La Antigua Fábrica de Tabacos de Madrid data de 1792 y fue parte de la política borbónica que transformó urbanísticamente Madrid y estableció Reales Fábricas en el sector sureste de la ciudad. Inicialmente fue Real Fábrica de Aguardientes y Naipes hasta ser convertida en Fábrica de Tabacos y Rapé en 1809, manteniendo esta actividad hasta finales del siglo XX, estando vacía y sin uso en la actualidad.
Diversas fuentes señalan como autor del proyecto a Manuel de la Ballina López de Castro, medidor de obras del Real Palacio y aparejador principal de Sabatini. El edificio original ha sufrido diversas ampliaciones, fundamentalmente la que se produjo en 1903 al añadirse una planta en altura, modificándose su volumen de forma desigual en las distintas fachadas. El edificio está ubicado en la calle Embajadores nº 53, en pleno centro de la ciudad de Madrid, muy cerca de otros centros culturales como el Museo Nacional del Prado, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Thyssen-Bornemisza y la Casa Encendida lo que se le podría considerar la ampliación del Paseo del Arte.
<span>Eso de la ampliación no se yo... luego queda demasiado moderno al lado de un edificio antiguo y no se, para mi queda raro.
ResponderEliminar</span>
<span>el proyecto y, sobre todo, lo que supone para la ciudad, es algo muy positivo. El tema de concursos y ajudicaciones, es algo que ha enlentecido mucho hasta ahora el proyecto.</span>
ResponderEliminar<span>Ha habido alguna novedad reciente?</span>
<span>¿Van a tapar toda la puñetera fachada principal? No me lo puedo creer...</span>
ResponderEliminar<span>proyectos, renders, estudios, maquetas... excelente. ¿Para cuando lo inauguran? ¿2030? si es que lo hacen... También hace años leí de un proyecto para ampliar el tunel desde el reina sofía a la gta. de embajadores, ya deben estar acabándolo.</span>
ResponderEliminar<span>Me encanta. UN 10.</span>
ResponderEliminarYo apuesto por el CSA laTabacalera de lavapies. Propone accion ciudadana, participacion, talleres autogestionados, cultura de la calle, democracia, participacion, horizontalidad, asamblearismo, participacion, representacion directa de los ususarios.... frente al espectador-admirador-paseante de los museos tradicionales. LA autogestion merece una oportunidad, y esa es el CSA laTabacalera de lavapies. ¿necesitamos mas museos en lavapies? teniendo el reina, el prado a dos pasos.... participacion si, museistica, mas no, por favor
ResponderEliminarse echa de menos más información sobre este proyecto para poder hacer una valoración justa, así que hasta que no la obtengamos quizás la mía sea un poco injusta, pero espero que al menos argumentada:
ResponderEliminarcon la poca que tenemos, desde luego, no se tiene en pie: todo el proyecto se basa en trasdosar la única fachada que da a la ciudad, mala manera de poner en valor un edificio clave del patrimonio industrial de este pais.
la imagen estrella del proyecto lo muestra claramente: una nueva fachada escaparate que esconde el edificio, con una japonesa en primer plano, que vende la idea de una ciudad-marca especialmente diseñada para una cultura de consumo, en un barrio y en un edificio que demandan justamente todo lo contrario. Ay, si las cigarreras levantaran la cabeza...
señores arquitectos autores de este proyecto: ¿se han empapado mínimamente de la historia de esta fábrica, de la influencia en un barrio tan complejo como lavapiés? ¿sienten la responsabilidad de mantener el patrimonio industrial y social que supone este edificio? ¿han pasado más de una hora entre estas paredes? ¿han disfrutado de la galería-invernadero adosada al jardín central de finales del XIX que pretenden destruir? ¿han colaborado de alguna manera a frenar el deterioro de un edificio que carecía de mantenimiento hasta la entrada de las personas que gestionan el csa, que lo cuidan sin recibir ni un pellizco del millón largo de euros que cobrarán ustedes de honorarios?
es una verdadera suerte que la crisis haya conseguido parar este y otros proyectos que son ajenos a lo que se cuece en las calles donde pretenden imponerse, que nos vacían los bolsillos para llenar otros de personas que ni siquiera ahora viven un edificio que, por fin, está abierto a todo aquél que quiera visitarlo y proponer actividad.
entérense, arquitectos de escuela y de revistas, que la realidad es mucho más rica y compleja de lo que el ratón puede diseñar a kilómetros de distancia (aunque vivan en madrid). Sientan un poco la calle y sus gentes, y sientan también los edificios. Este es un caso de libro: no necesita cagaditas de autor, tiene tanta fuerza que solo pide que lo barran, lo limpien, cierren sus ventanas, limpien sus canalones... (ah, y con 28.000m2 que tiene este edificio, ¿quién necesita "ampliación"?), y disfruten de sus lustrosas salas llenas durante años de actividad hilada a su barrio. Esto no cuesta 30mill de euros, y no tiene por qué hacerse de una tacada.
Comprender esta realidad es hacer arquitectura. Ignorarla, merece un suspenso.
los arquitectos tenemos la RESPONSABILIDAD de revisar nuestros valores. Quizás no sea tarde para que Nieto y Sobejano lo hagan, no solo por este edificio, también por las enseñanzas que como profesores inculcan en sus alumnos.
<p>Así que por favor quitémonos la venda de los ojos, no dejemos que nos la cuelen, exijamos a los que gestionan nuestro dinero (instituciones) un mínimo de sensatez, que el patrimonio, no olvidemos, es nuestro, vuestro.
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El proyecto no tiene pies ni cabeza. El concurso fue mal planteado, pero es peor la idea que sostiene este atropello. No necesitamos ningún museo de artes visuales, necesitamos educación... y un guillotina para los arquitectos-estrella que son unos cabezas-huecas.
ResponderEliminarOtro lugar aseptico construido por gente aseptica para conseguir que mi barrio, al fin, después de más de 100 años de destrucción, acabe siendo una mierda-escaparate, llena de gente escaparate y sin vida.
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